miércoles, 31 de agosto de 2016

EL PÁJARO

"Ayer estuvimos dando una vuelta por el Marítimo. No diré que había allí una muchedumbre, pero si un número considerable de personas que llenaban el paseo, unos comprando mazorcas de maíz asadas en los puestos callejeros, otros visitando el interesante mercadillo que se instala aquí en la temporada de verano, los más activos, practicando deportes de playa en los lugares reservados al efecto, y la mayor parte, claro, ocupando la extensa playa que va desde el puerto hasta Alboraya.

Me llamó la atención, en medio de la populosa presencia en el paseo, una paloma, instalada tranquilamente en el suelo, en medio de tanto gigante. No mostraba ninguna actitud de temor, parecía totalmente adaptada a la presencia humana. ¿Porqué? me pregunté. Había visto grupos de palomas en la plaza de la Virgen junto a la fuente de las siete acequias y siempre había pensado, se sienten seguras porque están en grupo, pero este animal, aíslado, en su individualidad vulnerable ¿Cómo es posible?.
Porque tiene alas, concluí.

Las palomas viven entre dos mundos, el terrestre para alimentarse, el aéreo para practicar su libertad alada. Las alas les permiten huír a su medio aéreo en caso de amenaza, lo que las aleja de cualquier peligro y esa es la razón de su actitud animal entre las gentes. Sin embargo, no podemos obviar, para no idealizar el medio aéreo de las palomas demasiado, que pueden caer en las garras de una veloz gaviota, que liquide su libertad aérea.

De hecho, las gaviotas han protagonizado una de las mayores idealizaciones literarias del mundo aéreo, aquel libro mítico, 'Juan Salvador gaviota', una lectura indicada para jóvenes, que yo leí un poco tarde.

El mito del vuelo ocupó buena parte de mis lecturas y sueños juveniles. Recibía de México, regularmente, unas cajas de cartón conteniendo colecciones de los cómics de la época, en los que no faltaban las aventuras de los héroes voladores, Supermán y demás. No se si fueron esas lecturas las que me indujeron sueños en los que yo mismo volaba.

Los intérpretes de los sueños dan un sentido singular a aquellos sueños en los que el soñador se representa volando. Yo, la verdad, no tengo ni idea de lo que significa, solo sé que soñé, al menos una vez, que volaba.

Hace unos cincuenta años, eran frecuentes en el mercado de los cómics, ejemplares de ciencia ficción en cuyas páginas se veía volar por las arterias urbanas a gentes dotadas de una mochila propulsada que les permitia desplazarse por el medio aéreo urbano a voluntad.

Ahora están entre nosotros los drones. Sospecho que no falta mucho tiempo, aunque no puedo precisar cuánto, para que en las ciudades mas pobladas del mundo, New York, Tokio, Pekin, además de alguna de la India, sus autoridades municipales se vean obligadas a regular el tráfico aéreo de personas.

Ciencia ficción?, puede que hace cincuenta años lo fuera, ahora mismo, con la velocidad de la innovación tecnológica, no sé."
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 31 08 16.

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