domingo, 10 de enero de 2021

DOMINGO

"Hoy no he bajado al Marvillas, porque los domingos no abre. He ido al chino, he tomado un café cortado descafeínado, en vaso grande. He intentado dar una propina por el detalle del vaso grande, pero el chino no me la ha aceptado.

Luego, he pasado por El Cantonet, he traído la prensa y un paquete de caramelos sin azúcar. Instalado en mi sillón del salón, con la calefacción puesta, he ojeado el Levante de hoy. Me han interesado dos artículos críticos con el movimiento trumpista y su golpe de Estado, escritos con moderación, pues, setenta millones de norteamericanos no merecen una simplificación de lo que allí ha sucedido.

Es obvio que entre esa muchedumbre de votantes del estulto Tramp, decepcionados, no solo habrá radicales enloquecidos, sino muchos miles, algún millón de personas preocupadas por su país, decepcionadas por el aumento del desempleo y la incapacidad de sus políticos para resolver sus carencias sociales, por no hablar del desastre de la pandemia en ese país, como en todos, aunque allí, algo más.

Pero yo, hoy, no quiero dedicar esta página a las noticias de actualidad, Filomena, Trump, esas cosas, sino a una sensación, quizás un sentimiento, que hace años no me visitaba, la nostalgia.

No soy fan de la nostalgia, algo que suele rememorar algún placer pasado, prefiero vivir el presente, el día a día, pero, ignoro porqué, en este frío domingo en el que solo he salido a la calle a tomar café y a por la prensa, han venido a mi memoria los muchos domingos dedicados a visitar el Jardín del Turia, en València, aquellas mañanas de sol, la visita al estanque donde los barcos teledirigidos navegaban para disfrute de los niños adultos que los conducían.

Luego, las cervezas en alguna terraza de los alrededores, la visión del Gulliver lleno de niños jugando y  las muchedumbres, peatonales o en bici, que se veían por los paseos del lugar. La sensación, inequívoca de que los domingos son días de fiesta. Nada que ver con el domingo de hoy, con lo que dudo de que el ahora, el presente, sea lo único que debemos considerar, al menos en estos extraños tiempos por los que estamos pasando.

¿Es esto nostalgia?, no sé, quizás es la expresión de un deseo, que Filomena y la pandemia dejen de jodernos cuanto antes y podamos volver a una especie de normalidad, sin nostalgias, pero sin la sensación de un presente indeseable.

¿Y ustedes?, los amables internautas que se acercan por aquí, hoy muy pocos, que piensan de todo esto."

Un saludo a todos, tirios y troyanos, trumpistas y antitumpristas, que lleguen a una mejor convivencia pronto, pakistaníes, tailandeses, europeos, de Emiratos, en fín, a todos los usuarios de una docena de países, de cuatro continentes, que se acercan por aquí, aunque hoy, no sé si a causa de Filomena, o no, lo han hecho en menor medida.

Chao, pibes.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 10 01 2021

  

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