miércoles, 27 de diciembre de 2017

BRUNO

"Me ha despertado Bruno a una hora demasiado temprana, las cinco de la mañana. No es que yo tenga un compañero de cama masculino, llamado Bruno, que me ha despertado de un arreón, lo que no tendría nada de particular, ahora que mi mujer duerme en otra habitación, porque sufre un trastorno temporal de ansiedad derivado de mis ronquidos que no le permiten descansar, sino que ha sido el arreón dado por otro Bruno, esa llamada borrasca, o tormenta tropical huracanada que ha golpeado salvajemente contra las persianss de la habitación, y me ha sacado de la cama del susto

Me pregunto cómo es que pasan estas cosas, estos fenómenos extremos en España, con ñ, un pais, lugar, nación o lo que sea que cuando yo estaba en edad escolar y leía el Grado Medio en el aula de Doña Mercedes Raga, en un piso de la calle de Cádiz, allí decía que España, con ñ, tenía un clima templado.

Ahora España con ñ, parece, al menos así me lo parece a mí, un país tropical,o semi tropical, con sus monzones, sus huracanes y todo eso cada vez más frecuentes y porqué no decirlo, algo amenazantes.

De aquella tranquila época escolar nos separa un largo periódo de crecimiento económico e industrial, en el que las emisiones de gases a la atmósfera están cambiando, sí, no solo el clima, de un modo acelerado, no hay más que ver las estadísticas de ventas de ooches, la presencia creciente de coches en las calles, para ver que algo está pasando, aunque al estúpido inquilino de la Casa Blanca, que al parecer pasa cien días al año fuera de ella, de vacaciones, sin tomar decisiones políticas,no le guste la expresión cambio climático, lo cierto y verdad es que algo está cambiando, cada vez de modo más rápido, sucesivo y violento, en lo que respecta al clima.

El otro día escuché unas declaraciones de Carlos Taibo, antiguo colaborador de Libre Pensamiento, que hablaba con su habitual tono apocalíptico defendiendo el Decrecimiento, la renuncia a los ritmos de crecimiento económicos actuales como la solución única a los problemas medioambientales.

No comparto el radicalismo de Taibo, pero si creo que hemos de hacer las cosas de otra manera a como las estamos haciendo ahora, solo hay un problema. Así como en la Grecia Clásica eran los filósofos los que asumían los problemas de su época, y los poderosos les hacían caso, ahora son los poderosos los que tienen a sus órdenes a un ejército de Eonomistas que, no es que sean incompetentes, sino que están al servicio de los poderosos, para hacerlos cada vez mas ricos, a cualquier precio, aún al precio de los aumentos en frecuencia e intensidad de los fenómenos cada cada vez mas extremos y frecuentes que hemos dado en llamar 'cambio climático', como es el caso de Bruno, que me ha despertado a las cinco de la mañana.

No creo en la solución radical de Taibo, el Decrecimiento, me parece una vuelta atrás, que nos llevaría al Neolítico. Si me parece razonable comenzar, ya, a hacer las cosas de otra msnera. Es cierto que muchos políticos municipaies, más o menos progresistas, están eliminando tráfico urbano de automóviles de las ciudades, que es lo que hay que hacer, mal que les pese a algunos, para volver a entornos medioambientales razonables, pero eso no resuelve el problema del modelo económico, que, aquí, se decide en Madrid, con d.

Lo razonable sería, no tanto decrecer, sino volver al modelo griego, que sean los filósofos quienes aconsejen a los políticos, no los politicos los que dirijan el cotarro con su cuadra de Economistas, porque eso, si continúa, nos acercaría a situaciones apocalípticas,

Solo aprendiendo a crecer de otra manera mas respetuosa, no solo con el clima, sino con las generaciones futuras, tenemos la posibilidad de mejorar el mundo, su entorno. No es tan difícil, pero se necesita un requisito previo que ese si parece complicado.

Echar del poder, por medio de las urnas, a quienes han gobernado el mundo, el planeta, cada uno de sus países, en lo que va de siglo, pero no para sustituirlos por papanatas como el de Podemos, sino por una nueva generación de politioos que escuchen más a los filósofos, y menos a los Economistas."

Soy consciente de que el hecho de que Bruno me haya despertado a las cinco de la mañana, ha perjudicado mi relativa lucidez a la hora de pergeñar la entrada del día, pìdo disculpas por ello.

Por cierto fuí Economista, que no se molesten mis colegas por mis afirmaciones demasiado generalistas sobre la economía tal como la practican ahora.

En fin. Bruno.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGIN) 27 12 17.

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