viernes, 6 de septiembre de 2019

EL CONCIERTO

"Anoche asistimos a un concierto, en la playa de Las Arenas, en el marco del 23 Festival de Jazz, que, como en anteriores ediciones, patrocinan las instituciones de por aquí. Tomamos el 18, luego el 19, caminamos hasta la playa y 45 minutos antes de la hora de comienzo estábamos instalados en dos sillas frente al espectacular escenario y teníamos otras dos sillas reservadas para Lola y Antoni, que llegaron un cuarto de hora más tarde.

Cuando llegaron, nos pusimos a cenar mientras los músicos ensayaban --tortilla de patatas y una cerveza-- el espectáculo, que llamaron 'Seda...no sé que', se trató de una big band compuesta por una docena de músicos, entre los que se encontraban Latino y Perico Sambeat, un lujazo de orquesta, con más de veinte años de experiencia musical, cinco discos publicados, de la que me llamó la atención, entre otras cosas, ademas de la calidad del grupo, el son latino de su percusión.

Cuando iba a comenzar el espectáculo, asomó por encima del escenario una luna creciente muy hermosa y a su izquierda el intenso brillo de Venus. Las numerosas sillas dispuestas sobre la arena estaban ya ocupadas por el público y un cuarto de hora después comenzó el concierto.

Lo que yo ignoraba es que, además de la música instrumental, íbamos a disfrutar de tres cantantes extraordinarias y de una teclista que acompañó todo el rato a la big band. Esas cuatro mujeres me parecieron muy talentosas. Vi las manos de la teclista en la pantalla y hasta un buen rato no me percaté de su condición de mujer. De las tres cantantes, que interpretaron cuatro piezas cada una, una era centroeuropea, otra brasileña, pero fue la tercera, la cubana, la que me fascinó con su ritmo, sus movimentos, su voz, y las letras de sus canciones. De hecho, fué la que cerró el concierto entre el entusiasmo del público.

Los músicos dijeron encontrarse tan a gusto, que prolongaron el concierto hasta dos horas, algo inhabitual en estos espectáculos que suelen durar algo menos. Tanto duró, que tuve que levantarme en medio de una actuación para ir a uno de los numerosos WC instalados en el paseo contigüo, a desaguar la cerveza.

Fué una odisea llegar hasta allí, pisando la arena, entre niños jugando, espectadores tirados en el suelo sobre toallas y demas obstáculos. Cuando lo conseguí, me metí en una de esas cabinas y después de orinar, cuando estaba, de pié, abrochándome el pantalón, una mujer abrió la puerta del WC, que yo no había acertado a cerrar del todo y lanzó un grito de terror al ver a un anciano, vestido con una camisa negra, abrochándose el pantalón en un servicio público que ella creyó vacío.

Cuando todo terminó, nos fuimos paseando con Lola y Antoni hasta Dr.Lluch, donde estaba la parada del 9 nocturno, por cierto atestada por una muchedumbre que quería pillar el mismo autobús. Por suerte, lo pillamos, y en menos de veinte minutos estuvimos en casa. Mejor con el nocturno, que llegó enseguida, que con los dos buses que tomamos a la ida.

Por cierto, quedamos con Lola y Antoni para seguir la fiesta hoy, pero, en este caso, en casa, con algo de jamón y queso, paté, ensalada y una botella de Blancauvas, y luego, un par de partidas al Rummy, que ganarán Lola y Antoni, seguro." .

Lo dejo, vamos a ir al mercado de Russafa, a comprar las vituallas para la comida familiar de esta semana que, al parecer, por excepción sera el domingo, aunque todavia no está claro, pero, antes, voy a dar un vistazo a lo de Millás, de hoy, 'Da miedo'.

Un saludo cibernauta.

En fin. El Concierto.

LOHENGRIN ((CIBERLOHENGRIN) 6 09 19.

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