domingo, 29 de enero de 2017

EL MUÑECO DE NIEVE



"La foto del muñeco de nieve, que pienso colgar aquí en cuanto venga Jordi, mi asesor informático, y me diga cómo se hace eso, será la mejor síntesis de la crónica de la magnifica jornada que hemos pasado hoy en la sierra.

Hemos atendido la sugerencia que nos hizo el vecino de la sierra que nos mandó una foto el otro día, dejar el coche estacionado junto a la carretera, antes de bajar a la casa, porque el camino rural que lleva hasta allí estaba impracticable para el tráfico rodado.

Bajar, a pié, cargados con el equipaje hasta la casa, no ha sido ningún problema, ha sido peor el regreso cargados con los trastos de la nieve, la basura, y eso, por la cuesta. Cuando Encarna ha alcanzado el lugar donde estaba el coche estacionado, a la vuelta, ya no le quedaba resuello.

Antes de bajar a la casa nos hemos detenido junto a la piscina, que estaba congelada, y hemos contemplado la cascada de agua que cae de la montaña, que nuevamente vuelve a estar potente por las precipitaciones de estos días, en cuanto a los caños de la fuente que está junto al lavadero desagüan con una fuerza inusitada.

Las viñas de las proximidades permanecen cubiertas por un manto blanco, como el tejado de la casa, y el pino que está plantado cerca de la entrada, presentaba averías en su ramaje, por la acción del viento, que estos días ha derribado más de un centenar de árboles.

Por el camino hemos podido observar varios destrozos, además de alguna torre eléctrcia desmochada y, de hecho, en la pendiente que baja al lavadero había ramajes rotos. Pero ese paisaje ofrecía también unas suaves pendientes habitadas por la nieve, por las que se han deslizado los chavales --mis nietos-- que nos acompañaban, que han disfrutado de lo lindo con sus trineos durante la mayor parte del tiempo que hemos permanecido allí, además de construir el muñeco de nieve cuyo testimonio gráfico pondré aquí en cuanto pueda.

Lo mío ha sido, más que deporte de invierno, trabajo de cocina. Después de encender la estufa he prendido la leña de la chimenea, luego Encarna ha puesto en marcha la estufa de leña. Entre una cosa y otra, esta tarde el termómetro de la sala donde hemos comido marcaba catorce grados, que no está nada mal, considerando que el sol se ha dejado ver poco hoy.

Nunca había asado las chuletas de cordero del modo en que lo he hecho hoy. En lugar de poner la parrilla directamente en el fuego, la he puesto encima del trévelez, a cierta distancia de la llama, aunque ha requerido un poco más de tiempo que si hubiera dejado la parrilla sobre las brasas, el resultado ha sido un asado jugoso y tierno que ha superado mis expectativas.

En cuanto a las patatas asadas, que han permanecido más de hora y media, envueltas en papel de aluminio entre las brasas, han resultado exquisitas, si bien la piel estaba totalmente quemada, la pulpa estaba deliciosa, ligeramente retocada con un poco de sal y aceite, se dejaba comer con cucharilla como si fuera un pastel.

Guay. Sí. Y todo esto, tanto el trabajo de cocina, como su fruto, alegrado con la música de Radio 3, que hoy ha sido excepcionalmente buena.

No tenía claro yo, por los datos previsibles de nieblas, temperaturas y presencia solar, que la jornada fuera a resultar tan gratificante pero, la niebla, ni la hemos visto, y la temperatura exterior debía estar en los seis o siete grados y, como no hacía viento, la belleza del paisaje nevado se disfrutaba mejor.

Solo por ver disfrutar a los chavales con sus trineos en la nieve, ha valido la pena esta modestísima aventura dominical, aunque debo precisar que, cuando vamos a la sierra para volver en el mismo día, sea invierno, o sea verano, siempre regresamos hechos polvo, porque el cuerpo necesita más tiempo para adaptarse a las diferencias de altitud, temperatura, humedad, que las escasas horas empleadas entre la ida, la estancia y la vuelta."

Es una pena que Jordi no esté aquí, para colgar ya la foto del muñeco de nieve, pero aún está regresando de Barcelona, donde ha actuado con su grupo, 'Los Cien Duros', en la sala Freedonia. He hablado con él, dice que les ha ido muy bien, y que han pernoctado en Poble Nou, si no recuerdo mal, el lugar de donde salió Serrat. Enhorabuena, Jordi.

En fin. El muñeco de nieve.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 30 01 17.

AVISOS Y ESPANTADAS

"¡Nos vamos a la nieve..!, bueno, a la niebla, más bien, pués, según las previsiones, en la sierra hay un neblón persistente, que aún tardará en clarear.

Acompañamos a mi hija y mis nietos, ella tiene el hábito de sacarlos por ahí, llueva o truene, para que no se pasen todo el jodido día festivo ante las pantallitas.

A nosotros, que hacemos lo mismo, también nos lleva hoy. Llevamos un caldito y unas chuletitas para asar en la chimenea, así que, supongo, que lo pasaremos bien.

Sirva este aviso para los usuarios del blog, no hay entradas nuevas, aunque, como siempre, recomiendo las viejas, son mejores.

Hasta la vuelta, ya contaré, seguramente, la crónica de nuestra estancia en la sierra en este día de niebla/nieve."

Un saludo cinernauta.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 29 01 17.

viernes, 27 de enero de 2017

POBREZA ENERGÉTICA

"Después de un ciclo que ya dura más de una semana dedicado por todos los medios de in? comunicación a una explotación monotemática de la realidad a costa dal precio de la factura de la luz, me veo obligado, constreñido, inducido, empujado, sin posibilidad de resistencia, a decir algo, ¿original?, sobre el concepto de 'Pobreza Energética'.

No es mi intención infravalorar la tragedia doméstica que supone para millones de personas hacer frente al incremento del gasto energético, que los más informados atribuyen al incremento en el precio del petróleo, los aficionados a la meteorología a la ausencia de viento, y los educados en la cultura del western americano, a nuestra poca gracia para invocar a la lluvia, como el aburrido Rajoy, por medio de una danza ritual, pero quiero recordar que la falta de capacidad monetaria para afrontar el recibo de la luz, suele ir acompañada de otras tremendas insuficiencias que parecen haberse olvidado, y que no voy a nombrar, porque el motivo central de esta entrada es otro, enfocar el concepto de 'pobreza energética' con otra mirada, más neurobiológica que economicista o ecológica, sí.

Algún sabio, no sé si fué aquel a quien echaron de la escuela por torpe y luego cambió, el solito, la concepción de la ciencia universal, y nos dejó algunas perlas, 'la materia (y la energía) no sé destruye, solo se transforma', o, la curiosidad es la virtud humana que nos permite tratar de entender el mundo, (algo bastante complicado, por otra parte), nos dejó muchas lecciones inspiradoras, cómo aprender a mirar, a ver, las cosas, desde diferentes ángulos, para mejor percibir su compleja naturaleza, por eso, mi mirada hoy a la pobreza energética no se dirije a Iberdrola, a las centrales nucleares, a la eólica y la solar, y su vil tratamiento penalizador por el inefable Rajoy y sus muchachos, sino a la ausencia de reacción social adecuada a una agresión de esa naturaleza, aparte de manifestar unas inocentes protestas en las entrevistas callejeras o en los mercados (de frutas y verduras).

De modo, afirmo, que no hay solo una pobreza energética, la que se deriva de la incapacidad para afrontar el recibo de la luz, sino otra mucho más preocupante, la ausencia total de energía de las fuerzas sociales, de las gentes que habitamos de modo pasivo y resignado las sociedades que han surgido con el siglo, y que hemos perdido nuestra capacidad de influir en las medidas de los gobiernos por medio de la protesta, nuestra energía social más valiosa, como quedó demostrado en otros hitos históricos, sin esa fuerza, sin esa energía colectiva, a veces manipulada por individualidades que la aprovechaban en su favor, sí, no se habría materializado la Revolución Francesa que, pese a su ciclo del Terror y todo lo que quieran está en la base de la cultura democrática europea que estuvo viva hasta finales del siglo pasado.

No soy, para nada, un nostálgico de las revoluciones, que a veces concluyen en involuciones, pero sí un fiel defensor de la energía social, esa capacidad de protesta incruenta, pero todo lo insistente, lo permanente que haga falta, único modo de poner freno a los abusos de poder que vemos cada día, amparados en nuestros efímeros votos, y en el poder permanente de los grupos, de los oligopolios, que pululan a la sombra de nuestros representantes electos, y tienen la desfachatez de ofrecerles sus sillones cuando han perdido su carisma, como premio a los servicios prestados.

Tal sistema solo puede prevalecer si se sustenta, más que en esos poderes fácticos, en la ausencia de  energía social suficiente para oponerse, pacífica, pero frontalmente, a sus abusos.

En conclusión, es la pobreza energética social de nuestras sociedades, acentuada desde que el capital monopolista ya no tiene oposición en el mundo, la falta de reflejos ciudadanos para salir a la calle el tiempo que haga falta, sin armas, con argumentos, lo que favorece la perpetuación y aceleración de un sistema de explotación una de cuyas consecuencias más visibles, si atendemos a estadísticas no manipuladas, es el creciente peso de las rentas de los millonarios, en relación con las de los grupos sociales más desfavorecidos, pero no solo eso, hay otros signos de ese aumento de poder desaforado, el cuasi monopolio de los medios de comunicación, la manipulación permanente de la información, que consigue, entre otras cosas que, cuando se habla de pobreza energética, se piense en el recibo de la luz, no en la pérdida de energía democrática de las sociedades hijas del cambio de siglo.

Nunca supe solucionar problemas, ni cuando estaba en la escuela, ni luego, ni ahora, como mucho, solo supe enunciarlos, por eso, seguramente, me dediqué a la economía de empresa.

Pienso que los directores de cine hacen más por estimular la energía social que los economistas. Una prueba, algo estrafalaria,de lo que afirmo, la tuve ayer al visionar en televisión la peli de Carles Mira, 'Con el Culo al Aire', con la impagable participación de Ovidi Montllor, Eva León y Joan Monleón, entre otros, que cuenta, de un modo cómicamente extravagante, la rebelión de un colectivo humano, los internos de un psiquiátrico duramente gestionado por una comunidad de monjas de las de antes.

Me hizo evocar, esa película tan loca, la de Nicholson, 'Alguien voló sobre el nido del Cu-Cú'.

Y digo yo, ¿es que solo los locos tienen la capacidad de rebelarse contra las injusticias? Que nos está pasando?."

Hace falta estar loco para soportar, sin protestar de modo permanente y eficaz, no efímero, el ejercicio acumulado del poder global en lo que va de siglo, orientado a convertirnos en sujetos inanes, conformistas, asistentes a las rebajas de los centros comerciales en masa, pero incapaces de reconocernos como sujetos colectivos de derechos inalienables y obrar en consecuencia.

En fin. Pobreza Energética.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 27 01 17.

miércoles, 25 de enero de 2017

CICLOS

"Hoy les voy a hablar de Ciclos. Ojo, no de bicicletas, monociclos, ni de esos cachivaches eléctricos de dos ruedas que se ven cada vez más por nuestras calles y aceras, conducidos por personas que adoptan una postura de una tiesura, de una firmeza vertical envidiable, tampoco me voy a referir al carril bici que, por fín, nuestro tripartito, o lo que sea, parece que va a eliminar de las aceras, para colocarlo, ampliado, en las calzadas, como debe ser, sino de otro asunto, que ya traté en otra página, 'Las Crecidas del Nilo' y que, hasta cierto punto, he negado también con mi afirmación de que el tiempo es un contínuo, y nuestros vanos esfuerzos por fraccionarlo en pedazos, por nombrarlo y reonocerlo en fracciones, solo es fruto de nuestra ignorancia de las magnitudes siderales, universales.

Contradictorio como soy, hoy reconozco que, si bien el tiempo es un contínuo, eso no contradice la existencia de ciertos hitos temporales que el devenir histórico pone de manifiesto, a quien tiene la curiosidad de mirar, no solo a su alrededor, sino al pasado histórico, admitamos que tal cosa existe, aunque solo sea una convención más o menos oportunista.

Descubrí la importancia de los Ciclos, ayer, mientras tomaba un café cortado en el Trinquete de Pelayo y leía en un cartel que esa instalación deportiva, la más antigua de Europa, --decía el cartel-- data de 1.868. Mientras veía dar pelotazos a los chavales en la cancha del trinquete, pensaba que 1.868 debió ser un hito temporal excepcional, un ciclo próspero y creativo, pues, de otro modo, no se concibe que aquella iniciativa socio deportiva de construir el trinquete llegara a culminarse justo en ese año.

Un siglo después, sucedió otro excepcional hito temporal, la revolución de mayo del 68, que cambió, no solo las costumbres de toda una generación, sino las modas, la política, y hasta la concepción del mundo que se había tenido hasta ese momento.

Ahora intuyo que 2.018, va a volver a ser un hito temporal de excepcional importancia para las sociedades humanas.Basta ojear la 6 de 'Levante' de hoy, 'Un perfil psicopatológico de Tramp', escrito, nada menos que por un médico, quien afirma que Tramp es, además de narcisista, megalómano egocéntrico, y se pregunta si a este tipo le gusta hacer locuras, o es que, verdaderamente, está loco. Basta este punto de vista clínico sobre Tramp, para adquirir la razonable certeza de que 2018, una vez Tramp haya confirmado sus veleidades de gallito narcisista y misógino, será un hito temporal que recordaremos durante mucho tiempo.

Otra demostración de que los ciclos existen, es decir, una repetición --solo aparente-- de hechos, desmentida por los distintos escenarios donde suceden estas repeticiones, la constituye el reciente discurso de Aznar, un puto plagio de Ortega, pues ya aquel filósofo, que escribió tonterías como aquel librito cursi, 'Estudios sobre el amor', que no recomiendo a nadie, además de que se agotó hace muchos años, este autor tan celebrado por 'La Rebelión de las masas', también escribió, España Invertebrada, o La España Invertebrada, no sé, y ahora el musculitos Aznar que tiene más neuronas en los abdominales que capacidad creativa, se descuelga con la 'desvertebración' de España, un plagio descarado, como se vé, de Ortega, que Aznar no tiene el menor reparo en instrumentalizar, porque sabe que la memoria de las gentes está en otra cosa, y no se lo van a pillar.

Esto de los ciclos, como casi todo, es bastante relativo, que le hablen de ciclos al Imperio Romano que, pese a su lenta decadencia, dominó el mundo durante muchos siglos, con emperadores de todas las calañas, incluso, hemos de suponer, peores que Tramp, Calígula, sin ir más lejos, que le dió un cargo público a un caballo, peor de lo que puede suceder con Tramp.

Lo peor de Tramp, del ciclo que me atrevo a suponer que se acaba de abrir, y del que tengo el atrevimiento de afirmar que será en 2018 cuando sea visible en toda su terrorífica intensidad, es que no viene solo, sino acompañado de una crisis europea, cuya mayor visibilidad ahora mismo es el ascenso de los políticos xenófobos nacionalistas que, como en el otro ciclo, el que llevó a Hitler al poder tras los fracasos de la República de Weimar, demuestra que los ciclos de la democracia tienen un punto débil, se pueden colar en el poder, democráticamente, los tipos más destructivos, entendiendo el concepto de destructividad como, sabiamente, lo entendió Erich Fromm."

No me tomen demasiado en serio, en realidad, los ciclos que me preocupan ahora son los del sueño. Desde que he dejado el Psicoctrice, unas pastillas milagrosas que me hacían dormir diez horas seguidas, pero con el desagradable efecto secundario de mis erecciones nocturnas, de modo que me despertaba con un dolor de huevos que te cagas, solo duermo hasta las cinco y media o las seis. Lo prefiero a dormir diez horas y despertarme con los huevos escaldados, sí.

En fín. Ciclos.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 25 01 17.

martes, 24 de enero de 2017

FINALES ABIERTOS

"Fuí un lector voraz, sobre todo en mi infancia. 'El Guerrero del Antifaz', 'Roberto Alcázar y Pedrín', 'Capitán América', pero, sobre todo, Superman y otros superhéroes que venían embalados en una caja de cartón, cada mes, desde el lejano exilio mexicano de Helenio, que trabajaba en Espasa Calpe de allí y me convirtió, con sus envíos regulares de cómics, en el niño más influyente del barrio en materia de literatura infantil, me visitaban todos los vecinos para que les prestase tebeos.

Una vez leídos aquellos tebeos, eran objeto de intercambio en los quioscos, a cambio de los Mortadelo y Filemón, Carpanta, Familia Cebolleta y tantos otros personajes de la edad dorada del tebeo.

Aquel afán lector fué compatible con la lectura diaria del Quijote, en la escuela particular de una maestra represaliada, en el barrio de Russafa, en la calle de Cádiz , creo que el 53, que fué mi única experiencia escolar hasta los doce años, en que comencé a trabajar de meritorio en una consultoría fiscal de la época.

Aquella castellanización de la educación infantil, propia de la época, aunque yo ignoraba entonces mi destino lingüístico, me convirtió en lo que los maulets reconocen ahora como un valenciano callante, o sea, un escritor castellano escribiente.

Ahora, no leo prácticamente nada, me he vuelto perezoso para la lectura, aunque, de aquella etapa infantil conservo mi afición por las onomatopeyas, Oh!...Ah!..y por alguna expresión de las que usaba mi abuela, 'Recontrarecollóns', que no tengo claro si es puramente vernácula o algo mixta, no sé.

Además de esa remota afición, con la edad me ha dado la vena de la escatología, así, al pronto, recuerdo una rara interpretación escatológica de la espiritualidad creacionista que hice en el blog al comentar una tonta película americana, 21 gramos, que sostenía la peregrina conclusión de que el espíritu de la divinidad que, según los guionistas, nos habita a todos, creyentes o no, tiene peso corporal.

Aquello se podía comprobar al pesar el cuerpo humano, antes y después del último tránsito. La estúpida conclusión de los tíos que hicieron la película es que esa diferencia de peso, veintiún gramos, era la demostración, no solo de nuestro contenido espiritual, sino de su peso corporal.

Creo que fué al reflexionar sobre aquella estupidez cuando me aficioné a los finales abiertos, incluso aunque se presentaran cerrados por una certeza absurda. Concluí que, veintiún gramos, no era exactamente el peso de nuestra espiritualidad, sino el peso desalojado de nuestra vejiga, al orinarnos de miedo en el momento crítico.

No vayan a pensar por estos argumentos que niego la existencia de la espiritualidad, no, solo declaro mi escepticismo por los creacionistas, lo que no es obstáculo para mi aprecio hacia otras divinidades, por ejemplo, Lao Tsé, pero, sobre todo, Buda. Cada vez que hago carrilladas, las paso por el chino, tengo una estampa de Buda en la cocina y nunca dejo de ofrecer el plato a medio hacer, seguido de la oración, --Buda, que me salga bien la salsa.

He dejado de ser un lector, no ya voraz, sino simplemente regular, cotidiano, solo leo los titulares de 'Levante' y no todos los días, porque suelen repetirse bastante, ahora con lo del temporal, no te digo, pero mi mujer se ha convertido, ella que no fué una lectura precoz, porque empezó a trabajar muy jóven, en jornadas extendidas, en una lectora auténticamente voraz, hasta el punto de que devuelve los libros tomados en préstamo a la biblioteca, antes del plazo, para pillar otro enseguida.

Ahora acaba de terminar un libro de Dolores Redondo, que le ha llamado especialmente la atención, a mi también, por su final abierto. Esto de los finales abiertos no ha sido demasiado frecuente en el cine. En general, por cada peli que te empujaba a elucubrar sobre lo que habría sucedido si el asesino no fuera quien lo parece, había diez que ofrecían un final herméticamente cerrado, sin sombra para la duda, que solía ser coherente con los antecedentes de la trama, sin sorpresas ni montajes raros como los que se hacen ahora, sobre todo para desconcertar a los espectadores ya mayores, que comenzamos a carecer de reflejos neurológicos.

Dolores Redondo, una escritora muy sobresaliente de la literatura de género española, ha irrumpido en la actualidad mas pública, sobre todo, después de haber recibido el Premio Planeta. Antes, sin duda, sería muy conocida en los círculos editoriales, literarios, y meta literarios, pero no ha sido hasta después de ese galardón que Encarna la ha buscado con insistencia en las bibliotecas, y el premio a su perseverancia ha sido poder leer su trilogía completa, aunque no en el órden en el que fué escrita y publicada.

Anoche, Encarna dió por terminada la lectura del tercer volúmen de su trilogía, 'Ofrenda a la tormenta', una novela más que policíaca, que usa el escenario del valle del Baztán, y disecciona con una minuciosidad preciosista las circunstancias de unos crimenes horribles allí sucedidos.

Lo que me ha fascinado de ese tercer libro, que no he leído en su integridad es, precisamente, su final abierto, después de mas de mil quinientas páginas escritas, la autora no ha considerado oportuno dejar la historia cerrada, y bien cerrada.

Daré dos ejemplos de ese final abierto. En la página 536, una frase de seis palabras, muy inquietante, "Un ataúd que resultó estar vacío". La última página, 539, termina, nada menos que así, "Había anochecido cuando recibió la llamada que esperaba. --¿Ya es de noche en Baztán, inspectora...? --Sí. --Ahora necesitaré su ayuda...".

O sea, queda claro que la historia no termina aquí, su autora, después de más de mil quinientas páginas de intrigas, emociones, y escenas impregnadas, según la solapa del libro, 'de un magnetismo eléctrico y perturbador' aún tiene historia para rato, pues ha dejado ese no final completamente abierto, dispuesto para ser continuado, o no, porque después de un premio literario como el Planeta, por ganas que tenga el autor de continuar escribiendo, los viajes de promoción, las entrevistas, las tareas de divulgación de su producción editorial, se lo impiden, al menos durante un tiempo bastante prolongado.

Algo que nunca me sucede a mi, que jamás he pisado una editorial, escribo las historias que me da la gana, con el formato, el tema y la extensión que prefiero, así, durante diez años ya, y no me arrepiento, para nada, de haber escogido este medio para hacer públicas mis chorradas que, a veces, tienen un final abierto, aunque hoy no es el caso.

En fin. Finales Abiertos.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 24 01 17.

lunes, 23 de enero de 2017

HOY

"Hoy, he acompañado a mi mujer al Hospìtal Dr. Peset. Ha sido una visita afortunada, porque la han llamado la primera y, aunque he bajado a tomar café al Desván, suponiendo que la visita se prolongaría un par de horas, antes de acabar de tomar el café cortado, Encarna ya estaba allí, de vuelta, con el alta definitiva en el bolsillo de su afección de Hepatitis C que, como en un caso de justicia poética, el mismo sistema de salud que le inoculó el virus, hace más de veinte años, ahora se lo ha erradicado, aunque con un tratamiento que al parecer cuesta una pasta, y no se lo dan a todo el mundo, por ejemplo a mi cuñada, a la que le están dando largas, se vé que porque ya es octogenaria, esperando que salga una fórmula mágica más barata que la actual.

Hoy, de vuelta del Hospital, he entrado en el Maravillas y, mientras tomaba un agua Perrier, he pegado la hebra con una vecina y cliente, cuya familia tiene una casa en la villa vieja de Requena, un lugar de obligada visita por su pintoresquismo, su historia, su arquitectura urbana, que muchos que se van a Punta Cana, o a la Rivera Maya --faltaría más, las preferencias viajeras pertenecen al dominio individual, sí-- no conocen.

La clienta y vecina se ha extendido sobre los detalles de ese barrio, la villa vieja de Requena, yo he aprovechado para referirle algo que me contó un requenense hace años, el origen del nombre de esa Villa.

Al parecer, si damos crédito a aquel relato, Requena se llamó, antiguamente, Roqueña, cuando su urbanismo estaba dominado por un penal que estuvo allí --tal vez, no sé, las torres del viejo castillo que aún permanecen al acceder a la villa vieja fueron parte de ese lugar carcelario-- y la única población que residía allí eran los reclusos, desterrados a este lugar para apartarlos de la villa y corte, sus guardianes y las mínimas infraestructuras de servicios necesarias para atender a unos y otros.

Hoy, Requena tendrá, por lo menos, veinte mil habitantes, y la visita a la villa vieja, sin dejar de entrar a ese mesón que tiene una cueva en sus bajos, y probar unas longanizas al vino, o un gazpacho y ese otro guisote oscuro y pegajoso que no recuerdo como se llama, ah sí, Morteruelo, produce grandes satisfacciones, por lo enrevesado del urbanismo de ese lugar, que recuerda con sus calles laberínticas más a una medina árabe que a un enclave cristiano.

Hoy, al salir del Maravillas me he dirigido a la Multióptica, a recoger una montura nueva para mis viejas gafas, que aún sigo necesitando, aunque no veo un pijo, con ellas o sin ellas, esperando el turno para que me liberen de esas cortinas ópticas que llaman cataratas.

Ha sido allí, conversando con la heredera de la antigua óptica, ahora con el nombre cambiado, cuando me he inspirado para escribir esta entrada y ponerle, justamente, este título, Hoy, que tanto estoy repitiendo.

La cosa es que he tenido que esperar un ratito, pese a que esperaba que el montaje de mis viejas/nuevas gafas estaría concluído. Le he dicho a mi interlocutora: --Ya veo cual es vuestra política de servicio al cliente, cuando un anciano como yo hace un encargo, no lo realizáis hasta que viene a recogerlo, por si acaso ha palmado y os quedáis con el encargo hecho y sin cobrar. ¿Es así?

--Para nada, yo tengo la culpa del retraso, le he dicho a mi oficial que antes de hacer lo tuyo, preparara la faena del día, y te pido disculpas por el retraso. Ahora bien, tú, no me pareces un anciano, si mi padre oyera esa palabra, que odia, la repudiaria.

--Claro, eso de la edad es bastante relativo, yo siempre cito a Alejandro Casona, cuando hace decir a uno de sus personajes en La Dama del Alba que la edad de cada uno es algo que no tenemos, porque ya lo hemos gastado, que los años que todavía nos quedan por vivir son los únicos que tendremos, y no sabemos cuantos son.

Y, ya, sin citar a otros, te doy mi punto de vista, 'El tiempo es un contínuo, y el fraccionamiento que hacemos de sus magnitudes es algo muy convencional, yo, de todos esos conceptos artificiales que hemos inventado para medir el tiempo, me quedo solo con uno, Hoy."

--Parece un mensaje muy vitalista, pero el sábado cuando viniste no te ví así, o sea, que tu concepto del Hoy, no es igual todos los días, verdad?.

--He de reconocer que es así, ayer sin ir mas lejos, --el ayer también existe, a despecho de mi teoría--en lugar de añadir una página al blog, me dediqué a borrar otra que había dejado escrita antes, 'Bar Maravillas: Un Thriller', porque al releerla, no solo me pareció detestable, sino injusta con el vecindario que vive por allí, y que no merecía los terribles comentarios sobre el barrio que contenía.

La borré, no sé porqué. Pocas veces me he arrepentido de algo escrito, se ve que estaba pesimista, a causa de haber reducido el litio, para cuidar sus efectos secundarios, sin considerar los principales, su efectiva acción estabilizadora del ánimo cuando tiendes a la depresión nerviosa.

Hoy, reanudada la toma de litio en su dósis óptima, tres medias pastillas repartidas en desayuno, comida y cena, he vuelto a descubrir mi preferencia por el Hoy, la convención temporal aplicada al contínuo del tiempo que prefiero a cualquier otra, porque de poco sirve, para orientar y realizar las acciones del día, por ejemplo, escribir esta nueva entrada en el blog, pensar en el pasado, o en el siempre incierto futuro.

Respecto del pasado tengo que expresar una preferencia, es una lástima que el viejo penal de Roqueña haya desaparecido, ahora que se requieren tantas plazas carcelarias para alojar a los múltiples manguis que nos han gobernado por aquí en los últimos quince años, son tantos los candidatos, tantos los múltiples sumarios en espera de resolución que sospecho que Picasent ya se ha quedado pequeño, y no estaría mal rehabilitar aquel penal que hubo en Roqueña, aquel lugar que las leyendas urbanas dicen que dió nombre a la actual Requena."

En fín. Hoy.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 23 01 17.

viernes, 20 de enero de 2017

SINGIN' IN THE RAIN

"He bajado al quiosco, cruzando la calle en medio de un maravilloso paisaje lluvioso, reforzado por los efectos sonoros de rayos y truenos que nos regala hoy una perturbación que entra por el mar, las gotas de lluvia resbalan por mi rostro, protegido solo por un sombrero chino de dos pavos y evocan aquella maravillosa función que interpreté con el grupo de teatro de Rovella, Cantando bajo la lluvia.

Interpreté el papel de Gene Kelly con un paraguas prestado que, lamentablemente, se me rompió, para disgusto de la compañera que me lo prestó. Aquella función fué el mayor éxito que disfruté en los seis años que llevo participando en el Aula de teatro, pero, por desgracia, después de aquello, un grupito de miserables conspiradoras que deseaban alcanzar el poder en aquella humilde compañía teatral consiguió expulsar al profesor del centro, aprovechando un incidente que menguó su prestigio.

Actualmente, ese grupo de manipuladoras, conseguido su propósito de acabar con la actividad de teatro en el centro de Rovella, mangonean como jefas de la actividad teatral en un centro de mayores de Monteolivete. No les perdono que, por su culpa, deba hacer yo dos horas de autobús cada tarde de martes y jueves, para continuar como alumno de aquel profesor repudiado de Rovella, ahora en el Aula de Teatro de la Malvarrosa.

Sucede que, pese al mensaje optimista de aquel musical, 'al mal tiempo buena cara' o 'bien está lo que bien acaba', o 'la vida es maravillosa, llueva o luzca el sol', yo qué sé, siempre hay alguien que te jode, sean las miserables conspiradoras de Rovella, o las inútiles autoridades de Tráfico que no han sabido cerrar la A3 antes del desastre que se ha producido con centenares de coches atascados, cogidos en esa trampa que las autoridades centrales han evitado en otros trazados y en este no. Imbéciles, sí.

Ayer asistimos a una fiesta teatral en el Principal de Valencia, a pesar de la fea tarde que hizo, disfrutamos con el homenaje a la canción del Tío Caña y al grupo que la popularizó, Al Tall, aunque al final del espectáculo me oprimió un poco la euforia nacionalista que se respiraba en los parlamentos de quienes llevaban la voz no cantante, llevándome a la reflexión de que todo nacionalismo es, también, una especie de religión, con sus mitos, sus símbolos, sus enemigos y sus adeptos. La incompetencia, la dejadez de las autoridades de Tráfico en el tratamiento de los riesgos en la A3, parece expresar un desinterés, una falta de atención a todo lo que no sea la centralidad, que dá la razón a los defensores de la simbología nacionalista patriótica de Tío Caña.

Hoy, sin embargo, prevalece en mi el optimismo, --será porque he bajado la dósis de litio, que me producía, otra vez, tembleque-- me agrada  la caricia húmeda de la lluvia en mi cara al cruzar la calle para comprar un paquete de Lucky, la marca de tabaco más teatral, pues forma parte del atrezzo de aquella obra de Tennessy Williams, Un Tranvía llamado deseo, que también interpretamos en al aula, pero no quedaba en la máquina, y me he conformado con Marlboro, otra marca mítica, anunciada durante años por un vaquero que murió de cáncer en el ejercicio de aquella propaganda.

Llueva, o no llueva, nos lo hemos de pasar bien, o al menos intentarlo,  nosotros, hoy, tenemos comida familiar, el riesgo de lluvia es para los comensales, no para los cocineros que permanecemos en casa, tan ricamente.

Antes del cambio climático, cuando el norte no estaba soleado por estas fechas, sino que la lluvia era el meteoro más frecuente cada día, los vascos, aprovechando su arquitectura de plazas y calles porticadas se iban de vinos por ahí aunque lloviera, y aquí nos asustamos cuando caen cuatro gotas.

Cantando, o no, me encanta pasear bajo la lluvia, con mi sombrero chino, sin paraguas, disfrutar del simple hecho de estar vivo porque, las variables meteorológicas solo son el atrezzo de la comedia humana, en la que cada uno es libre de elegir su papel, un paseante anónimo bajo la lluvia, o un hijo de puta funcionario de Tráfico, responsable con su incompetencia de las angustias de miles de viajeros atascados en la A3 por la falta de criterio de quienes deben velar por la seguridad del tráfico, adecuando sus medidas a los riesgos ciertos."

En fin. Singin' in the Rain.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 20 01 17.

miércoles, 18 de enero de 2017

OBJETOS ENCONTRADOS

"He bajado al Maravillas, con el pijama puesto debajo de los cinco pisos de ropa que llevo desde que la prensa sensacionalista ha declarado el estado de glaciación en toda la comunidad valenciana, aunque esta mañana, antes de salir de casa, mi mujer me ha confirmado que ha nevado, sí, pero sobre todo, en zonas de Alicante.

En mi barrio, ya digo, te dejas el pijama puesto debajo de la ropa y vas tan ricamente. Apenas llegado a la barra del Maravillas he sentido la verdadera amenaza del día, la merchera que me coacciona amablemente para que le pague el café con leche. Hoy he reúnido el valor suficiente para negarme a su coacción y se ha marchado enseguida.

He mirado 'Levante' de hoy pero no he visto nada interesante, no quiere decir que no lo llevara, solo que mi mirada indiferente no se ha interesado por asunto alguno, y es que las cosas son de una manera, y a veces tú las miras de otra.

De regreso a casa, me he detenido en la cafetería La Fuente, en obras, y he leído el cartel que anuncia que las obras durarán un mes y que nos esperan a los clientes habituales el día de la reapertura, el quince de febrero.

Pensaba en lo que voy a escribir hoy y, sin ánimo de repetirme, creo que voy a dedicar esta entrada a los objetos encontrados, en contraposición a los objetos perdidos de la última entrada Así, de pronto, pienso en cuatro o cinco objetos encontrados que me parecen significativos.

Uno de ellos, la moneda que de vez en cuando encuentra mi mujer en el suelo de la acera, porque desde muy niña adquirió ese hábito, mirar por donde pisaba, y varias veces la he visto recoger alguna moneda de céntimos del suelo, mientras que yo, que siempre voy con la mirada perdida, pensando en lo que escribiré cuando vuelva a casa, jamás encontré una moneda, y la mayoría de las veces, tampoco el asunto sobre el que escribir.

Hablando de objetos encontrados, hay algunos que merecen ser destacados. El gallo disecado que encontró Jordi en el vertedero próximo a la casa de la sierra, al que terminamos llamando El Corte Inglés, por la cantidad de objetos útiles que encontramos allí, que incorporamos al mobiliario de la casa.

Ese gallo estuvo durante años junto al pequeño ventanal del salón con chimenea, hasta que mi mujer en una de sus limpiezas cíclicas, lo hizo desaparecer. En cambio el sillón plastificado, con los colores del movimiento libertario, encontrado en aquel vertedero, aún sigue junto al botellero, y ha sido testigo de mis muchas siestas veraniegas en sus aún cómodas formas.

Por cierto, el caballito de cartón al que aludí en objetos perdidos, me dice mi mujer que también fué antes un objeto encontrado, pues procedía del mismo vertedero. Puede parecer que nos pasábamos allí la vida, en el vertedero, buscando cosas, pero no es así, únicamente nos deteníamos allí esporádicamente, cuando desde el coche creíamos ver algo que nos interesaba. El vertedero fué clausurado y ahora, cuando pasamos por allí, solo se ve el paisaje rehabilitado encima de lo que ahora esta enterrado.

No solo tenemos en la casa objetos encontrados en sus alrededores, también hay un arcón de madera donde guardamos las mantas en nuestra habitación principal, que fué encontrado junto al contenedor de basura a la puerta de la casa de Valencia.

En esa misma casa hemos tenido durante años, en el balcón, una mesita de aglomerado con un tablero redondo, donde ponía yo el cenicero cuando salía a fumar, encontrada junto al contenedor, hasta que mi mujer la ha depositado de nuevo allí, pues el aglomerado que la formaba se estaba deshaciendo.

No sé que más añadir a los objetos encontrados. Sí, quizas una misteriosa caja de cartón que encontré en la casa de la sierra, y resultó contener unos cientos de folios mecanografíados, de mi época de escritor aficionado antes de comenzar a publicar el blog.

En ese objeto encontrado estaban los originales de historias que luego he publicado en el blog, como 'Doña Elisa y sus siete faldas', tan bien acogida por los lectores latinos, y otras que no merecen ser citadas."

Yo, la verdad, soy más dado a perder que a encontrar, cada día me vuelvo más despistado, cuando creo haber perdido algo, lo busco, y aunque lo tenga delante de las narices, no lo veo, oiga, y es que siempre estoy pensando ¿de que voy a escribir hoy?, y últimamente, ¿de que voy a escribir, sin repetirme?, les aseguro que es mucho más difícil.

En fin. Objetos Encontrados.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRINo) 18 01 17.

martes, 17 de enero de 2017

OBJETOS PERDIDOS

"Una urna funeraria, conteniendo las cenizas de una mujer, en fase de transporte hacia el Columbario, es desviada por error y acaba en el departamento de Objetos Perdidos. Esta noticia, leída en una página de 'Levante' cuyo número no recuerdo, mientras tomo café en el Maravillas, porque la Fuente ya no pone la terraza por estar en obras, me viene al pelo para abrir la página de hoy, un poco tarde, después de ir al mercado a por carrilladas, verduras y el avío para el arroz al horno del viernes, con la sana intención de no repetir del todo los temas de páginas anteriores.

Objetos perdidos es una expresión que estimula mi memoria pues seguro que hay muchas cosas que han desaparecido de mi vida, que son o fueron objetos perdidos, aunque no fueran a parar a ninguna dependencia municipal.

Pienso en el anillo de plata, regalo de mi mujer, que llevé durante años en el meñique de la mano izquierda y que, finalmente, perdí en el mar. En el caballito de cartón, un objeto infantil que estuvo en la casa de la sierra, hasta que lo condenamos al destierro por su alto contenido en bichos que se alimentan del cartón. O en la cartera que no perdí, exactamente, sino que me robaron en una escalera mecánica de Atocha, al regreso de un crucero por el Rin.

En la imágen apenas definida ya por el efecto del olvido de la primera vez que me asomé al corral del bajo donde vivía, habitado por multitud de animales destinados al consumo doméstico, pero tal vez la pérdida mas valiosa es haber olvidado el nombre de una chica de la que pude estar enamorado a los quince años, cuando compartíamos unas clases particulares en la calle Historiador Diago, y que ahora forma parte de los recuerdos perdidos en el océano de tiempo transcurrido hasta llegar a hoy.

Un día en el que, con la exageración habitual, la prensa presenta un titular que dice, 'La C. Valenciana, bajo cero', sin matizar que esa afirmación solo es cierta para una parte del territorio, con lo que se cae en una generalización casi indecente, algo a lo que se están acostumbrando todos los medios escritos o televisivos. Vaya, ya me estoy repìtiendo, les aseguro que no quería repetirme, en fin.

Para evitar que me suceda con mi urna funeraria lo que a la mujer cuyas cenizas han dormido en el departamento de objetos perdidos, hasta que, al parecer, un responsable ha corregido ese error y las ha devuelto a su familia, dejaré escrito que quiero que sea mi sudario mi viejo coche Skoda Octavia, que dejen allí mis restos cenicientos, con o sin urna, y que me lleven al desguace con el magnífico automóvil que me ha prestado un excelente servicio durante casi veinte años.

No se si he cumplido con mi deseo de no repetirme en la entrada de hoy, pero quiero despedirla con otra noticia que da mucho de sí.

La macroeconomía, esa disciplina que siempre nos da datos sumados, indicadores genéricos de crecimiento, de inflación y cosas así, tiene la limitación de que no informa de los sumandos que integran esos números, de las personas, vaya.

Hoy capto una noticia, no recuerdo otra vez en que página de 'Levante', que llama mi atención. 'Tres empresarios son tan ricos como un tercio de los expuestos a la pobreza'.

En mi afán por no repetirme, trataré de hacer una interpretación personal de este dato, en lugar de ocuparme de los pobres, de lamentar su desigualdad, daré mi opinión de lo que está pasando con los ricos en nuestro entorno comunitario.

¿Solo tres megamillonarios por un tercio de pobres?. Vaya desastre, deberían ser trescientos por lo menos, la riqueza cuando es suficiente y extendida suele alcanzar más a los pobres, no puede ser que la concentración de riqueza se limite a unos cuantos, eso es un desastre, indica que nuestra clase empresarial esta formada sobre todo por conformistas, empresarios mediocres incapaces de crear corporaciones gigantes, gentes que se conforman solo con lo que pueden controlar personalmente y no quieren alcanzar dimensiones que pongan en peligro su marchita de empresas mas o menos familiares, sin ambiciones de alcanzar dimensiones globales.

Así, con esta interpretación, nuestras desigualdades vendrían dadas por la falta de impulso generador de amplia riqueza, por un colectivo de empresarios que se caracteriza por su falta de ambición, por su mediocridad, por un criterio conservador en lugar de ambicioso, innovador, adecuado a los tiempos que vivimos, algo que queda de manifiesto en la cifra que nos da la prensa hoy, solo tres megamillonarios por un tercio de pobres.

En cuanto a esos pobres, son, básicamente, un dato estadístico, con ese criterio, seguramente yo soy pobre, pero nada más lejos de mi ánimo que considerarme pobre, parte de esa minoría sujeta a desigualdades económicas, la economía, no ha de confundirse con la vida, la vida es más que la macroeconomía, son sensaciones, emociones, sentimientos, a la mierda la macroeconomía, y los empresarios valencianos, a ver si espabilan y dejan de ser un rebaño de mediocres, solo así, mejorarán nuestras estadísticas, en particular, las que miden las diferencias de rentas sociales."

En fin. Objetos Perdidos.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 17 01 17.

lunes, 16 de enero de 2017

REPETIRSE

"Estoy releyendo el magazine de 'Levante' y encuentro una interesante entrevista a Ian Rankin. escritor del género megro en su prestigiosa variante escocesa. Este hombre dice tener un mapa de Edimburgo y cada una de sus nuevas novelas la sitúa en un paisaje urbano o suburbano que no ha empleado antes como sustrato narrativo.

Una frase suya de la entrevista es el origen de la entrada de hoy: "El mayor pecado es repetirse", doy un vistazo de pájaro a mis últimas cuatro entradas del blog y observo que si bien no me parece un pecado, si he caído en el vicio de la repetición, por mi recurrente aversión a la política, aunque no a toda la política, por eso dedico la entrada de hoy a otra cosa, ¿a cual?, no sé.

Salgo al balcón y el fuerte viento de poniente  agita las palmeras del seto central de la calle por donde circulan los viandantes algo agitados por ese aspecto del tiempo meteorológico que, en mi opinión, es el mas desagradable entre los demás meteoros con que nos obsequia el invierno.

En nuestro paseo marítimo hay una fuente con los nombres característicos de los diversos vientos, tal como los nombramos aquí, Ponent, Gregal, Llevant, pero a mi hay un tipo de viento que me llama la atención, porque escapa a esas denominaciones relacionadas con sus orígenes geográficos, se trata del viento urbano.

Es muy curioso pasear por el centro histórico de Heliópolis observando a la vez los movimientos, las corrientes, las presencias y las ausencias del viento urbano, ya desligado de su origen geográfico, inmerso en una trayectoria peculiar que depende, sobre todo, de la configuración de la geografía urbana, de modo que entras en una calle sombría y estrecha, y está absolutamente en calma, no hay nada de viento allí, sales a un plaza abierta y el vendaval de viento se apodera de las terrazas soleadas dispuestas por las cafeterías, haciendo que abrevies allí tu estancia, para buscar otros lugares más en calma.

¿Como llamar a estos vientos urbanos, tan desprendidos de sus origenes geográficos que ya no les cuadran los nombres tradicionales? No sé. Sospecho que algún meteorólogo local, aunque no lo haya dado a conocer, debe disponer de un mapa de Heliópolis, como el novelista de Edimburgo, en el que habrá dibujado las complejas trayectorias de los vientos urbanos, que no serán igual en las estrechas calles cercanas al mercado central, que en las grandes avenidas del ensanche.

Es posible que, incluso, les haya puesto un nombre, el viento de la Plata, la calma de Velluters, no sé.

Hubo un músico italiano de los sesenta que, fascinado por el viento, como yo hoy, se puso a escribir, y a cantar, inspirado por ese accidente meteorológico. 'Io sono il vento.....' comenzaba aquella canción y es que el viento, que a veces causa muchas desgracias, cuando nos empuja, nos arrastra, o nos lanza contra un barranco, es algo tan potente que tuvo su representación en el mundo mítico por medio de Eolo.

Quizás la condición esencial del viento es su potencia, algo que asusta y determina avisos ciudadanos para protegerse de su furia, pero el viento, también, cuando se convierte en brisa es como un beso dado en nuestra piel para suavizar los rigores del verano.

No sé que más puedo añadir.

Solo que me gustaría conocer si algún meteorólogo curioso ha dejado escrito en algún mapa de Heliópolis, las trayectorias, las frecuencias, las potencias, de los singulares vientos urbanos que pululan por nuestros barrios, y si les ha puesto nombre."

Lo he conseguido. Hoy, he huído de la repetición. Gracias, Rankin.

En fin. Repetirse.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 16 01 17.

sábado, 14 de enero de 2017

EL PRIMER PRESIDENTE...

"Hoy he bajado a la calle, después de una buena ducha en mi lujoso remozado cuarto de baño, asustado por las exageraciones de los medios que nos acojonan con la ola de frío siberiano que está por venir, de modo que no me he atrevido a ir a la terraza de la Fuente, me he limitado a cruzar la calle para comprar la prensa y un paquete de West azul en el quiosco.

En la calle me he cruzado con ciclistas y peatones tan abrigados que solo se les veían los ojos, yo llevo los cinco pisos de ropa habituales, pero, aunque no me he puesto bufanda, y llevaba el botón del cuello de la camisa desabrochado, la verdad, no me ha parecido que fuera para tanto, y es que el clima ciudadano, tanto el noticiable como el glacial, adolece de grandes exageraciones compartidas por todos los medios.

La entrada de hoy tiene su origen en el titular grande de la primera de 'Levante' que, debido a que aún no estoy del todo despierto a pesar de la ducha, me ha movido al principio a la confusión: 'Olivas, el primer presidente de la Generalitat...' ¿Cómo...que me están contando...si antes hubo otros...Lerma, Albiñana...se vé que los redactores de Levante, he pensado, se han ido de finde, se han quedado los becarios, y son tan jóvenes que no tienen recuerdos.

He insistido en la lectura del titular: 'Olivas, el primer presidente de la Generalitat condenado a prisión' ..Aaaahhhh.... era eso "Año y medio de cárcel por no pagar impuestos...' Ahora lo entiendo, me extrañaba que algún juez mandara a la trena, nada menos, que a un ex presidente de lo que sea, pero claro, año y medio, es una puta condena estética que no dará con sus huesos en la cárcel. Habrá que esperar a los turbios asuntos de Bancaja para ver en que queda todo..y es que nuestros jueces, algunos jueces, tienen un fino sentido de la estética, permiten la condena de titulares, pero sin ánimo de aumentar la población reclusa, que debe estar sobresaturada, aunque no tanto como las urgencias de los hospitales.

El mismo titular precisa que el señor Cotino, otro de su cuerda, ha sido sancionado con la misma pena pues ambos, Olivas y Cotino se han demostrado implicados en el mismo delito (fiscal), pero a mi lo que me ha interesado de la noticia es la expresión 'el primer Presidente condenado a prisión', pues esa expresión ordinal, el primero, parece indicar que van a haber más, o sea, Camps, y algun otro

No quiero insistir en abordar asuntos feos de gente que no es de mi agrado, pero tampoco merecen tanto mi atención, así que voy a derivar la dirección de la entrada hacia otros presidentes, los primeros si, pero no en ir a la trena, sino en representar por primera vez a los ciudadanos de sus países, veamos, ¿quién fué el primer presidente de Estados Unidos? .

Ni idea, a ver que dice Wikipedia. Pues no,  no fué George Washington, ya ven, lo fué John Hanson, antes de la constitución de 1.789, que cosas.

 Y, ¿quien presidió (secretario general) la URSS por primera vez, y Japón?

Stalin fué el amo político de la Urss, no importa como se llamara su sillón. De Japón, ni idea. Japón tenía un Emperador, o sea que lo de presidente, no sé.

Pasando a otro tema, nunca he ambicionado ser presidente de nada, ni siquiera de la comunidad de propietarios del edificio donde vivo, aunque debo reconocer que así como hay mucha gente influyente a la sombra de los poderosos, cuyo nombre no se conoce más que por unos pocos iniciados, durante casi una década me he ocupado, a la sombra de la presidenta, de las cuentas de la comunidad.

Cada mes de marzo, con carácter previo a la asamblea anual para la aprobación de las cuentas, la presidente bajaba a mi cuarto de trabajo y yo le proporcionaba la hoja de cálculo donde había registrado previamente las operaciones del ejercicio, ingresos, gastos, disponibilidad de tesorería, en fín, toda la información que la presidenta estaba obligada a ofrecer a los vecinos, para cumplir las obligaciones estatutarias.

Nunca hubo, en aquella etapa, ningún problema, pero ahora me viene a la memoria la garrafa de siete litros de aceite de oliva de su huerto del pueblo con la que me agradecía la presidenta mi discreta y secreta colaboración.

Nunca declaré esa donación, ni pagué a Montoro los eventuales impuestos por ella. Cada uno a su nivel, al parecer, cultiva los mismos vicios y las mismas virtudes que ostentan otros, me tendré que mirar mi tendencia a la crítica, antes de ver la paja en el ojo ajeno, hay que mirar la pajilla en el propio, sí."

En fin. El Primer Presidente..

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 14 01 17.

viernes, 13 de enero de 2017

FEDERALISMO EUROPEO

"Uno no tiene ni puta idea de federalismo, entre otras cosas porque nunca ha vivido en un Estado Federal, esto no es la República Federal de Alemania, ni los Estados Unidos de América, es otra cosa, así que, por principio, me da pereza hablar de lo que no sé, pero no puedo evitar aludir a un brillante artículo en la 4 de 'Levante' de hoy, firmado por Daniel Guerra Sesma, Politólogo, entre otras cosas, titulado 'Federalsmo Español y Federalismo Europeo', que tiene la virtud de relativizar nuestras peleas domésticas entre 'federalismos autonómicos', Catalunya, Euskadi, Navarra, o sea, y el 'gobierno central', lo pongo entre comillas porque de la lectura del artículo se desprende que la centralidad de nuestro gobierno está lejos de ser lo que parece, si antes de remitir el proyecto de Presupuestos a las Cortes, tiene que someterlo a la aprobación del Colegio de Comisarios, porque nuestra centralidad, o nuestro federalismo, lo que sea, está en manos de la Comisión y el Consejo de Bruselas y parece que el verdadero debate está en saber si potenciamos un órgano ejecutivo, la Comisión, o uno formado por los Estados, el Consejo.

No me siento capaz de abarcar todo el contenido del articulo de Guerra, prefiero divagar sobre mis preferencias hacia otros sistemas políticos que funcionan en Europa. Lo que me encanta de Suíza, por ejemplo, es que nunca sale el nombre de sus políticos en la prensa, su formula cantonal, una variante federalista, tiene la virtud de que las decisiones se toman desde abajo, aquí nos asustan los referendos y allí los hacen, como quien dice, todas las semanas, para organizarse sin dar mayor relevancia a los cargos electos, que son prácticamente anónimos, a juzgar por su ausencia en los medios de comunicación europeos, aunque también expreso mis dudas por el uso que hacen de esa capacidad de decisión, cuando la emplean, de manera unánime, para joder a la población emigrante que acogen, cunado perciben que son demasiados para su gusto.

Guerra contrapone en su artículo la idea del federalismo español a la del federalismo europeo, entendiendo que son más importantes esas relaciones, que los proyectos domésticos pues, a la hora de la verdad, de implementar políticas económicas y financieras, con sus consecuencias sociales para la ciudadanía, tienen más peso las decisiones que afectan al conjunto de la Unión, que las peculiaridades domésticas de cada país, yo no tengo ni idea de si es así o no, aunque hay otros aspectos del federalismo que me interesan más.

Después de leer a Guerra, una de mis conclusiones es que vivo en una familia federalista. Jordi vive en Benetúser, Mónica en la Pedanía de El Saler, Quique en el Cabanyal , aunque hoy está en la Gomera, y nosotros en Cuatre Carreres, ante esa dispersión de culturas urbanas, se impone el modelo federal, por eso todos los viernes, nos reúnimos en Consejo, frente a una cazuela de arroz al horno y otras fruslerías,y cuando alguien no puede acudir, como es el caso de Quique hoy, delega su voto en un hermano para que, al final de la reunión tengamos una opinión fundada y representativa sobre la calidad de las viandas, por si hay que cambiar de proveedor, o lo que sea.

Confieso que esta forma de federalismo doméstico me interesa más que cualquier otra porque, cualquiera que sea la forma del Estado, al final siempre son los mismos los que mandan, y somos casi siempre los mismos los que obedecemos, más o menos."

¡Viva el federalismo doméstico!, sin desmerecer el federalismo fiscal, del que hablaré en otra ocasión.

En fin. Federalismo Europeo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 13 01 17.

jueves, 12 de enero de 2017

EL PATRIARCA

"Hoy me ha despertado el timbre del teléfono fijo, --Sí, todavía tenemos un teléfono fijo, además de algún libro de Eliseo Reclus perdido en el desorden de la estantería, somos así, antiguos, sí-- era la secretaria de la consulta dental, para recordarme que hoy tengo cita con la higienista, a las doce y media.

Para mi propia sorpresa, pues nunca había hecho una cosa así, le he dicho, hoy no va a poder ser, dáme hora para la semana que viene. ¿El jueves 19, a las doce y media? Sí, vale.

Me ha pillado por sorpresa, no tenía ni idea de haber fijado ese compromiso para hoy, he mirado el almanaque, donde anotamos todo, y no hay nada. Finalmente, he mirado en la cartera y allí estaba la tarjetita del dentista, con la hora fijada para hoy, pero, en esta casa, lo que no está anotado en el almanaque de la cocina no existe, oiga.

Ahora reflexiono porqué he reaccionado de esa manera, anulando la cita, en lugar de cumplirla, y sospecho que es porque, aunque ayer, al término del concierto del Palau de la Música al que asistimos por la tarde, cuando Encarna me propuso ir esta mañana ir a ver los tapices del Patriarca, y luego a comprar cuatro alas de raya al Central, yo no tenía ningunas ganas de tener una mañana tan ocupada, lo cierto es que al levantarme hoy, después de un sueño continuado y reparador gracias a las pastillas pro sueño de la doctora P, al bajar a la Fuente y ver el día tan magnífico que hace, una tregua antes de que empeore de nuevo, me han entrado unas ganas locas de ir al Patriarca, al Central , y 'lo que fasa falta'.

El caso es que, ayer, en el Palau, me emocioné como nunca me había sucedido en ese espectáculo "Flamenco, Silenci y so", que concluyó con una insólita mezcla de flamenco y evoluciones de artes marciales, muy plásticas, protagonizadas por Qihui Zhu, mestre Shaolin según el programa, una breve, pero muy colorista, mezcla de culturas ancestrales, la flamenca y la asiática que arrancó los entusiastas aplausos del público, pero lo que me emocionó, de verdad de la buena, fué escuchar el desgarro del malagueño Antonio Parrado, cuando cantó a los mares del cielo, a la tierra creada por la divinidad, y expresó su rabia por el invento humano del dinero, causa de las guerras, cuando el ama la paz.

Ahora mismo nos vamos al Patriarca, a ver los tapices, mi memoria infantil recuerda el vestíbulo del Patriarca, con aquel dragón --creo que era un caimán, en realidad-- disecado en la pared, que tanto me impresionó y despertó mi imaginación infantil, una sensación, el crecimiento de la propia imaginación, que sospecho que todavía perdura.

 Encarna, antes de levantarse de la cama, me ha hecho un comentario que ha encendido mi ánimo, algo que ha escuchado por la radio, a una joven tuitera le han caído dos años por expresarse en ese medio de tal modo que ha molestado a políticos y jueces, esa pandilla de gente normal pero que incluye a muchos cabrones que nos dan por detrás todos los días sin que nadie les pida cuentas de sus atropellos.

Castigar con cárcel una expresión escrita, por dura, inconveniente y molesta que sea, es poner un esparadrapo en la boca de la sociedad, tenerla secuestrada y no me extrañaría nada que cualquier día, un tribunal de derechos humanos de ámbito internacional, mande a la trena al juez que los ha vulnerado, del mismo modo que el Consejo de Estado, que no se lo que es, ha puesto el dedo en la llaga del yak 42 y del señor Trillo, quien debería estar ya en la cárcel, hace años, en lugar de la tuitera.

Si ya no puedes cagarte en la madre que parió a los muchos hijos de puta que pululan en los medios políticos y jurídicos, pues ya me diras donde queda la libertad de expresión, que incluye, porqué no, el insulto, si es lo único que nos queda en unos tiempos que cercenan las libertadas con leyes mordaza, sanciones desproporcionadas, y otros intentos por acallar el clamor popular de las gentes a quienes no les satisface el rumbo que toma la sociedad de nuestro tiempo, menos aún, adonde se quiere dirigirla.

Lo malo de la política, y a veces de la justicia, es que invade con su presencia incongruente nuestro retiro espiritual, en el que tratamos de flotar en los mares celestiales, disfrutar las bellezas terrenales y olvidar ese nefasto invento humano, el dinero, aunque en días como hoy, tan luminoso, de temperaturas tan suaves, un día de tregua antes de que vuelva el temporal, es más facil desprenderse de toda esa mierda, centrarse al elegir los mejores filetes de raya en el Central, y visitar los tapices del Patriarca, más que nada, por recobrar aquella imágen del cocodrilo en la pared."

La memoria es, quizás, una cualidad humana más valiosa que el dinero.

En fin. El Patriarca.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 12 01 17.

martes, 10 de enero de 2017

DOLORES

"Esta mañana, después de un sueño continuado y reparador, motivado por la pastilla pro-sueño que me recetó P., me ha despertado el timbre del teléfono, era la doctora P., la jóven y competente facultativa que se ocupa desde hace algún tiempo de mi salud.

Nunca había conocido a alguien como P. quien, desde su centro de salud, permite que la llame por teléfono a su consulta y me devuelve la llamada, para negociar por teléfono nuestras cosas, dósis, pero, sobre todo, reparto de esas dósis para minimizar los efectos secundarios de un producto farmacéutico que estoy obligado a tomar desde hace treinta años.

Hoy me ha llamado para decirme que la última litemia ha dado 0,8, un nivel que garantiza su efecto terapéutico, por encima del 0,5 que salió la última vez y que no alcanzaba el mínimo de efectividad. Por mi parte, le he dicho que me preocupa observar una tendencia, solo eso, una tendencia al tembleque, lo he observado al usar el invento para liar cigarrillos, he perdido algo de la firmeza que tenía.

La doctora me ha aconsejado que reparta aún más la dósis actual, sin aumentarla, ni disminuirla, en cuatro tomas, media, un cuarto, media, media. Hay que ver como afina esta mujer. Le he dado las más efusivas gracias y me he despedido de P. hasta el día de San Valentín, en que tengo concertada visita con ella.

Estoy pensando llevarle alguna atención, algún regalo, porque me tiene enamorado su competencia médica.

Después me he duchado en el flamante cuarto de baño remozado, con plato de ducha, mampara de lujo y todo eso, y he bajado a por tabaco a la Fuente. Aunque Isa estaba sentada en el interior, me he limitado a saludarla, he tomado un café cortado en la barra mientras los payasos de 'Los Desayunos' de la tele pública presentaban a una mujer de éxito, Dolors Monserrat, ministra de sanidad, a quien voy a dedicar la página de hoy, pues he escuchado con que energía se dirigía a los pensionistas y demás usuarios del sistema de salud, ahora en sus bellas manos, y la rotundidad con la que ha afirmado que el copago existe desde hace treinta años, sin matizar que ha sido su partido, sus gobiernos, los que lo han generalizado, y siguen en ello, con independencia de su existencia previa.

Y es que estos, ellos o ellas, no matizan, oiga, son de trazo grueso, aunque esta chica, la ves en cualquier discoteca a las dos de la mañana y no dirías que es ministra de sanidad. Dolors, tiene una impronta de chica triunfadora, con una energía a toda prueba, y se dirige a los pobres mortales que estamos al albur de sus decisiones ministeriales en un tono enérgico y paternalista a la vez, 'no se preocupen por el copago, solo afectará a las pensiones por encima de (??????)', al parecer Dolors estima que una pensión de 1.500 euros (la mía no alcanza esa cifra) debe ser considerada, mas o menos, como el salario de un ministro, a efectos de privar a su titular de la oportuna exención.

Dolors está decidida al parecer, al tiempo que trata de tranquilizar a todo el mundo sobre sus intenciones, a joder el poder adquisitivo de un sin fin de beneficiarios del sistema de seguridad social, pero eso no es nada, comparado con los dolores de cabeza que nos esperan, para asimilar las noticias que precisan lo que ya está empezando a suceder en 2017 en las economías domésticas de los jubilados, y de los activos.

Miguel Ángel Sánchez, en el editorial de 'Levante' de hoy, hace un apretado resúmen de lo que nos va a traer el nuevo año. "El precio de la luz sube en enero un 32%. El gas 3,5% más, El barril de petróleo alcanzó ayer los 57 dólares, una subida del 56% en los últimos doce meses, datos no considerados en los famosos Presupuestos de Rajoy, por lo que las cuentas no salen. El año pasado se cerró con una inflación del 1,5%,este año podría llegar al 2,5."

Luego está el futuro de los tipos de interés, una incognita para los hipotecados que veremos como evoluciona. Nuestro amado Presidente, ajeno a este panorama, nos ha aplicado una subida del 0,25% en nuestras más o menos sagradas retribuciones jubilares. De momento, ya nos ha birlado, del año pasado, un 1,25% de nuestro poder de compra o ahorro.

Da risa que Dolors estuviera tan enérgica y convincente en su discurso de esta mañana en 'los desayunos', tratando de hacernos creer que no debemos temer nada por lo que concierne a nuestro nivel de vida cotidiano por los efectos del copago, claro que todo esto a lo que se refiere Sánchez, los precios del petróleo, la inflación, la revisión de las pensiones, no es competencia de la ministra.

Ella se limita a salir, como si fuera una estrella de cine en la jornada de los Oscar, brillando como una intérprete famosa, con la clara misión de decir solo lo que conviene, y callar lo que no conviene. Dolors, vete a tomar por el culo.

Hay dolores y dolores, están los físicos, y también los psíquicos, de estos últimos, desde que estoy en las manos de la doctora P, estoy exento. Luego están los dolores de cabeza para llegar a fin de mes que nos crean las eléctricas, las petroleras, los bancos centrales y los políticos que nos tocan en suerte, sean tan aburridos como Rajoy, o tan atractivos como su ministra de sanidad, al final, todos nos dan por el culo, todo lo que pueden, sí, aunque, cada uno de los gobernados, según su personal situación, lo lleva de un modo ú otro, claro.

 En fin. Dolores.

 LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 10 01 17.

domingo, 8 de enero de 2017

PAELLA DE PATO, GAZPACHO DE LIEBRE, CENA INFORMAL.

"Quique pasó a recogernos con su Ford Mondeo y nos llevó a la Pedanía de El Saler, donde sabíamos que Mónica estaba preparando una paella para nueve comensales, que ibamos a pasar juntos unas horas del día de Reyes en franca armonía, pero lo que ignorábamos es que Mónica, después de algunas otras tentativas con el método de la prueba y el error, nos iba a gratificar con una sensacional paella de pato, con el arroz en un punto de cocción y sabor próximo a la perfección y la porción de pato que probé con una textura suave y delicada que me hizo evocar nuestra reciente visita al Museo de la Seda, pues encontré que la elaboración culinaria de aquella ave de carne grasa y suculenta estuvo a la altura de las creaciones artesanales que contemplamos, bien acompañados por una experta guía, en el Colegio Mayor de la Seda de la calle del Hospital, dicho sea esto con el permiso de Vergara, nuestro primer cronista corrupto gastronómico, que debe ser, sin duda, quien más sabe de patos en el universo de la paella de por aquí.

Antes de la paella, tomamos una excelente sepia con ajos tiernos, y picotemos de una ensalada y otros entretenimientos y luego, tomamos el preceptivo roscón de reyes, no nos importó que nos saliera el haba, pues ya habíamos pagado previamente su importe al comprarlo en Dulzematic, 21 euros el de tamaño mediano.

Fueron unas horas muy agradables compartidas con nuestros hijos, nietos, y añadidos.

Al día siguiente, un poco antes de la hora fijada para nuestra partida, Chimo Requena me esperaba en su flamante Mercedes azul cobalto, en el que nos desplazamos, primero, a recoger a Jordi, luego a casa de Eutiquio, lugar de encuentro de los siete asistentes a la comida en la casa de la sierra, donde Bartual iba a guisar un gazpacho manchego de liebre, con su acento personal en el picante, como luego se comprobó y, una vez acudieron todos nos fuimos en el coche de Chimo, y en el otro Mercedes de Bartual, en dirección a la A3, donde iniciamos un recorrido casi siempre envueltos en una niebla espesa, hasta que al llegar a Estenas, cerca de las once, nos esperaba un día claro, frío y soleado, en el que pudimos admirar, antes de llegar a la casa, cuando paramos a coger agua en las garrafas al efecto, la cascada que descargaba su agua tumultosa, no tanto como hace diez días, junto a la piscina de la aldea.


Una vez descargada la enorme gazpachera, un caldero de tamaño más que natural, el resto del material para la comida, y encendida la estufa para caldear la casa, instalé la mesa grande en la terraza y nos dipusimos a almorzar una cazuela de riñones de cordero, que había guisado un colega, con profusión de acompañamiento de buenos vinos y luego, terminado el pre ágape, encendimos la chimenea que, por suerte, tiraba estupendamente, y preparamos la hoguera de leña donde, con ayuda del trévelez, el enorme caldero permanecería durante horas dirigido por las expertas manos de Bartual para guisar el tremendo gazpacho con que nos íbamos a gratificar en ese magnífico día, soleado, sí, pero con las tejas cubiertas por una fina capa de hielo, como hielo fué lo que encontramos en muchos tramos de la carretera, al ir, pero sobre todo al volver por la carretera de la sierra que pasa por Las Nogueras, antes de desembocar en la que comunica Chera con Requena.

Entre el almuerzo y la comida, creo que fueron nueve las botellas de vino que cayeron, sin que notara en ningún momento que nadie cayera víctima del exceso, pues fueron muy repartidas entre todos, pero, sobre todo, a lo largo de las varias horas que permanecimos en la casa, con lo que, al ser la dosis muy repartida, como me pasa ahora con el litio, no hubo efectos secundarios visibles.

El gazpacho estuvo sensacional, aunque con la personal preferencia de Bartual por el picante, lo que le dió un toque muy personal. Yo había llevado en un taper una ensalada de ahumados, que aliñé allí mismo, no sobró nada de lo que se puso en la mesa, a pesar de lo copioso del almuerzo de unas horas antes y es que mis 'amigos ingobernables' estan acostumbrados a las comidas copiosas, y lo llevan muy bien.

Por la tarde, bajamos hasta Requena por la carretera de la sierra y allí, en un café dimos cuenta del Roscón que había traído Jordi, se tomaron unos carajillos, y de vuelta a Valencia, con la sensación de haber pasado un día francamente agradable, por la belleza de los paisajes serranos, por el clima, aunque frío, anticiclónico, por la calidad de las viandas servidas, pero, sobre todo, por el buen ánimo con que las compartimos. Quedamos en emular la experiencia la próxima primavera.

Llegado de vuelta a Valencia, pasadas las seis de la tarde, encontré a Encarna en la cocina, ocupada con los preparativos de la cena informal que íbamos a compartir en casa, con Lola y Antoni, una quedada organizada, más que nada, para estrenar Rummy Classic, el juego de mesa que nos hemos auto regalado estas navidades, así que la cena es solo un pretexto, lo principal es el juego, pero, como hay que cenar, preparamos cuatro cosas para picar.

Yo he preparado una ensalada de ahumados, con salmón, bacalao, atún, anchoas, sobre un lecho de rúcula y canónigos con tomates cherry y huevo cocido rayado, Encarna unos pimientos del piquillo, rellenos de tomate frito con atún, y pintados con salsa rosa, una jugosa tortilla de patatas y unos montaditos calientes con queso de cabra y semillas de sesamo, todo ello regado no con Amstel, por supuesto, con Amstel nunca, sino con cervezas Alhambra de esas que no llevan etiqueta, y una botella de vino que, finalmente, no se abrió.

Nuestra nula experiencia con el Rummy determinó que, de las tres partidas jugadas, cada partida se compone de cuatro fases distintas, que yo seguí con dificultad por mi daltonismo que me hacía confundir los colores de las fichas verdes o azules, fueran Lola o Antoni los vencedores, aunque en una de ellas Encarna solo quedó a cuatro puntos de Lola, ella no confunde los colores.

Una velada, la cena informal con Lola y Antoni, que ha dado un final feliz a esta serie de acontecimientos amistoso gastronómicos que, este año, excepcionalmente, se han sucedido uno tras otro, dándome el título de esta entrada."

Pues nada, feliz año a todos menos a Amstel.

En fin. Paella de Pato, Gazpacho de Liebre, Cena Informal.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN 8 01 17.

miércoles, 4 de enero de 2017

ESCRIBIR

"Escribir es, a veces, hacerse preguntas que no tienen respuesta, o visitar espacios y tiempos que ya solo viven en tu memoria más antigua, escribir, sobre todo cuando no has leido la prensa para inspirarte en alguna noticia, o no has visto la enésima imágen de Rajoy, afirmando, sin pizca de verguenza, que de aquello del Yak 42 y Trillo hace ya muchos años, como si el paso del tiempo pudiera borrar la ignominia, escribir digo, sin esas referencias de la actualidad es, al final, una especie de confesión, en la que terminas expurgando tus viejos asuntos, que no interesan a nadie.

He releído una de las páginas de 'El Jardín de Heliópolis', esa en la que se trata del diseño de ese jardín virtual, que incluye un inventario de las especies vegetales que van a habitarlo, algunas de ellas, como los hombres planta, el autómata alado y otros especímenes, frutos de la imaginación del autor, ú otros personajes robados a otros autores, como el barón rampante, de Italo Calvino, y me parece una página muy representativa de la escritura creativa, pero de eso hace muchos años y, hoy, no me siento nada creativo.

Por suerte, ahora he de irme a preparar la paella de verduras, que nos tomaremos acompañada de un buen Verdejo, y confio en que luego, se me ocurrirá como terminar de rellenar esta página. Hasta luego....

La paella de verduras no ha estado mal, alcahofas, judías verdes, garrofón, y el sofrito de ajos, pimentón, tomate, bien. Una cosa correcta, mejorada por el sol que entra por el balcón y la voz de Gato Pérez, que, gracias a la maravilla tecnológica del CD nos acompaña hoy.

Ahora bien, la comilona que me voy a dar el sábado, día 7, en la casa de la sierra, con mis amigos ingobernables que se han ofrecido a subir a la sierra y guisar un gazpacho manchego de liebre y perdiz, no tiene comparación.

Encima, Chimo se ha ofrecido a recogerme a la puerta de mi casa. Ya tengo preparadas tres botellas de buen tinto, y prepararé una ensalada de ahumados en un taper, mi contribución al ágape y seguro que Rafael lleva un brazo de gitano para el postre. Botellas de licor, no sé, en la casa no hay, cómo no lleve alguien algún orujo.

Me gusta comer oyendo música, mientras el sol calienta el comedor. Creo que una de mis frustraciones es no haber recibido formación musical en mi infancia. Me gusta la música, pero no sé que hacer con ella. Sospecho que mi afición por la escritura, por manejar esas veintiocho letras del alfabeto, es algo que pretende sustituir mi torpeza para manejar las notas musicales, aunque esa música es la de los poetas, no la de los prosistas, la lectura de la poesía me produce, en ocasiones, la misma sensación que cuando escucho radio 3 en la casa de la sierra.

En particular, me gusta la música literaria implícita en la escritura de Vicente Aleixandre, o de otros escritores andaluces que, aunque escriben prosa, lo hacen con un ingrediente poético que llevan en la sangre, como es el caso de Caballero Bonald.

Cuando la poesía y la música se hermanan, a veces suceden cosas extraordinarias, como Mediterráneo de Serrat, o los trabajos tan creativos de Luís Eduardo Aute, que ahora está malito. Animo, que salgas adelante.

Hace semanas que no subimos a la sierra. Hemos recibido por wassap una foto de una cascada que revienta con su agua tumultuosa los alrededores de la piscina de Estenas, supongo que cuando estemos allí, el próximo sábado, ese raro fenómeno habrá cesado, aunque, me gusta pensar que todavía estará allí para verlo, tengo serias dudas de que eso suceda.

Lo que si estará allí, como siempre, es la casa centenaria que compramos hace veinte años, cuando descarguemos los bártulos de la comida, encenderemos la chimenea, para que la temperatura suba al menos siete grados y nuestra estancia allí transcurra en un ambiente agradable, acogedor, en cuanto a la relación amigable entre nosotros está fuera de duda. Somos 'Amigos ingobernables', sí."

Estoy deseando que llegue el sábado, hasta entonces, dado que he comenzado el año un poco vaguete, no creo que añada nada más al blog.

En fin. Escribir.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 4 01 17.

lunes, 2 de enero de 2017

TENER O NO TENER

"Confórmate con lo que tienes y no alimentes fantasías o deseos de algo que nunca podrás tener." Este consejo conservador, en estos tiempos de emprendedores, de grandes grupos empresariales que fomentan el acceso a la condición de empresario, Lanzaderas y dos docenas más de inciativas que aparecen solo en una de las páginas de Wikipedia referidas a la actividad emprendedora en Heliópolis, puede considerarse definitivamente muerto, en este tiempo en el que, dada la caída espectacular del empleo por cuenta ejena a causa de la revolución tecnólogica, esa misma fuerza imparable parece ser un caudal de oportunidades para que uno se organice por su propia cuenta, y prescinda de un patrón ajeno para buscarse la vida.

Este nuevo panorama, venido de la mano de la crisis de empleo, una crisis bastante estable, que se resiste a desaparecer en un horizonte a corto plazo, permite alguna que otra reflexión, que se me ocurre centrar en 'lo que tenemos', y 'lo que no tenemos', pero con una óptica mas general, alejada del asunto del empleo, de la emprendeduría, y más centrada en el lado de los afectos.

Parece que puestos a soñar, en contra del consejo conservador, tal vez conviene hacer un inventario de lo que tenemos, y una lista de lo que no tenemos y desearíamos tener, como un primer paso para esa experiencia onírica, soñar.

Hay un primer problema, semántico, creo yo, y es que 'tenemos' indica posesión, patrimonialización de las relaciones personales, así, 'tengo a mi mujer', o 'mi mujer me tiene', son expresiones que para un empleo, o una empresa que comienza un nuevo proyecto, están bien, pero, sobre todo para quienes ya vivimos en el júbilo de hacer lo que nos dá la gana, sin obligaciones laborales, esa expresión patrimonial de los afectos no cuadra.

La vida puede que sea tener, sí, sobre todo para algunos, pero las relaciones personales se distinguen sobre todo, porque son compartidas, compartimos lo que la vida nos depara, alegrías, tristezas, experiencias, rutinas, pero, sobre todo, afectos.

Disfruto la inmensa fortuna de compartir la vida con una mujer a la que conocí en un guateque, cuando ámbos contábamos unos quince años. Ahora tengo una foto de gran formato en un mueble del comedor que recoge la celebración familiar de nuestros primeros cincuenta años de matrimonio, y me parece increíble todo lo que hemos vivido juntos, y todavía más increíble, que no nos arrepintamos de esa experiencia, a pesar de los acontecimientos no siempre favorables a nuestra navegación en común por los mares procelosos de la convivencia marital.

¿Tener o no tener?. No. Compartir, o no compartir. No hay nada patrimonial en compartir una experiencia de vida en común, se trata en realidad de una increíble capacidad de adaptación del ser humano para responder, en cada momento, en cada experiencia, en cada crisis, con un impulso de renovación permanente, a la edificación de una vida en común, reconstruída después de cada conflicto, para darle la solidez de un edificio renacentista, esos que se construyeron en el siglo no sé cuantos y que, tras las sucesivas restauraciones, presentan una solidez permanente.

Naturalmente, esto es cosa de dos, cada uno está hecho de materiales distintos, y solo si uno de los dos presenta esa calidad en los materiales que garantiza que todo no se venga abajo, esa vida de relación compartida se muestra invulnerable a la erosión de los tiempos.

Me siento afortunado por compartir con una persona de esa calidad humana una vida ya larga, productiva, y no soy capaz de imaginar como sería mi vida sin ese soporte emocional, solo espero ser yo quien se vaya antes, para no tener que soportar esa tremenda sensación de pérdida.

¿Tener o no tener? En un horizonte planetario en el que tener un empleo es algo casi inalcanzable, y cada vez lo será  más, a causa de la automatización de los procesos de producción, multitud de inciativas, de instituciones, estimulan a los jóvenes a tener una empresa, aunque sea pequeña, propia, bien, no niego que sea una posibilidad de vida profesional, ojalá que funcione, pero, tener una compañera de vida con la que compartir los avatares que nos depare la incertidumbre, la verdad, a mí, que ya vivo en el júbilo de hacer lo que me dá la gana, me parece mucho mejor, sí.

En fin. Tener o no tener.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 2 01 17.

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