domingo, 10 de diciembre de 2017

AVISOS Y ESPANTADAS

Hola, buenos días. Habrán notado que ya hemos vuelto de la Alcarria, antes de esta salutación, porque nada más volver, antes de saludarles, he escrito unas cuatro mil palabras, la crónica del viaje. Impaciente que es uno, porque nací, ya lo saben, un minuto tarde y nunca lo recuperé.

Nada más volver a Valencia nos dejamos caer en el sillón y vimos los telediarios. al final, todos ponían lo mismo, la 6, la 3, la 4, hasta la 1, --la vimos, sí-- una historia de terror basada en la ciclogénesis explosiva que nos amenaza, llamada por unos borrasca, por otros temporal, por otros Ana, que casual, un nombre de mujer para ilustrar el miedo.

Según unos, olas de ocho metros, vientos de más de cien kilómetros por hora. Será por Galicia, digo yo. Me he asomado a la ventana y hace un solazo que te cagas. No es extraño que los mas nacionalistas de aquí digan que esta es 'la millor terreta del mon', sobre todo cuando la borrasca no entra por Levante.

Hablando de nacionalismos, 'Levante' lleva en la primera, no una noticia, una simple información, más del 57% de los ricachos catalanes que han emigrado, se han venido aquí, a Valencia. La hemos jodido. Esa noticia me parece más digna de atención que lo de la borrasca Ana, porque si las leyes económicas de oferta y demanda y el peso de las rentas personales en los hábitos de consumo existen realmente, sospecho que el precio del café en La Fuente, va a subir antes de que podamos tomar medidas contra esa nueva agresión financiera.

Se me ocurre trasladarme a vivir al Raval, en Barcelona, ahora que allí han caído las reservas hoteleras, las ventas, y por tanto, los precios. Esperaré al resultado de las cercanas elecciones catalanas y, según sea el resultado, tomaré una decisión económica racional.

Mientras tanto, me voy pirado a Carrefour, porque esta mañana me he vestido con los únicos calzones limpios que quedaban en el armario. Tienen la goma pasada, al llegar a La Fuente, ya me caían por las rodillas. Voy a comprarme unos de esos apretaditos, que te presionan los huevos, pero, al menos, no se caen.

Y por favor, dejen de poner nombres de mujer a las tormentas, ya tengo bastante con el de Encarna que ayer, me castigó sin comer y sin cenar, ella tampoco comió ni cenó, y se pasó todo el día en la habitación, como si fuera la princesa tuerta, porque al parecer la traté solo de palabra, con brusquedad.

Al cabo de unas horas le dije, que quieres que haga si padezco un trastorno bipolar, ya voy al médico y tomo pastillas, no puedo hacer más, además mi exabrupto fué una respuesta, eso sí, no meditada, a tu excesivo afán controlador, que pareces la abuela de la peli de la otra tarde, que tiene un conflicto con la nuera, por la excesiva influencia de la abuela con el nieto.

Piensatelo, lo del control, y yo pensaré aumentar a dos las pastillas de Rivotril, no sin antes consultarlo con la doctora Palop, que es quien manda, aunque sin estilo controlador.

Joder, me ha salido demasiado largo para ser un aviso, en realidad, más parece un desahogo, sí.

En pröximas entregas, espero volver a la normalidd. Hasta entonces, un saludo a todos los internautas.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 10 12 17.

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