"He bajado al Maravas cuando aún hacía fresquito. Por el camino, he visto a dos operarios de la limpieza municipal, provistos de una especie de bastones eléctricos, con una pequeña hélice, cortando el cesped
de los setos de la avenida.
Nada de particular, solo que sus uniformes, no sé porqué, me han recordado los de los policías de aquella peli
en blanco y negro, Fahrenheit 451, en la que quemaban libros en la plaza pública, mientras los televisores domésticos
controlaban las mentes y las actitudes de los usuarios de esos medios.
No hagan el menor caso de esta analogía, carece absolutamente de base sociólogica, nada tiene que ver la sociedad totalitaria de aquella ficción con nuestra realidad democrática de ahora mismo. Otra cosa es que se observe una tendencia en la vida pública que, pasadas algunas décadas, reduzca la distancia entre aquella ficción y esta realidad.
Escuchar al señor Sánchez posicionarse sobre la ilegalizacion de partidos políticos junto con las derechas en este país tan escarmentado de prohibiciones, ilegalizaciones, en fin, ataques a las libertades ciudadanas y partidarias, supongo yo que tendrá algún efecto sobre sus electores potenciales, y sobre las posibles alianzas pos electorales.
En mi caso particular, el efecto de esas declaraciones, aunque confieso que trato de mantenerme al margen del ruido electoral, confirma mi intención de no votar a Sánchez, a su partido, que parece más interesado en la pervivencia del bipartidismo, que en la supervivencia de los colectivos más debiles entre sus votantes, jóvenes sin empleo, inmigrantes tachados de criminales, mujeres con brecha salarial, ancianos, dependientes, que solo reciben promesas vagas sin confirmación racional alguna de que sus necesidades puedan ser satisfechas por el gobierno que salga de las urnas, si es que sale alguno, que esa es otra.
Ante este panorama, yo, después de haber escuchado al candidato de Podemos en el barrio de San Marcelino, que se presentó como inspector de trabajo, buen conocedor de lo que se cuece en la comisión del Pacto de Toledo, y que luego me he enterado que, además, es doctor en Derecho y profesor universitario, o sea que no es un mindungui
como los de Vox, o cualquiera de los otros partidos, ya he decidido mi voto, a menos que hoy suceda algo que haga que cambie de opinión, que todo podría pasar, visto lo que ha ocurrido en Catalunya con las palabras del delator de los CDR, que a mi me han sonado a guerra sucia, como la cal viva en tiempos del peor Felipe González, vaya usted a saber si el delator es, además, un infiltrado."
Lamento que se me haya ido de las manos el contenido de la entrada de hoy.
Yo aspiraba a escribir algo intrascendente, como que voy a bajar a Mercadona, porque hoy tenemos comida familiar y esas cosas, pero me ha salido esto. Que se le va a hacer.
Me voy a Mercadona, a por los berberechos y alguna cosa más.
Un saludo cibernauta.
En fin. Fahrenheit 451
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 9 11 19.
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