lunes, 16 de abril de 2018

AIRE

"El juez llama a declarar al Aire:

--Es usted responsable de cuantiosos daños materiales en nuestro patrimonio forestal y urbano, además de causa de accidentes mortales. Consta en el sumario la evidencia material de sus excesos, perfectamente documentada. ¿Algo que declarar?

--Sí, no me sorprende que me abran una causa judicial, después de haberlo hecho con el Agua. Lo cierto es que, observando la conducta humana desde hace milenios, ya no me sorprende nada.

Si acaso que no sea usted consciente de que sin la biosfera su presencia togada que recuerda los tiempos de la Inquisición no sería posible, sería usted una mínima bacteria que no habría progresado.

Es cierto que, cada vez más, se producen episodios mas frecuentes y extremos en los que estamos presentes los elementos naturales, pero, si se trata de fijar responsabilidades, encuentro que en su sumario, en los papeles con los que me han citado, falta algo.

La responsabilidad de los humanos, en términos de maltrato al medio ambiente, pero también su ignorancia e imprudencia para protegerse de esos episodios extremos. Teniendo una red de satelites y otros instrumentos de observación, es obvio que están en condiciones de tomar medidas precautorias, que no siempre se toman.

En Arizona --tengo un amigo con familiares allí-- cuando hay una alerta de fenómenos extremos, las gentes clausuran puertas y ventanas y se refugian en los sótanos. Nunca he recibido un requerimiento judicial de los tribunales de Arizona. En cambio aquí, van a visitar los parques en días de viento huracanado, y me piden a mi responsabilidades. No lo entiendo, como tampoco entiendo que no sean ustedes conscientes de los cambios en los elementos naturales debidos a actividades humanas destructivas del hábitat en los últimos dos siglos.

 --Nada de lo que usted argumenta es ignorado por este tribunal, pero, usted mismo ha dicho que el mundo está cambiando, y la lógica jurídica tiene que cambiar con él. No veo razón alguna para liberarle de sus cargos, aunque aún hemos de deliberar para dictar sentencia.

 ....

El Aire, reflexiona, en silencio, mientras el tribunal se retira a deliberar. Somos sujetos de muchos cambios físicos en la naturaleza, pero no hasta el extremo que observo en las instituciones jurídicas de los humanos. Parece que han perdido el sentido de los límites de su campo de actuación. En lugar de dejar en manos extrajudiciales, asuntos que antes se resolvian con el acuerdo y la cooperación, están invadiendo terrenos antes garantizados por las libertades, y se están inmiscuyendo en conflictos cuya solución no les corresponde.

Parece cierto, sí, el mundo está cambiando, pero no parece que lo haga a mejor.

El tribunal regresa al estrado y dicta su sentencia.

Confirmamos su responsabilidad civil por los daños que constan en el sumario, por su actividad extrema en los últimos años. En cuanto a su actividad futura, vamos a estar vigilantes, su velocidad en nuestra jurisdición no puede rebasar los cincuenta kilómetros hora, si pensara rebasarlos, hágalo en otra jurisdicción que no sea la nuestra, por ejemplo en Arizona, allí están más acostumbrados.

Se levanta la sesión."

Menuda tontería de argumentación, y aún he de ocuparme del Fuego y la Tierra. A ver si sale mejor.

En fin. Aire.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 16 04 18.

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