" En nuestros años mozos, los domingos, montábamos una fiesta en el barrio, alquilábamos un tocadiscos y un bajo, y todos los chavales y chavalas venían a bailar a nuestra fiesta. A ellos les cobrábamos, a ellas no. La voz de Doménico Modugno, con sus ritmos lentos, favorecía que las parejas bailaran amarraditos como dice esa canción....con lo recaudado cubríamos los gastos y aún sobraba para una cerveza entre los organizadores. Fueron tiempos felices, ahora, también lo son.
Hoy, domingo, doménico, hemos tenido la fortuna de ir al templo de la diosa Mónica. A diferencia de los usos hindúes, en los que los fieles se descalzan al entrar en los templos y dejan comida a los pìes de las diosas, en nuestro caso, la diosa Mónica nos ha obsequiado con el ritual de una paella de fideos finos, con gambas, cigalas, calamar, cangrejos, clochinas de la terreta, hueva de sepia...
Me he visto obligado a dar un sermón a los presentes, poneos en posición de rezo y agradeced a la diosa Mónica su benevolencia, que no nos merecemos pues los únicos méritos que podemos señalar son, en el caso de Encarna, la mujer de mi vida y yo, haber parido a Mónica, nuestra hija, en el caso de los dos nietos presentes, Raimon y Joan, haber habitado su vientre...
Como en otros templos, budistas o no, ha habido presencia de animales simbólicos...el gato de cerámica en el jardín y el gato vivo Missi que, en cuanto ve un resquicio, se escapa, porque es muy peleón...
Después de comer, una siesta de una hora, mientras en la pantalla de la tele daban las carreras de Fórmula 1 de San Marino y luego a casa, a escribir las chorradas del día, que supongo no verán hasta mañana, dada la hora tardía en que las publico.."
Agradezco a los usuarios de quince países distintos de cuatro continentes que han venido esta mañana a ver el blog su cordial presencia..
Chao, pibes.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 18 04 2021
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