lunes, 1 de junio de 2020

HOLA

"Hola, después de unos días lejos del blog, vuelvo a las andadas.Mientras las gentes andan ocupadas con la desescalada, nosotros nos hemos dedicado a la escalada, hasta alcanzar los 900 metros de altitud de la sierra donde tenemos nuestra modesta casa de recreo.

La casa está ubicada en el centro de un circulo de colinas pobladas por millones de árboles, junto a los viñedos limpios y ordenados de la variedad Bobal, típica de esta zona, aunque algunos emprendedores cultivan ahora Cavernet Souvignon y otras variedades no autóctonas, para dar mayor empaque internacional a sus vinos. Aunque las viñas no son mías, cuando invito a algunos amigos a venir por aquí, les digo que esto es Falcon Crest.

Esta visita a la casa de la sierra no va de amigos, sino de familia, como no tenemos coche, nos lleva mi hijo Jordi y nos devuelve a casa mi hijo Quique. Al llegar, el viento serrano oculta el silencio del entorno, mientras paseo por el camino de tierra, entre tomillos, romeros, jaras, amapolas y algún reptil huidizo que escapa asustado por la presencia humana.

El pino que trajimos cuando era un bebé es ahora un árbol robusto, alguna de cuyas ramas amenaza la integridad del canalón que traslada el agua de lluvia al aljibe, ahora con un caudal pletórico.

El primer día de estancia, Pepa, la compañera de Jordi, nos gratificó con un arroz caldoso de pescado y marisco que, además de su excelente sabor y textura tuvo la virtud de aportar mayor fluídez a mi función intestinal, mucho mejor que cuando estoy en la ciudad. Por la noche, barbacoa.

El vino de aguja para los aperitivos y los del Somontano para los platos fuertes, estupendos.

Mi hijo Quique, por su parte, nos ha sorprendido con un guiso de pulpo con aguacate, soberbio, una fideuá con alcachofa, calamar y gambas deliciosa, por la noche barbacoa y la última comida espaguetis carbonara, perfectos.

Hacia tanto tiempo que no subíamos con nuestros hijos a la casa de la sierra que la experiencia nos ha parecido extraordinaria.

La música china y el vuelo de las mariposas entre las flores del camino crean un momento mágico para despedir esta breve crónica."

De nuevo, un saludo cibernauta para la gente amable que se acerca por aquí.

En fin. Hola.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 1 06 20.

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