viernes, 28 de junio de 2019

CUATRO PATATAS Y UN PAN

"Ayer tuvimos un día aún más estupendo. Por la mañana, tomamos el bus 25 y nos dirigimos a la Pedanía de El Saler. Tuvimos la suerte de llegar vivos, después de los bandazos que dimos, cogidos a las barras de sujeción para evitar las fracturas y moratones propios de un vehículo público cuando va todo petado y haces todo el trayecto de pié.

 El objeto del viaje fué acompañar a nuestros nietos, pero cuando entramos en la casa los encontramos frente a la play, y no hicieron ni puto caso de nuestra presencia.

Después de saludarnos, yo me fuí al estanco y, después de proveerme de tabaco, ocupé una silla junto a una mesa de la terraza de Ca' Pepe, bajo una densa sombra y pude verificar, de nuevo, que la ola de calor aún no llega a estas latitudes.

La misma sensación percibimos, una hora más tarde, a la sombra de los pinos, cuando esperábamos el bus de vuelta, aunque es cierto que al llegar a la ciudad el calor era más agobiante.

Pero, lo mejor de todo, vino por la tarde noche, cuano acudimos al concierto de Martirio, acompañada por la orquesta municipal, en los Jardines del Palau.

 Nada más llegar, nos sorprendió la multitud que ya se veía acomodada en la sillas. Habían ocupado casi la totalidad de la zona de sombra,nos costó encontrar cuatro sillas vacías --dos, debíamos reservarlas para Antoni y Lola que acudirían después-- pero las encontramos en una zona de sol declinante, y allí esperamos la hora del concierto mientras los músicos ensayaban, poniendo de manifiesto la magia de la música en directo.

De la actuación de Martirio, no se que decir, temo quedarme corto,porque me pareció una artista genial, nunca la había visto en directo y una de las cosas que me sorprendieron fué su versatilidad, no es, para nada, una flamenca al uso, verla cantar una versión en inglés de una copla me dejó pasmao.

Por otro parte, sus letras son tremebundas, tanto que me llevó a pensar que, de haber nacido en otra época, habría formado parte de Las Sinsombrero.

El aspecto musical del concierto no fué menos espectacular, las piezas instrumentales que la orquesta nos regaló, mientras Martirio dejaba descansar su voz, fueron perfectas, y el hecho de que alguna copla de Estrellita Castro resulte aún tan actual...'Porqué no te casas niña/dicen por los callejones/Yo prefiero estar soltera/Porque tengo mis razones/...marío, suegro y cuñao..' parece escrita anteayer, no?, después de oirsela a Martirio.

Un éxito rotundo de los artistas, y de público.

Concluído el concierto, cenamos la tortilla de patatas que llevábamos en un taper, a la sombra de los pinos, hacía fresquito, sí.

Hoy, por si fuera cierto por fin lo de la ola de calor, nos quedamos en casa, esta noche vendrán Lola y Antoni, después de comprar unas vituallas, cenaremos en casa, y jugaremos otro par de partidas al Rummy. Pero hace un rato, le he dicho a Encarna, bajo al Maravas, a tomar café.

Ella, ha respondido, --Entra en el Paki y trae cuatro patatas y un pan. Aunque he traído la prensa al volver del Maravas, me ha inspirado más la visita al Paki que las noticias, para el título de la página de hoy, pido disculpas a los casi ciento setenta y cinco mil --falta un mes-- usuarios del blog."

En fin. Cuatro patatas y un pan.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 28 06 19.

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