LA PROYECCIÓN

"Hace años que no asisto a una proyección en una sala de cine. Dejé de hacerlo cuando los responsables del Cine D'Or, el único de por aquí que ofrecía sesión doble, como en los antiguos cines de barrio, prohibieron volver a entrar a los fumadores que salían a la calle a satisfacer su adicción, ahora creo que lo permiten de nuevo, pero yo ya ha perdido el hábito de asistir a sus proyecciones.

Curiosamente, esta mañana he tenido una experiencia sorprendente. Al volver del Maravillas, después de leer las protestas airadas en los titulares de prensa, incluyendo las del director del medio, contra el caráctar caduco, desfasado, de parte del sistema judicial, y alguno de sus jueces, al mirar hacia la terraza de La Fuente, he visto a Cármen.

La he visto y al segundo no la he visto, o sea, que no estaba allí, sino que lo que he visto, sin duda, es la proyección de un deseo inconsciente, un raro fenómeno mental que fabrica una imágen y la proyecta, y tú la ves, aunque no esté presente físicamente. Y no estoy pensando en los Hologramas.

Esto de las proyecciones me he dado cuenta de que dá para una entrada, ¿la última del mes?, pero antes de continuar, he de suspenderla un rato, pues nos vamos al mercado de Russafa a comprar un kilo de clótxina valenciana para la comida familiar de hoy, o sea, que luego sigo...

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Las proyecciones que más arraigaron en mi memoria infantil, fueron las cinematográficas que se ofrecían en los cines de barrio de la pos guerra. Las salas aparecían atestadas de mujeres solas acompañadas de sus hijos que, ante la eventualidad de pasar las tardes más crudas del invierno en sus casas poco acondicionadas, llevaban a sus hijos al cine para librarlos de las inclemencias de aquel tiempo. Solo Blanco y Negro.

Tal vez por eso, mi memoria de los años cuarenta y cincuenta, está escrita en Blanco y Negro. Alguna década después, el talento de los más grandes realizadores cinematógraficos se expresó en el llamado Arte y Ensayo insistiendo en el Blanco y Negro, pero con un uso tan sabio de la luz que sus productos alcanzaron la categoría de Arte.

En esa época anterior del Blanco y Negro, yo fuí el chaval más privilegiado del barrio, pues, periódicamente, recibía de un familiar exiliado residente en México D.F., que trabajaba en una editorial, una caja de cartón que contenía un montón de cómics futuristas de la época, con los que aprendí a leer.

Después de su lectura, los cedía a los vecinos del barrio y eso me dió una gran popularidad entre mis amigos y vecinos. De esas lecturas, se nutrió mi memoria en color.

Esas historias incluían proyecciones de la vida futura, robótica, pero, sobre todo, circulación exclusiva de vehículos aéreos en las ciudades. No había circulación rodada en las ciudades del futuro. Han pasado más de sesenta años de aquello, hoy he salido a la calle, y ni rastro de circulación aérea urbana. Todo es una abrumadora, excesiva, mareante, circulación rodada.

De modo que las proyecciones de futuro, unas veces se cumplen, y otras no. Ves en la pantalla de televisión los robots que acompañan a personas ingresadas en hospitales de Japón, y concluyes que la robótica ha resultado una proyección cumplida, desde aquellas primeras historias de cómic.

Sales a la calle y compruebas que los intereses de la poderosa industria del automóvil se han opuesto al progreso, frenando todas las innovaciones que no les han convenido. Si, ya sé, ahora están los drones.

Podrían ser, o no, los drones, el embrión de la circulación aérea urbana del futuro próximo, pero no comparto esa proyección, un dron es mucho más barato que un automóvil, dá menos beneficios a la industria, sobre todo si el automóvil ha sido adaptado para reunir las últimas innovaciones tecnológicas."

Solo es una opinión, desinformada, de alguien que no sabe nada sobre proyecciones.

En fin. La Proyección.

P.S. Después de escrita esta página, me entero por las noticias de la tele de que Netanyahu ha usado los drones para gasear al personal.  Lo que confirma que la tecnología es positiva o negativa,  según en manos de quien está.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 28 04 18.