domingo, 3 de marzo de 2019

ÁRBOLES

"Vivo en un barrio afortunado, por la gran población de árboles que lo habita, desde hace más de treinta años. Cuando tienes una edad en que transitas apresurado por las calles, los árboles te parecen cosas con un tronco y unas ramas, ni siquiera piensas que tienen sus raíces. Hoy he bajado a ka Lola, después de tomar un café cortado en taza me he sentado un momento al sol junto a un grupo de árboles.

Los árboles, anque sean de la misma especie, no me han parecido iguales, su enorme diversidad no se debe solo a que tengan distinta genética vegetal, que sean de especies distintas, sino a su reacción individual respecto a las extraordinarias variaciones climáticas que estamos experimentando que, en algún caso, han anticipado su floración un mes.

También he podido ver como árboles de la misma especie, presentan un aspecto distinto ante esos cambios en el medio. Me atrevería a decir, sin ningún fundamento científico, que cada árbol es un ser vivo individual que reacciona de un modo propio a los efectos del entorno, con independencia de la semejanza que se les atribuye a los de su especie.

O sea, para entendernos, no como los humanos, a los que en la vomitiva precampaña electoral que llevan a cabo nuestros pastores, se nos lanzan mensajes indiscriminados, falsos unas veces, grandilocuentes otras, poco fiables casi siempre, con la intención de que nos comportemos masivamente con nuestros votos, como un solo hombre.

Esto del voto tiene más miga de lo que parece. ¿Ustedes son conscientes de que cuando le dan un voto a uno de estos políticos de nuevo, o viejo cuño, le están dando dinero?. Sí, porque las subvenciones que reciben los partidos políticos se calculan en función de los votos recibidos.

Todos sabíamos, supongo, que cuando depositamos nuestros ahorros en una Entidad Bancaria, aunque nos los devuelvan íntegros más tarde, mientras los han tenido en su poder han generado recursos para ellos que superan con creces la cantidad confiada a su custodia, pero, ¿tenemos claro que al depositar nuestro voto estamos dando dinero a una clase política, muy necesitada de regenerar no solo sus cuentas internas, sino sus actitudes, sus discursos, su tendencia al insulto, a la falsedad, a la demagogia, como se decía antes?.

Yo empiezo a tenerlo algo más claro, desde que me fijo en los árboles, ya ven que cosa.

Y es que nuestros políticos, como nuestros árboles, no son iguales, son específicamente distintos en su individualidad, por eso no soy quien para recomendar que no se vote, aunque alguna vez he soñado que coño harían los políticos ante un cien por cien de abstención, sino que se mire bien a quien se le da el dinero a través del voto, no vaya a ser a los mismos que se lo han llevado crudo durante varias legislaturas, no voy a decir quienes son, ya ustedes lo sabrán.

Aunque de poco serviría si se lo damos a los que prometen hacer cosas sabiendo que no pueden hacerlas.

Y luego, algunos dicen que 'los árboles no nos dejan ver el bosque', será que no miráis bien, tíos.

¿A que viene todo esto? Es fácil, ayer en el cumple de mi hija, después del estupendo aperitivo, con un guacamole hecho por mi nieto mayor, la monumental paella y la soberbia tarta de nata y trufa, escuché unos comentarios sobre monarquía y república.

Como siemore que escucho esto, no evité soltar mi mantra: monarquía y república solo son dos formas de organización jerárquica de los sistemas, y como ya sabemos como se las gastan las jerarquías, sean monárquicas o republicanas, recomiendo la Anarquía pacifista: La ausencia de jerarquía. "

Por cierto, la tarta estuvo celestial, y en las próximas elecciones no tengo claro si votaré o me quedaré en casa rezando para que salga el menos malo.

Un saludo cibernauta.

En fin. Árboles.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 3 03 19.

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