jueves, 16 de julio de 2020

ESTENILLAS

"Esta semana, Encarna y yo, tenemos planes. El próximo viernes, a las siete de la tarde, hemos quedado con Lola y Antoni, en el Marítimo, para dar un voltio y luego al Pescaíto, donde Antoni ha reservado, para que nos deleitemos con el all i pebre de anguilas.

 El sábado, mi hija Mónica, acompañada de nuestros nietos Joan y Raimon, nos recogerá en su Peugeot azul, para llevarnos a Estenillas, donde tenemos nuestra casa de verano, se quedarán hasta el domingo, nosotros, tres días más, hasta que venga nuestro hijo Quique a recogernos para devolvernos a València.

Aviso a los maleantes que buscan casas deshabitadas, que la nuestra de València no quedará sola, vendrá Jordi para estar aquí mientras estamos fuera y evitar así cualquier incidente.

Estenillas es un lugar fronterizo, pertenece al término de Requena, pero está a dos minutos del de Utiel. Pagamos la basura al Ayuntamiento de Requena, pero, como no pone contenedores aquí, nos vemos obligados a deshacernos de ella en los contenedores que el ayuntamiento de Utiel dispone junto a la piscina de la aldea de Estenas, vecina nuestra.

Frente a nuestra casa de la sierra residen, los fines de semana, Juan e Isabel, a quienes conocemos desde hace unos veinte años, cuando compramos nuestra vivienda rural, que luego rehabilitamos, y que ahora, desde que vendí mi coche frecuentamos menos, solo cuando alguien nos lleva.

 Estamos deseando pasar estos días en la sierra, lejos de la contaminación luminosa de la ciudad, contemplando en las noches de Estenillas la Vía Láctea, las constelaciones y demás cuerpos celestes visibles cuando te pones detrás de la terraza y miras para arriba, cuando el cielo está despejado, como parece que lo estará según la previsión del tiempo.

 Además de este placer contemplativo, no hay que despreciar los gastronómicos. Me llega el aroma desde la cocina de las carrilladas que está guisando Encarna, para llevarlas con nosotros. Mönica aportará una tortilla de patatas de  Mercadona, unas chuletitas y algo de embutido para hacerlo a la brasa, en la chimenea del salón. Bien, ¿no?.

En fin que si nada se tuerce, y todo sale segun lo previsto, vamos a pasar unos días, con sus noches, estupendos, en el clima serrano de Estenillas, más fresco que el de las noches tropicales en la ciudad.

Esto, todavía no es una crónica, puesto que aún no nos hemos ido, podríamos definirlo como una ilusión, aunque con altas probabilidades de convertirse en algo real, tangible, respirable.

Prometo contar, a la vuelta, lo que suceda en la realidad."

Un saludo cibernauta a todos quienes estos días piensan dedicarlos al turismo rural.

En fin. Estenillas.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 16 07 20.

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