sábado, 1 de junio de 2019

RUMMY

"Anoche vinieron a casa Lola y Antoni, después de su viaje a Rumanía y su excursión a Montanejos. Lo hicieron en su coche nuevo, que les costó estacionar, porque el barrio estaba atestado de vehículos por la celebración de un partido de basket en el cercano polideportivo.

Lola y Antoni comentaron brevemente su experiencia rumana, los dos millones de habitantes de Bucarest, lo verde de todo el país, su visita al castillo de Drácula, el odio que todavía profesan los rumanos a Ceaucesku.

Cuando salimos a cenar, todas las mesas estaban ocupadas. En El Parotet esperamos un poco hasta que quedó libre una. Resultó ser una buena opción.

Croquetas de boletus, para empezar. Luego, una elaboración muy original en forma de conos de patata y langostino. Un sepionet, más que tierno, delicado, y una jugosa y sabrosa ensalada de marisco. Más dos copas de vino y tres cervezas, salimos a 7,50E por persona. Bien, ¿no?

Al regreso a casa, nos dispusimos a jugar dos partidas al Rummy. El Rummy se juega con catorce fichas con números, de distintos colores, cada jugador, y gana el jugador que primero se queda sin fichas.

Perdí las dos partidas. Debió ser porque, mientras los demás jugadores atendían al juego, yo atendía al helado de turrón que saqué del congelador y tenía sobre la mesa y al que de vez en cuando le daba una cucharada.

Antes de despedirnos de nuestros amigos, tanteamos la posibilidad de hacer un viaje juntos el próximo otoño, a las tablas de Daimiel.

Uno de esos viajes organizados por un grupo de profesionales, en el que al final te regalan un jamón, como en el de las Lagunas de Ruidera, del que oportunamente publiqué la crónica.

Viajar es una de las experiencias más eficaces para mantener el ánimo en forma." A ver que pasa. Aún falta mucho.

Hoy tenemos comida familiar, hay que ir al mercado a por clotxinas y boquerón.

Un saludo cibernauta.
En fin. Rummy.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 1 06 19.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios