"Ayer, domingo, vino nuestra hija Mónica con nuestros nietos, en su Peugeot azul y nos recogió para hacer una visita al cementerio de València, que nuestros nietos no conocían...nos dejó junto a un banco de la entrada mientras iba a aparcar....
Enseguida iniciamos la visita....los panteones de la burguesía valenciana, la tumba de Manolo Granero, el torero de aquí, financiada por suscripción popular...con ese par de esculturas tan hermosas y la foto del torero que murió de una cogida que le atravesó un ojo...
Luego...hacia el panteón del cólera...construído en el siglo XIX para albergar las almas de miles de valencianos víctimas de aquella pandemia...y enseguida... la sección quinta de la izquierda donde se encuentra el nicho de mi madre Alpina y mi hermano Aurelio...
A continuación...a ver a la familia de Encarna...el nicho de su padre Manuel a perpetuídad por su condición de trabajador del Ayuntamiento..junto a su madre .... allí...un descanso en un banco sombreado antes de emprender el regreso hasta la salida...
Luego, a esperar al sol a que Mónica nos recogiera... y a casa...
Nuestros nietos quedaron impresionados con los nombres del siglo XVIII y XIX de los nichos más antíguos y nosotros, Encarna y yo, asombrados por la cantidad de papeletas en los nichos anunciando su inmediata exhumación por falta de pago....
Pero a mí, lo que más me impacta de los cementerios es el poema de Paul Valery, el Cementerio Marino y estimar que aun me queda algo de tiempo antes de que quemen mis restos en el Tanatorio...."
Un saludo a quienes se acercan por aquí...hoy no sé... no he mirado las estadísticas
Chao, pibes.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 25 10 2021