viernes, 17 de julio de 2009

FEDERALISMO. AUTONOMÍAS.

Consultas un texto pre democrático, del Espasa, por ejemplo, y te partes de la risa al ver como describe la palabra 'federal'. 'Nombre vulgar de un pájaro de la familia de los ictéridos (amblyramphus bolosseiceus). Por lo general es de plumaje negro, a excepción de la cabeza, el cuello, la parte superior del pecho, el dorso y los muslos, de color escarlata. Se alimenta de insectos, orugas y ciertas semillas. En Argentina vive en la región mesopotámica y en el Noreste, aunque se le encuentra en Uruguay, Paraguay y SE. Del Brasil. Su canto es un silbido agradable.' Nada menos que once líneas del diccionario. Consultas luego 'federalismo' y lo despacha en dos líneas, 'Espíritu o sistema de confederación entre corporaciones o Estados'. Te quedas sin saber con detalle que es eso del federalismo.

En el siglo pasado, cuando pasé por las aulas universitarias, antes de nuestro Estado de las Autonomías, estaba de moda entre los profesores mas informados divulgar entre sus alumnos el concepto de 'federalismo fiscal'. La cosa iba de una centralización en los sistemas de recaudación de impuestos, para optimizar el coste de esos sistemas, y una descentralización del gasto, por aquello de que la cercanía entre los ciudadanos y las decisiones del gasto, permiten tomar en cuenta mejor sus preferencias y asignar mejor los recursos.

Digo esto, porque aquellos políticos de nuestro entorno a quienes Innerarity atribuye el vicio del cinismo, han cogido la pela para sus autonomías, después han salido corriendo y, una vez en sitio seguro, han abominado de un sistema que no gusta a todo el mundo, la llamada financiación autonómica. Esto ha despertado mi curiosidad y he consultado también en el Espasa el significado de la palabra autonomía.

'Estado y condición del pueblo que goza de entera independencia política' Sorprende la anchura de esta definición, que permitiría desfilar a los ejércitos vascos, catalanes y gallegos, en el día de la patria, o de la matria, y disputar la copa confederación a sus selecciones de fútbol, y el estrecho tratamiento del federalismo, que solo habla de sistema, pero no define con precisión las relaciones entre Estados federados.

Las formas políticas federales y confederales están presentes en algunos Estados modernos, en Alemania con los Landers, en Suíza, en Estados Unidos con un reparto de las funciones políticas entre el gobierno central, y los Estados federales, que tienen su propia policía, esa que sale en las películas, pero no ejército propio, porque las invasiones de otros estados soberanos requieren de una dimensión que los localismos no alcanzan a cubrir.

Spain is different, por eso nos inventamos el Estado de las autonomías, en lugar de la forma federal, aunque, si atendemos a la amplia definición del Espasa, lo de 'entera independencia política' suena como si cada uno pudiera ir a su aire hacia la independencia entera, en lugar de bregar todos juntos a través de una interdependencia solidaria.

Algunos se han debido de tomar en serio lo de la independencia, pues interpretan y aplican a su manera las leyes, digamos 'federales', en materia de Dependencia, de Salud Pública, de Educación, y el resultado es una cierta distorsión en el modo en el que se prestan los servicios públicos en cada comunidad autónoma, de modo que no es lo mismo ser enfermo, estudiante o dependiente en Navarra que en Murcia, por decir algo.

Al parecer, nos dicen, el nuevo modelo de financiación autonómica trata de eliminar estas distorsiones, por el procedimiento de elevar los presupuestos para servicios básicos, pero si oyes a los portavoces de la derecha disidente, parece que el gobierno le da mas dinero a los suyos, que a los opositores, allá donde gobiernan.

Propongo acabar con esta confusión de una vez por todas. Apliquemos el federalismo fiscal. Una sola imposición y recaudación de impuestos por el gobierno central, con lo que el coste de las administraciones fiscales de las autonomías sería cero. Los recursos liberados con esa centralización del aparato recaudatorio, que sería único, quizás fueran suficientes para asegurar un reparto de los recursos entre autonomías, basado en criterios objetivos, de servicio a los ciudadanos, no en colores políticos de sus administraciones, que fuera suficiente para asegurar la prestación de servicios básicos con criterios de población revisables anualmente, para recoger los cambios demográficos con el mismo dinamismo con el que se producen.

Aunque, claro, ahora no es el momento de hacer esta sugerencia, que llega tarde, cuando ya todo está atado y trincado el voto de Esquerra Republicana para aprobar los presupuestos. No se lo que pasa, pero con esto de las Autonosuyas –como las describió un humorista gráfico en la transición-- nunca llegamos a tiempo para proponer una solución que guste a todos. ¿Porqué será?

LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 17-07-09.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios