"Ayer, domingo, tomamos el bus 6, con la intención de enlazar con el 5 para dirigirnos al Ivam, pero al llegar a Germanías el tráfico de autobuses estaba cortado, debido a la celebración de dos eventos falleros, primero
la entrada de las bandas de música de la Comunidad, luego, la gran mascletá de Peñarroya, así que tomamos la decisión
errónea de ir a patita desde Germanías al Ivam, y claro, al llegar, estábamos tan derrotaos, que mi mujer se dejó caer en un banco del interior del museo, y yo, en uno del exterior, para fumar un cigarrillo a la vez que respiraba
de forma entrecortada, por la incapacidad de mis pulmones, que ya han cumplido, según me dijeron en el ambulatorio, noventa años, quince más que yo.
El esfuerzo valió la pena, pues en la galería 7 (piso segundo) del Ivam, pudimos disfrutar de la exposición 'Contracultura.Resistencia, utopía y provocación en Valencia', que incluye, además de pintadas callejeras de otra época, testimonios históricos del cómic, el cine y el arte popular, unas filmaciones, algunas inéditas, otras con personajes tan emblemáticos como Ovidi Monllor vestido de fallera o Joan Monleón, con su enorme humanidad haciendo de vedette de revista. Una pasada.
Según el folleto, "En este muestrario de actitudes presentes en la exposición se pone de manifiesto cómo el arte se empeñó en superar los límites de las presiones pòlíticas. Cómo la calle habló. Cómo algunos artistas se expresaron contra las convenciones que se imponían a la sexualidad o a la educación. Vemos propuestas de relectura de una identidad valenciana que iba mucho más allá de los clichés. Vemos una sociedad en busca de nuevas libertades expresivas y de nuevas experiencias vitales."
Después de esta visita a lo que podríamos etiquetar como la València libertaria pre democrática, nos sobró tiempo para acercarnos a la Fundación Bancaja. Eureka. No había tanta cola como el domingo anterior, pero el precio que nos pidieron por entrar yo me negué a pagarlo a doña Carmen, la cesionaria temporal de las obras de Monet, Picasso, etc, etc, ya tiene bastante pasta doña Carmen, para que se enriquezca más a mi costa. Y un jamón.
Por suerte, después decidimos ir a la calle Moratín y sentarnos a descansar en esas sillas individuales que hacen las veces de bancos públicos, porque estábamos hechos polvo de tanto patear València, y allí estuvimos, hasta que un estampido nos avisó de que iba a comenzar la mascletá de Peñarroya, que resultó ser la demostración de ruído más salvaje de los últimos treinta años, hasta el punto de que Encarna notó que le perjudicó los oídos.
No me voy a extender con la aventura que supuso pillar un bus de vuelta, con todo el tráfico cortado y unas multitudes
que ocupaban el centro urbano, como si no hubiera un mañana, ni un virus raro circulando por ahí."
Un saludo cibernauta.
En fin. Contracultura.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 2 03 20.
No hay comentarios:
Publicar un comentario