....."Al abandonar el sótano los restos de varias jeringuillas usadas se esparcen por el suelo, alrededor
de un grupo de yonquis que me miran sin verme, con una mirada nebulosa y vidriada, lejana y próxima, desesperada e implorante, rebelde y sumisa, circundada de sombras. Todo es desolación en las cuencas de sus ojos, quizás pronto vacías, de esos ojos que miran a un futuro improbable.
Subo a la superficie, como el que emerge de una amaarga oscuridad y respiro con fuerza y deleite el aire que circula
por los patios abiertos que enlazan las diferentes galerías comerciales. Después de comprar, apresuradamente, unas porciones de queso de Idiazabal y Chamoise D'or, salgo del recinto, cruzo el puente, y me dirijo a la calle Blanquerías.
Después de un corto paseo junto a lo que parece un convento, se alza la fachada de la casa de los Benlliure, una mas
entre las que constituían las viviendas de las familias medianamente adineradas en el siglo XIX. En el interior de la
casa Museo, un conserje obsequioso y ligeramente achispado se dispone a acompañar la visita al lugar, junto a dos
turistas ingleses, que el insiste en decir que son americanos.
En el vestíbulo, los ojos de una mujer oriental y las fantasías venecianas de estilo impresionista, recuerdan la fascinación por lo oriental y lo exótico de Mariá Fortuny. En el zagüan, la cerámica del XVIII y XIX, las acuarelas
de Peppino y los cuadros de pequeño formato de José, los 'americanos' comienzan a dar muestras de una cierta confusión para identificar quien es hijo de quien en la saga Benlliure, a pesar de los pintorescos esfuerzos del conserje que chapurrea una erudita incursión en el árbol genealógico de los Benlliure, sin demasiado éxito.
La inicial confusión se convierte en desorientación declarada al entrar en el comedor, donde se acumula la relación de parentesco entre los retratados y mis colegas en la visita entran en una melopea total sobre padres, hijos/hijas,
hermanos y cuñadas, que se resuelve finalmente al desplazar su atención hacia una curiosísima estufa alemana en cerámica vidriada, de color verde, el mobiliario italiano y la mesa ovalada vienesa que decoran el conjunto.
Un apunte del Zoco de Tánger remite de nuevo al pintor Fortuny. Es probable que el viaje de José Benlliure al Norte
de Africa dejara una huella profunda en su sensibilidad y ejerciera una influencia duradera en parte de su obra posterior. En la sala siguiente se exponen obras, principalmente, de José y Peppino. En 'La Tartana de Pescadores'
de gran formato, es evidente la influencia de Sorolla, pero está lejos de alcanzar las calidades luminosas y cromáticas del autor de 'La Pesca de los Atunes'.
Es interesante la representación del salón columnario de la Lonja, y el apunte de Sierra Nevada, de Muñóz Degraín, es un delicioso aperitivo de los cuadros de gran formato que este genial impresionista ofrece en el museo de San Pío V."
(Lo dejo, oigo a mi hijo Jordi, que acaba de llegar. Viene a recoger unos papeles que necesita para regularizar su situación de parado temporal)
Un saludo cibernuta, dedicado a los amantes del arte.
En fin. Paisajes Urbanos (2)
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 23 05 20.
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