viernes, 29 de enero de 2021

EL CAMIONERO

"Hoy hemos bajado a la calle, Encarna y yo, sobre las doce, para disfrutar de una mañana muy soleada, mientras hacíamos varios recados. Primero, la farmacia, a por mi Spiriva, un gas que inhalo cada día para mejorar el estado de mis pulmones. La farmacéutica ha consultado, --No te lo puedo dar, no está en la lista.

No pasa nada, he pensado, el próximo miércoles día 3, cuando me llame mi médico para comentar lo de mi analítica, de paso, le pediré que lo incluya, y ya está.

Luego, hemos ido al Consum de Obispo Jaime Pérez, a por el Guacamole que me recomendó mi hijo Jordi, es picantito, pero no tiene tanto cebollino como el de Mercadona, de paso, hemos comprado un bote de humus.

Al regreso, he entrado en el estanco de Zapadores, a por dos paquetes de West largo para tener reservas los próximos tres días. Cumplidos los encargos, Encarna ha subido a casa para cocinar el puré con algo más triturado que no recuerdo, para el menú de hoy. Yo me he quedado en el banco soleado donde suelo fumar un cigarrillo, a solas, antes de subir a casa

Hoy, ese momento ha sido algo distinto. Mientras fumaba, un anciano se ha sentado junto a mí, --Le molesta que me siente...-No, para nada, le molesta a vd. que fume...--No, aunque lo dejé hace cuarenta años.

El anciano ha resultado ser un camionero jubilado, que me ha contado su dilatada trayectoria profesional con todo detalle, las ciudades que visitaba con su camión, los distintos lugares donde tenía que dejar, de un lado la cabina, de otro el remolque. Hasta me ha contado la historia de la empresa donde trabajó, Transportes San Félix, desde el principio hasta el final.

Le he preguntado, --Que edad tiene usted... --Ochenta y nueve años.. A continuación, he dicho lo que acostumbro cuando me responden  a esa pregunta. --Según un dramaturgo asturiano, esos 89 usted ya no los tiene, porque ya los ha gastado, los que tiene, no sabe cuantos son...

El ex camionero ni se ha inmutado, no ha hecho comentario alguno a mi argumento, ha seguido contando, escuchándose a sí mismo, supongo, su historia y la de la empresa de transportes donde trabajó durante su vida laboral.

He intentado interrumpirle, para contarle algo de la mía, que comencé  a trabajar por cuenta ajena a los doce años y a cotizar a partir de los catorce, que comencé a estudiar Económicas a los veintisiete y alguna cosa más sobre el estado de mis pulmones, pero el ex camionero no ha mostrado ningún interés, aunque me ha dicho que a el le quitaron un trozo de pulmón y le han operado de la cadera.

Ante la imposibilidad de entablar una conversación bidireccional con el ex camionero, que vive en el barrio, en un cuarto piso y tiene dos hijas que también viven por aquí, el no vive solo, sino con su mujer, me ha dicho, he dado por terminada esa relación unidireccional y he subido a casa, donde  Encarna, la mujer de mi vida, que a veces se interesa por lo que le cuento, estaba en la cocina, terminando el menú de hoy. Luego, a comer.

Antes de sentarne a escribir estas chorradas, he salido al balcón, he fumado un cigarrillo al sol, que me ha sabido a gloria, y ya, lo voy a dejar. Voy a ver con Encarna, Saber y Ganar, como cada día a la hora de la siesta. Ella se duerme, yo no."

Un saludo afectuoso a los cibernautas que se acercan por aquí. Hoy, supongo que pocos, total, a quien le va a interesar la historia del camionero, a mi tampoco, aunque me la he tragado entera, por educación. 

Chao, pibes.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 29 01 2021



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