viernes, 24 de julio de 2020

VIAJE A ESTENILLAS

"Hemos estado ausentes de la ciudad de Valéncia, desde el sábado pasado, hasta ayer por la tarde, en que regresamos de nuestra casa de la sierra de Utiel, por suerte, porque la temperatura allí, excepto en la tarde de ayer ha sido diez grados inferior a la de la ciudad, todo gracias a mi hija Mónica que nos llevó el sábado por la mañana en su Peugeot azul, acompañados de nuestros nietos, aunque ellos se marcharon el domingo por la tarde.

El primer día, además de disfrutar de la compañía de nuestra hija y nuestros nietos, jugando al Continental, dando paseos cortos y esas cosas, disfrutamos el placer gastronómico del 'arros caldós' que trajo Mónica en una olla enorme para todos.

El domingo, fuimos de excursión a un pueblo a 18 kilómetros de Requena, Chera, por el interés de Mónica en visitar el horno del pueblo, donde hacen unas empanadillas sensacionales. No quedaban empanadillas, en su lugar compró unos hojaldres que no tenían menor mérito, los chavales se los comieron y luego, ya a mediodía, comieron con desgana.

Por la tarde, Mónica se fué con los niños, algo preocupada porque nos dejaba solos tres días en la sierra. No fué para tanto, estuvimos acompañados por varios vecinos, Juan e Isabel, y, en particular, por Emilio, que estaba de obras en su casa, y con quien concertamos un lucrativo negocio para ambas partes.

Emilio nos arregló tres baldosas, deformadas por la humedad, picó la piedra en la base de la escalera que da al primer piso y que hacía imposible acceder a la planta de arriba de la casa. Nosotros, a cambio, le facilitamos las tuberías de PVC que conservábamos sin usar, para su casa, y todos contentos.

El miércoles, hacia las nueve, vino mi hijo Quique, con su compañera, y trajo un cordero lechal y un embutido para la cena, encendió la chimenea y cenamos de p.m. Luego, a las once, salimos a ver el cielo, Venus, la Osa Mayor, toda la Vía Láctea, prácticamente y luego, mi mujer y yo a la cama, Quique y su chica permanecieron hasta tarde, tanto, que al día siguiente se levantaron cerca de las dos de la tarde.

Quique preparó un sofrito con lomitos de conejo, alcachofa, judías y eso, luego preparó el caldo y puso a cocer el arroz, veinte minutos. Fenomenal. Después de comer, recogimos, y, después de depositar las basuras en los contenedores de Estenas, llenar unas garrafas de agua en la fuente del pueblo, poner veneno para las ratas en la planta superior de la casa, y dejar abierto un bote de humo para erradicar los arácnidos y demás insectos, nos montamos en el Ford Mondeo de Quique y a las seis y media ya estábamos en casa, a tiempo para ver en la tele El cazador, Boom, Pasa Palabra y, después de cenar el fiambre que Encarna olvidó en la nevera el día que nos fuimos, nos deleitamos con 'Los Tesoros de la Tele', en la 1.

 Y eso fué todo esta casi semana de vacaciones. Lo dejo. He de ir al ambulatorio a pedir hora para una analítica, luego al chino, a reservar para esta noche, y eso."

Un saludo cibernauta, a tirios y troyanos.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 24 07 20.

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