EL RETABLO DEL HOLANDÉS (4)

"Vuelvo al relato de mis papeles viejos, porque las noticias sobre política doméstica comienzan a aburrirme y noto, además, una cierta indiferencia por la dimisión de Albert Rivera, con quien no me unía ningún vínculo, además, hace rasca, lo he comprobado al bajar a Mercadona a por un par de botellas de vino y alguna cosa más, y se está mejor aquí, en casa.

 "El Pueblo se reúne"

 El mercader protector del pintor, a quien llamaban el Genovés por sus negocios de seda con comerciantes de aquella ciudad portuaria, consciente de la hostilidad creciente de algunas gentes del pueblo hacia su protegido y de las denuncias que habían llegado al obispado de Urgel, decidió reunirles para que esa situación no degenerara en algo peor.

La reunión se celebró en la casa del mosén, que la cedió para esa finalidad, mientras el se iba de caza, y asistieron a ella los que enseguida se verá.

 --Genovés. A ver, que quejas tenéis contra el holandés.

 --Morgana. Es un hereje, es un hereje, es un hereje....

 --Mitchagalta. Nunca debistéis quitarme a Roser, para dársela a ese demonio.

--Nuria. Nos está costando muchos doblones. Lo que nos dáis para su manutencion no alcanza para lo que come ese Gargantúa.

--Casandra. Os lo dije. Nada bueno debíais esperar de la presencia del extranjero en el pueblo.

--Genovés. Morgana, nos puedes explicar las razones de tu acusación.

--Morgana. Sin dejar de pasar las cuentas del rosario. Es un hereje, es un hereje, es un hereje...

--Genovés. Y tú Mitchagalta, ¿que tienes que reclamar? No te pagamos lo convenido por los servicios de tu porqueriza que, además, son por un plazo determinado.

 --Mitchagalta. He oído que fuerza a Roser y ese servicio no entraba en el precio.

 --Genovés. Por lo que yo sé, eras tú el que la forzabas, con gran horror por su parte, dada tu repugnante fealdad, mientras que ahora, la muchacha, hace su santa voluntad y parece dispuesta a irse con el holandés y, si accedes, se te pagará un precio por ella.

 --Mitchagalta. Nadie se llevará a mi porqueriza sin mi consentimiento y menos ese demonio que la ultraja y nos ultraja a todos con sus vicios satánicos.

 --Genovés. ¿Que quieres decir?
--Casandra. Yo misma los ví recién amanecido, el otro día, cuando practicaban el coíto por un camino que los inquisidores condenan por sodomía.
 --Genovés. Pero, ¿que dices?, si tú estás ciega...
--Morgana. Pasando el rosario. El pintor practica la alquimia y las ciencias ocultas. Mezcla sustancias mágicas para obtener poderes diabólicos..
 --Genovés. Morgana, lo que tu llamas alquimia, es solo la mezcla de pigmentos que el holandés usa para el mejor acabado de la Pietat, el hermoso retablo que está concluyendo para nosotros que, por lo que oigo, no lo merecemos.
Pero, no os daís cuenta de que si persistís en vuestra hostilidad y seguís mandando recados al obispado de Urgel, no solo ponéis en riesgo la seguridad del holandés, sino la de los retablos que estamos sufragando entre todos.

Retiraos. pensad bien lo que estáis haciendo, cuando vuelva el mosén de su expedición de caza,nos reuniremos de nuevo y acudiremos a sus sabios consejos para dar fin a este conflicto absurdo."

(continuará, o no)

Un saludo cibernauta.

En fin. El Retablo del holandés (4)

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 11 11 19.