sábado, 16 de marzo de 2019

ÓRDENES

"Pertenezco a una generación que todavía hizo la mili. No fué el caso de mis hijos, la mayor, por su condición de mujer, entonces no podía formar parte del Ejército, Quique, se hizo objetor de conciencia y en lugar de cuidar el fusil, cuidó afectados por el Sida, Jordi ya cumplió sus años para hacer la mili cuando no había mili.

Mi mili fué, en realidad, un paseo, porque alguien me enchufó como voluntario en el Ejército del Aire y, después de un mes de instrucción, compartido con personas excelentes, como Felipe Garin, que dirigió el Museo del Prado, lectores impenitentes, muy al día de la mejor literatura de la época, y algún vecino del barrio, me destinaron a la Jefatura del Sector Aéreo, un lugar al que nos traían la paella para comer de otro acuartelamiento en un jeep, y el teniente general la cataba para asegurarse de que a sus reclutas nos daban bien de comer.

 Pero yo quería hablar de la autoridad, de las órdenes, porque he visto un titular en 'Levante' de hoy --por cierto se han escaqueado de la entrega del Magazine, aunque lo hemos pagado-- que me ha motivado a escoger el tema de la pagina de hoy.

Tengo un vago recuerdo de que el oficial responsable de la 'Segunda bis', el servIcio secreto de aquel Ejército, se empeñaba en que yo dijera 'A la órden de Usía, mi teniente coronel', pero yo siempre dije 'a sus órdenes' porque me parecía que quien me mandaba no era una persona, sino un sistema.

Estuve poco más de un año vistiendo uniforme, aunque enseguida solo por las mañanas, por las tardes me lo quitaba y me iba a la consultoría fiscal donde trabajaba desde los doce años.

Un chollo de mili, ¿no?, aunque solo accesible para quienes conocian a alguien que los pudiera enchufar.

Por cierto, en diez años, nunca había publicado una página como esta que tal vez se debía haber titulado 'Historias de la puta mili'. Ahora voy al titular de 'Levante', pese a lo delicado del asunto, me arriesgaré:

"La parricida de Godella afirma que mató a sus hijos porque se lo 'ordenó Dios'.

Los aventurados comentarios que he escuchado en la Sexta sobre este trágico suceso, aluden a que la presunta responsable de los luctuosos hechos está detenida en un psiquiátrico, también han informado de las incoherencias en las declaraciones de la detenida, con lo cual parecen dar a entender, a falta de las oportunas investigaciones, que la presunta autora del macabro hecho padece algún tipo de trastorno mental.

Esta suposición, todavía no confirmada, merece alguna matización. Esta persona, al parecer, nació en lo que podríamos llamar un 'barrio rico', de València, por lo que hay que suponer que fué bautizada,  y confirmada y todo eso en las iglesias de la zona, no sabemos si fué, o no, católica practicante de las llamadas de comunión diara, ni si fué a un colegio de pago, antes de liarse la manta a la cabeza, marcharse a Bélgica y adoptar una actitud, entre comillas 'libre pensadora', o más bien, hago lo que me da la gana´y a tí que te importa.

En mi opinión, un mismo trastorno mental actúa de diversas maneras según sea la experiencia vital de cada indivíduo. Me atreveria a afirmar, soy así de atrevido, que, sea cual sea el resultado de las explicaciones comprobadas de este suceso, no serán ajenas a la formación infantil, juvenil y adulta de la persona supuestamente más implicada en el.

No puedo imaginar a un vecino de mi barrio, que fué un barrio pobre, cometiendo una tropelía y justificándola con una órden divina. Ahora ya no es un barrio pobre, claro, es un emporio de bares, cafeterías y restaurantes, por el que no puedes caminar por la acera sin tropezar con una terraza.

Me molesta, solo un poco, que Mámen Mendizábal, en la Sexta, presuponga tantas cosas de estos sucesos aún no investigados. Me molesta, un poco menos, elucubrar sobre asuntos tan delicados, sujetos al secreto de sumario, pero hoy tenemos comida familiar, no vamos a salir por la mañana y, al ver el titular de 'Levante', no he podido resistirme, aunque ya me estoy arrepintiendo, no vaya a ser que los millones de personas religiosas de este país se sientan ofendidas. "

No está en mi ánimo ofender a nadie, aunque sospecho que, aunque no todos, algunos aún viven en los tiempos de Torquemada.

Vaya mierda de página, no?

Un saludo (agnóstico) cibernauta.

En fin. ördenes.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 16 03 19.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios