miércoles, 18 de enero de 2017

OBJETOS ENCONTRADOS

"He bajado al Maravillas, con el pijama puesto debajo de los cinco pisos de ropa que llevo desde que la prensa sensacionalista ha declarado el estado de glaciación en toda la comunidad valenciana, aunque esta mañana, antes de salir de casa, mi mujer me ha confirmado que ha nevado, sí, pero sobre todo, en zonas de Alicante.

En mi barrio, ya digo, te dejas el pijama puesto debajo de la ropa y vas tan ricamente. Apenas llegado a la barra del Maravillas he sentido la verdadera amenaza del día, la merchera que me coacciona amablemente para que le pague el café con leche. Hoy he reúnido el valor suficiente para negarme a su coacción y se ha marchado enseguida.

He mirado 'Levante' de hoy pero no he visto nada interesante, no quiere decir que no lo llevara, solo que mi mirada indiferente no se ha interesado por asunto alguno, y es que las cosas son de una manera, y a veces tú las miras de otra.

De regreso a casa, me he detenido en la cafetería La Fuente, en obras, y he leído el cartel que anuncia que las obras durarán un mes y que nos esperan a los clientes habituales el día de la reapertura, el quince de febrero.

Pensaba en lo que voy a escribir hoy y, sin ánimo de repetirme, creo que voy a dedicar esta entrada a los objetos encontrados, en contraposición a los objetos perdidos de la última entrada Así, de pronto, pienso en cuatro o cinco objetos encontrados que me parecen significativos.

Uno de ellos, la moneda que de vez en cuando encuentra mi mujer en el suelo de la acera, porque desde muy niña adquirió ese hábito, mirar por donde pisaba, y varias veces la he visto recoger alguna moneda de céntimos del suelo, mientras que yo, que siempre voy con la mirada perdida, pensando en lo que escribiré cuando vuelva a casa, jamás encontré una moneda, y la mayoría de las veces, tampoco el asunto sobre el que escribir.

Hablando de objetos encontrados, hay algunos que merecen ser destacados. El gallo disecado que encontró Jordi en el vertedero próximo a la casa de la sierra, al que terminamos llamando El Corte Inglés, por la cantidad de objetos útiles que encontramos allí, que incorporamos al mobiliario de la casa.

Ese gallo estuvo durante años junto al pequeño ventanal del salón con chimenea, hasta que mi mujer en una de sus limpiezas cíclicas, lo hizo desaparecer. En cambio el sillón plastificado, con los colores del movimiento libertario, encontrado en aquel vertedero, aún sigue junto al botellero, y ha sido testigo de mis muchas siestas veraniegas en sus aún cómodas formas.

Por cierto, el caballito de cartón al que aludí en objetos perdidos, me dice mi mujer que también fué antes un objeto encontrado, pues procedía del mismo vertedero. Puede parecer que nos pasábamos allí la vida, en el vertedero, buscando cosas, pero no es así, únicamente nos deteníamos allí esporádicamente, cuando desde el coche creíamos ver algo que nos interesaba. El vertedero fué clausurado y ahora, cuando pasamos por allí, solo se ve el paisaje rehabilitado encima de lo que ahora esta enterrado.

No solo tenemos en la casa objetos encontrados en sus alrededores, también hay un arcón de madera donde guardamos las mantas en nuestra habitación principal, que fué encontrado junto al contenedor de basura a la puerta de la casa de Valencia.

En esa misma casa hemos tenido durante años, en el balcón, una mesita de aglomerado con un tablero redondo, donde ponía yo el cenicero cuando salía a fumar, encontrada junto al contenedor, hasta que mi mujer la ha depositado de nuevo allí, pues el aglomerado que la formaba se estaba deshaciendo.

No sé que más añadir a los objetos encontrados. Sí, quizas una misteriosa caja de cartón que encontré en la casa de la sierra, y resultó contener unos cientos de folios mecanografíados, de mi época de escritor aficionado antes de comenzar a publicar el blog.

En ese objeto encontrado estaban los originales de historias que luego he publicado en el blog, como 'Doña Elisa y sus siete faldas', tan bien acogida por los lectores latinos, y otras que no merecen ser citadas."

Yo, la verdad, soy más dado a perder que a encontrar, cada día me vuelvo más despistado, cuando creo haber perdido algo, lo busco, y aunque lo tenga delante de las narices, no lo veo, oiga, y es que siempre estoy pensando ¿de que voy a escribir hoy?, y últimamente, ¿de que voy a escribir, sin repetirme?, les aseguro que es mucho más difícil.

En fin. Objetos Encontrados.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRINo) 18 01 17.

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