jueves, 6 de septiembre de 2018

RICOS Y POBRES

"Ahora que con el regreso a la normalidad ocupacional, después del paréntesis de agosto, en los periódicos vuelven a escribir de desigualdades, dejando de lado, aunque no del todo, las serpientes de verano, se empeñan en continuar con Catalunya y el difunto cada día, vuelven a tratar el asunto de las desigualdades, el aumento del desempleo y del censo de los más ricos a la vez, incluso algún medio ha deslizado que la crisis no fué tal, sino una monumental estafa aprovechada por algunos para enriquecerse aún más, conviene matizar alguna cosa respecto a este eterno asunto entre pobres y ricos.

Es evidente que ricos y pobres no son iguales respecto de las rentas de cada uno y el modo de emplearlas, pero también es cierto, al menos a mí me lo parece, que ni los ricos, ni los pobres, son iguales entre ellos.

El caso más paradigmático de estas desigualdades inter clasistas es el de Donald Trump, un señor, que si hemos de creer lo que nos cuentan, goza de una gran fortuna, y a la vez tiene un cerebro de una calidad tan miserable, que sus más directos colaboradores lo abandonan por la imposibilidad de entenderse con un bruto tan primario.

Cabe preguntarse, ¿como un individuo así ha tenido la capacidad de hacerse con tamaña fortuna?. Si atendemos a lo leído y escuchado sobre el origen de la fortuna de Trump, aun sin estar documentado sobre ello, parece que su fortuna familiar se originó en el prostíbulo que regentó su abuelo durante años, lo que además de dar una respuesta a la pregunta, explica el trato de Trump hacia las mujeres.

Además de esta desigualdad interclasista entre Trump y otros de su condición económica, conviene destacar otra desigualdad interclasista entre sus votantes, pues es evidente que a Trump lo elevaron a su condición de presidente de uno de los países con mayor influencia internacional, los pobres, que son la mayoría del censo electoral, lo que nos lleva a preguntarnos si son de entre los pobres, los de menor cultura y formación política, los que propician las políticas, con su voto, que generan las desigualdades económicas.

Nunca he sentido envidia de la riqueza material, lógico, pues nací en una familia pobre, ignorando lo que es la riqueza. Si he sentido, muchas veces, lástima, al ver los resultados electorales repetidos, una y otra vez, como consecuencia de la ausencia de una mínima formación política entre las clases populares, demasiadas veces favorecedoras de políticas en su propio perjuicio.

¿Será porque mi familia, que nunca fué rica, siempre tuvo una sólida formación política?. No sé."

Cuando hablen de desigualdades, por favor, hagánlo de modo que todos aprendamos un poco más de sus causas.

En fin. Ricos y pobres.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 6 09 18.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios