jueves, 22 de marzo de 2018

VÉRTIGO

"No me voy a referir a la película de Alfred, sino a la posibilidad de que los cirujanos que me operaron el ojo hace unas semanas, se equivocaran y me atizaran con el láser en todo el oído porque, desde entonces, ya he tenido un par de episodios de vértigo, afortunadamente el de hoy, leve, de lo contrario no estaría escribiendo estas tonterías.

A pesar de su levedad, de su carácter pasajero, el vértigo es, claramente, incapacitante. Parece mentira que algo como una membrana del oído interno, tenga el timón de nuestros movimientos, de nuestro equilibrio, de nuestra capacidad de andar por la calle sin estrellarnos contra un árbol.

Hoy, a pesar de esa limitación, he bajado al Maravillas, y he observado que algún cliente y vecino estaba peor que yo. El modo en que estaba apoyado en la barra, tapándose los ojos con las manos, indicaba que algo iba mal, aunque he sido incapaz de adivinar si se trataba de sobredósis o de abstinencia.

He vuelto a casa enseguida, aunque he entrado al quiosco por el camino para comprar el periódico. Así me he enterado que el toldo que les puso 'Levante' en el local está mal instalado, con riesgo de caer sobre un cliente, les he dejado llamando por teléfono a Toldos Navarro para pedir asistencia.

En cierto modo, yo estoy como el toldo, desequilibrado --en sentido físico, no vayan a pensar-- por el efecto ya menguante del vértigo, no tanto como para ir a la farmacia a por un antivertiginoso, al ser una cosa pasajera, pero ni intento leer el periódico, de momento.

Es la hora en que yo debería estar en la calle, solidarizándome con los mayores en la protesta contra el trato del gobierno de Rajoy a los pensionistas, pero mi estado no me lo permite.

En lugar de esa participación activa solidaria, me conformo, después de un rato en el sillón que me lo aconseja, con la lectura en la 8 de 'Levante', del artículo de Teresa Mollá, la Ineficacia de Rajoy, cuyo contenido encuentro muy semejante, aunque más ponderado, que los que he escrito en el blog sobre el mismo tema.

Del mismo modo que el vértigo me incapacita a mí para ejercer mis facultades con normalidad, estimo que el partido de Rajoy, el PP, está emprendiendo un rumbo vertiginoso hacia la nada, y no es que lo diga yo, lo dice Teresa con argumentos más ponderados y moderados que los míos.

Suele ocurrir con la edad, pasado lo mejor de la juventud, empiezan a salirte teclas, lo mismo si eres un bloguero que un partido político tan viejo y gastado como el PP, encima heredero de Alianza Popular, fundado por Fraga Iribarne, ministro de Franco."

Al final, solo lo van a votar los que todavía piensan que aquella etapa, la dictadura, fué la más conveniente para el país. Tendrían que mirárselo, lo del vértigo, digo.

En fin. Vértigo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 22 03 18.

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