jueves, 11 de agosto de 2011

TUMBAS

He bajado al Maravillas, abriéndome paso con un machete entre la fronda algo descuidada de los jardines que rodean el bar. Después de tomar un café con leche, y ojear el periódico, he salido a fumar y he pegado la hebra con un merchero preocupado por la crisis. --Usted, con su pensión, podría irse a un país exótico de esos y le cundiría mas. --Que va, cuando cruzo la intrincada fronda de estos jardines, me parece que estoy ya en la selva tropical.

(...)

El 'Levante' lleva hoy una foto con el siguiente pié. 'La Catedral apila bancos sobre la tumba del poeta Ausiàs March'. No he leído a Ausiàs March, y sospecho que la mayoría de quienes se sentirán ofendidos, por que la madera trabajada para soportar los culos de los fieles se amontone sin orden en la tumba del poeta, tampoco.

Para remediar esa laguna imperdonable en mi formación literaria, por otra parte, inexistente, he recurrido a Internet y allí he visto una pelea absurda por reivindicar el origen del poeta, que si nació aquí, que si allí. Lo cierto es que, al parecer, este noble caballero, que participó en expediciones guerreras,
(Wikipedia), y estuvo relacionado, personal y literariamente, con el príncipe de Viana, cuando se retiró a sus posesiones valencianas y comenzó a escribir, dicen que hacia 1.430, tuvo el buen gusto de abandonar la retórica de la trova caballeresca y, moderno como fue, ocuparse del amor, el dolor y la muerte reales y carnales, y las mujeres sobre las que escribió, al parecer no eran mujeres idealizadas, como en la trova, y dejó entrever en sus escritos cuanto amó a algunas y cuanto detestó a otras.

Así, este hombre enterrado debajo de una pila de bancos, fue un escritor importante, como Joanot Martorell con su Tirant lo Blanc, de la historia
de la literatura, y no digo nuestra, porque cuando se mezcla el arte con el sentido de la propiedad, sucede lo que pasó cuando Hitler se apropió de Wagner, que ya ven la que armó.

Este menosprecio a la tumba del poeta, le hace a uno reflexionar sobre cual sería el mejor destino de los restos materiales de su frágil humanidad. He visitado hermosos cementerios, el de Luarca me parece una maravilla. El de Sète, no lo he visitado, lo conozco solo por el universal poema de Valèry, el cementerio marino.

Luego están los cementerios turísticos, por estar en zonas así, que son una pasada, el de Tenerife (Puerto de la Cruz) era visible desde la ventana de la habitación del hotel, y cada vez que vamos a Benidorm nos damos una vuelta por Guadalest, no para ver el castillo, sino su coqueto cementerio. Incluso, creo haber puesto una página en el blog, que se titula así, Cementerios, en la que relato un paseo de mi propio fantasma entre las tumbas, después de mi óbito, visitando las sepulturas de amigos, familiares y desconocidos.

Puede parecer asqueroso dejarse comer por los gusanos, en lugar de someterse al limpio proceso de la cremación. Yo era partidario de la cremación, pero ahora tengo dudas. La viuda de un amigo se quedó con el encargo de arrojar las cenizas de su marido al mar, pero como ninguno de sus conocidos tiene ya barca, esa especie de búcaro funeral aún permanece en el comedor, cuando jugamos a las cartas.

Se de una familia andaluza que vino con las cenizas de un pariente de aquí, y el encargo de lanzarlas al Mediterráneo. Después de aguardar durante todo el día en la playa a que la gente se fuera, cuando por fin pudieron efectuar el lanzamiento, un traidor viento de levante dio con las cenizas sobre sus propios bikines, mientras el niño mas pequeño decía, mamá, ¿es el abuelito?.

Sigo con mis dudas sobre el enterramiento, o la incineración, el trato que ha dado el cabildo catedralicio a la tumba del poeta, no hace sino alimentarlas.

En todo caso, si opto por la losa, como lugar de encuentro para quienes aún tengan algún recuerdo mío, será una tumba anónima, con nombre falso. Podrían inscribir, aquí yace Lohengrin, hijo de Parsifal, rey del Grial, aunque no sea exacto.

En fin. Tumbas.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 11-08-11.

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