viernes, 7 de junio de 2019

CRÓNICA DE ESTENAS

"El viento serrano de poniente azota con violencia las vides, los olivos, los almendros, los pinos de las colinas, y los romeros, los lilos, los árboles y los lirios de la terraza, pero no impide que muestren su cromatismo, algo conocido que, no por estar alojado en nuestra memoria es menos hermoso en este día en el que volvemos a la casa de la sierra después de muchos meses sin visitarla.

Los márgenes del camino están desbordados de hierba y la eclosión de la primavera es visible por todas partes, en particular por el amarillo de la ginesta que flanquea la ruta que hemos seguido hasta aquí.

No menos colorista ha sido el arroz caldoso de pollo, conejo, judias y garrofón, que ha preparado Quique para comer, con su habitual destreza gastronómica ha enriquecido el plato con un sofrito sensacional.

Por la noche, en las brasas de la chimenea, las chuletitas de cordero, el embutido variado y las patatitas asadas con piel fueron toda una fiesta.

Puede que no haga meses, sino años, que no íbamos a la casa de la sierra,lo cierto es que después de la paz y tranquilidad que hemos disfrutado allí un par de días, volver al follón, al ruído ciudadano, ha sido un poco molesto.

Estamos pensando hacer estas visitas mas frecuentes, aunque sea por medio de autobus interurbano. Veremos si somos capaces de hacer realidad esta idea. No sé."

Un saludo cibernauta.

En fin. Crónica (menuda) de Estenas.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 7 06 19.

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