lunes, 1 de agosto de 2016

AGOSTO

Agosto me parece una palabra terrible, porque evoca los campos 'agostados' convertidos en eriales por el lado destructivo del estío. Tambien por los monumentales atascos que se viven estos días en las carreteras, por el cambio de mes, que nos han aconsejado quedarnos aquí hata que se calmen estas locuras, antes de trasladarnos a la casa de la sierra.

Entiendo que Agosto es también, para la mayoría de las gentes, un espacio lúdico en el que pueden disfrutar de la libertad después de once meses de estar ungidos al yugo laboral. Nosotros ya somos libres de ese yugo, por lo que nos podemos permitir el lujazo de organizar nuestro ocio a contracorriente de las fechas convencionales.

Anoche, al volver del último concierto de la Gran Feria de Heliópolis --Los Guapos, un grupo carismático que domina los trucos para obtener la complicidad del público, que interpretó, entre otras, versiones de Prince, Rod Stewart y otros grandes de la música contemporánea-- le dije a mi mujer, --¿Quien sería el descerebrado que dijo aquello, 'En Agosto frío en rostro'-- porque volvíamos a casa asfixiados, con el termómetro de la rotonda marcando 28 grados, en dirección no a una noche tropical, sino infernal.

--Ten en cuenta, dijo mi mujer, que el refranero se refiere a los últimos días de agosto, no a los primeros, cuando las tormentas, sobre todo en zonas de montaña, de donde debió ser el inventor del refrán, enfrían el ambiente y anuncian el final del verano.

Hubo un tiempo, cuya lejanía excede ya de la década, en el que yo formaba parte de las huestes que esperaban ansiosas la llegada de Agosto, para cambiar sus rutinas por otras. Nuestras rutinas, mientras nuestros hijos fueron pequeños, consistían en cargar una tienda de campaña en el coche, o arrastrar una caravana y lanzarnos a pasar el mes de Agosto, a veces, en la playa, otras, en climas de montaña.

Antes de que abandonáramos esos hábitos nómadas, sustituyéndolos por periodos de estancia sedentaria en la casa de la sierra, recuerdo una estancia en particular en Bañolas, en un campinng junto al lago, --laguito-- de ese nombre, en la que los crios disfrutaron como nunca en un entorno privilegiado, aunque a Jordi le cayó un martillo en la cabeza, mientras trepaba a los árboles con otro chaval, y Encarna se destrozaba los riñones en el lavadero, porque la distancia al grifo y la profundidad de la pila, diseñados para gigantes, no eran apropiados para la gente normal.

Por lo demás, conseguimos vender la tienda de campaña y volver con el equipaje mas ligero, y el monedero reforzado.

Agosto es también el escenario de un montón de películas, La Noche de la Iguana pudo haber sido rodada en Agosto, o no, pues transcurre en un lugar tropical y allí el calendario es distinto, pero, para el caso, parece una película agosteña, sobre todo por la secuencia del baño en el mar de Ava Gardner, 'asistida' por dos morenos provistos de maracas.

Tengo una memoria remota de otra peli, muy avanzada para la época, que transcurre en una isla griega y cuenta la relación homosexual de dos hombres, tratada con un tinte poético.

Visto lo visto, se diría que Agosto es, además de todo lo anterior, un mes propicio para el amor, en cualquiera de sus variantes, pero he de confesar que en la estación de la vida en la que me encuentro, Agosto es para mí, sobre todo, el mes en el que me convierto en un consumidor compulsivo de helado de yogur, polos de mercadona, horchata chufi y otros productos típicos de este mes.

Cuando estoy terminando esta página, antes de despedirme, recibo una llamada de mi prima Rosa, su hermano Vicente, el primo mexicano de la familia, agoniza en el hospital sin posibilidad de recuperación. Tiene solo 65 años, eso sí, vividos muy intenssmente. Ahora entiendo otra acepción del refrán que no me parecía adecuado. 'En Agosto, frío en rostro'. Sí.

En fin. Agosto.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 01 08 16.

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