lunes, 8 de agosto de 2016

COMO ANTES....

"Como antes, más que antes, te amaré..." esta estrofa de una canción italiana, cuyo título original es "Comme prima", de los años 50/60, me inspira, junto con un titular de 'Levante", que he comprado al volver de la terraza de La Fuente, después de conversar con Cármen, en mesas separadas, quien me ha sorprendido hoy al levantarse la camiseta para mostrarme la cicatriz que recorre su torso, y darme unas indicaciones muy precisas sobre otras cicatrices que recorren sus ingles, todas producto de una cirugía para resolver antiguos problemas circulatorios, hoy resueltos. Un titular, cuyo texto dice,

'Los valencianos vuelven a pedir préstamos al consumo por primera vez tras la crisis'

La letra de esa canción, que ha vuelto a mi memoria al leer el titular, y el título de una página escrita en el blog en 2011, 'La Gran Mutación', que ha aparecido ahora en las estadísticas, señal de que alguien la ha vuelto a consultar, en la que esbozaba una atrevida idea, que la crisis que ya andaba por entonces, no era, en realidad, una crisis, sino un signo de una mutación social que generaría comportamientos sociales y políticos nuevos, abandonando otros para siempre, ambos signos, la canción, nostálgica, y el comportamiento actual de los consumidores, parecen dar a entender que los viejos hábitos no han sido eliminados, que nada ha cambiado, en el sentido de que la repetición y el apego al viejo sistema confirman que no ha habido mutación.

La entradilla del titular aclara, 'la reducción del paro y las medidas de liquidez del Banco Central Europeo impulsan los créditos al consumo' lo que parece indicar que los banqueros, sobre todo los centrales, no son partidarios de las mutaciones, sino de las repeticiones, por eso sus medidas recuerdan la letra de esa canción italiana, 'Como antes, más que antes...'prestaré', para que todo vuelva a ser como antes de la crisis y nadie pueda pensar en mutación alguna de los sistemas, de los hábitos, de las relaciones de poder, establecidas sobre la repetición cíclica.

Si esto es así, los que ahora andan pidiendo préstamos, pueden ir pensando en la próxima crisis, que no es posible predecir cuando se producirá, pero que se producirá, sin sombra de duda.

Encarna y yo hemos pasado por la crisis sin pena ni gloria, por dos circunstancias. No teníamos ningún préstamo ni hipoteca que nos pudiera amenazar de deshaucio, no teníamos ningún puesto de trabajo del que pudiéramos ser desalojados, puesto que la crisis nos pilló recién jubilados.

La única zozobra que he sentido estos años es ver la mano de Rajoy vaciando la Reserva de las Pensiones. Ni siquiera esto me ha afectado demasiado, porque soy de los que piensan que, así como en algunos países nórdicos no hay caja de pensiones, sino que éstas se satisfacen vía impuestos, nada debemos temer aquí quienes hemos cotizado cuarenta años, y mucho menos votar a Rajoy a consecuencia de ese temor irracional, que favorece las expectativas de la banca, a través de los planes privados que patrocinan.

Hay cosas que, si son como antes, nos gratifican, nos hacen felices. Hay otras que no. Visitar una ciudad a la que no volvías desde hace décadas, puede ser gratificante, como nos sucedió en el último viaje a Cuenca, del que hice la consabida crónica.

Leer en un titular que un banco central abusa de la repetición, ofreciendo las mismas fórmulas económico financieras, tan gastadas, para sostener un sistema que solo vive de eso, de la repetición, no de la innovación, de la creatividad, que no se ocupa de inducir a la ciudadanía a que innove, sino que la empuja a cometer, una y otra vez, los mismos errores, en el contexto del modo cíclico de la economía capitalista, que ya deberíamos haber aprendido, por la larga experiencia histórica, que es un modo de producción, financiación y consumo, generador de crisis sucesivas, a mi, en particular, no me resulta gratificante.

La verdad, me da lo mismo, tengo otras cosas mas importantes en que pensar, por ejemplo, la sorpresa de la contemplación del torso de Cármen, mientras el viento de levante acariciaba nuestros rostros en la terraza de La Fuente.

En fin. Como antes...

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 8 08 16.

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