lunes, 26 de junio de 2017

LA HUELLA DIGITAL

"Estaba yo viendo la tele, ayer, en pleno sopor de la tarde, cuando una noticia me llamó la atención. Una periodista ponía de manifiesto en imágenes, lo que había sucedido a varios demandantes jóvenes de empleo, que habían visto rechazadas sus solicitudes para participar en diversos procesos de selección, porque alguien había investigado su huella digital, sus imágenes en You Tube, sus textos en twitter, y no le gustaron.

En otro tiempo hubo Censura, no podías publicar lo que querías, y no lo publicabas. Ahora, afortunadamente, hay libertad de expresión, la gente publica lo que quiere, aunque algunos se lo guardan para cuando hay campaña electoral, para sacarle más el jugo, o no.

El derecho a la libertad de expresión es algo consustancial a la sociedad moderna, pero que alguien lo coarte por el procedimiento de negar el derecho al trabajo cuando esa libre expresión de algunos jóvenes, no le gusta, no sé si es peor que la vieja Censura, porque expresarse libremente es bueno para el espíritu, pero el derecho al trabajo está relacionado con la pura supervivencia.

La periodista terminó aconsejando a los jóvenes que tengan mucho cuidado con lo que dejan escrito o grafíado en su huella digital, porque hay mil ojos que nos vigilan, por cuenta ajena, para clasificarnos, o no, entre los aspirantes a un empleo.

¿Una nueva versión de la vieja Censura?. No sé. Por lo que me concierne, la huella digital me preocupa menos, porque hace más de diez años que dejé, voluntariamente, el trabajo por cuenta ajena, pero que muy ajena, para dedicarme al júbilo de no hacer nada, retribuído, eso sí, después de más de cuarenta años de cotizaciones entre trabajo por cuenta ajena y ejercicio libre profesional, aunque debo reconocer que la opinión ajena sobre la huella digital que ando dejando desde entonces, me interesa.

En particular, me interesa la opinión de los 119.970 usuarios que han visitado el blog desde su creación. Me complace que solo uno de ellos, de nacionalidad mexicana, me haya llamado 'hijo de la chingada' por mis elogios a la tecnología biomecatrónica de un Instituto de Massachusetts, un elogio a la ciencia, que el mexicano interpretó como un elogio a los yanquis, él, al parecer, era anti yanqui.

Pero, lo que me sorprende de todo esto de la huella digital es que, estando la mía bien presente en Internet desde hace más de diez años, aunque en un rincón de la Red algo oculto, una página Web, Linkedin, me ofrezca, casi cada día, elegir entre más de 2000 empleos, solo en la Comunidad Valenciana, a mí, que hace diez años que estoy jubilado, ellos deberían saberlo, y me sugiera relacionarme con personas ilustres en lo suyo, de alto nivel profesional, cuando mi relación con los personajes ilustres, sobre todo de la política, se limita desde siempre, a leer sus paridas en la prensa, o a escuchar desde el plasma sus discursos, que hacen que me parta de risa, gracias a ellos. Sin ellos, tal vez sería peor.

Esto de la Huella Digital no es para tomarlo a broma, es evidente que nos vigilan en la Red, eso lo sabemos, pero de ahí a vetar a ciertos jóvenes porque no gustan a quien les investiga sus paridas, y negarles el derecho al acceso a un puesto de trabajo, parece algo, no se si jurídica o éticamente, por lo menos,  reprobable, que debería ser motivo de estudio por quien corresponda."

No me ha resultado indiferente esta noticia. Será porque acababa de publicar la página 'Letra impresa/Letra digital', que algo tiene que ver con todo esto.

La Huella Digital.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 26 06 17.

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