LEER O MEDITAR

He bajado al Maravillas y, como hoy tengo más tiempo, porque mi mujer va a gimnasia, además de tomar un café me he papeado el 'Levante' entero. En la última va una columna vomitiva sbre el medio ambiente que, no siendo negacionista sobre el cambio climático, niega cualquier eficacia a los esfuerzos públicos para afrontarlo.

 Pero lo que me ha llamado la atención de los contenidos del periódico es que se refieren a conflictos repetidos desde la noche de los tiempos, que tienen en su génesis emociones humanas primarias, ambición, codicia, poder, destructividad, una pulsión humana a la quw Erich From dedicó un libro entero, y siendo esa naturaleza humana, al parecer inalterable, explicaría la repetición de los conflictos, aunque en entornos distintos.

No entiendo lo que pasa, tal vez Siddharta tuvo la misma sensación, después de patearse su país durante años, para obtener información de primera mano de lo que sucedía por allí, y terminó por quedarse sentado con las piernas cruzadas debajo de una higuera, para tratar de entender a través de la meditación, las pulsiones de la condición humana responsables de los conflictos violentos de su época.

Tengo un dilema, seguir leyendo periódicos, y ver la televisión que, tal como está ahora, pues, no sé, o sentarme debajo de una higuera para tratar de entender como funcionan, hoy, los viejos conflictos que tanto se repiten en los nuevos medios, pero sospecho que no hay ninguna higuera en el barrio, y no creo que tirarse en el sillón a meditar valga.

Podría decir que, si fuera mas joven, me apuntaría a alguna ONG, pero sería falso porque, cuando fuí jóven, no lo hice. Por egoísmo, claro, quizás, por su extensión, la pulsión humana que explica, en buena parte, la existencia de conflictos.

 No quisiera dar la sensación nihilista de que los conflictos violentos no tienen solución, como hace el columnista de la última con el medio ambiente, estoy convencido de que tienen solución, pero esa solución pasa por un cambio en  las actitudes de quienes tienen en su mano resolverlos, son ellos, sobre todo, quienes deben buscar la higuera más próxuma y sentarse a meditar.

Si lo hacen, los presidentes de USA, de Francia, de Turquía, de Rusia, los príncipes de Arabia Saudí, sobre todo, se sorprenderán al ver como cambia su percepción de la realidad.

Una vez libres de ambición, codicia, destructividad, a la vera del perfume de los higos, ese fruto que ya estuvo presente en la civilización romana, aunque se dice que alguna familia de entonces lo usaba para introducir veneno en el cuerpo de sus enemigos, estarán en disposición de encontrar soluciones justas a los conflictos.

En fin. Leer o Meditar.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 2 12 15.