jueves, 2 de marzo de 2017

MONTESQUIEU

"Ahora que todo el mundo, y digo todo el mundo, que tiene firma en la columna de algún periódico,se pregunta si vivimos realmente en un Estado de Derecho, en el sentido de una efectiva separación de poderes al modo en que la concibió Montesquieu, en vista de los abusos del poder ejecutivo, P.P. ayudado por otros, para ejercer un control férreo sobre las decisiones judiciales que les afectan, algo a lo que se refieren hoy en 'Levante' --solo es una muestra-- Emili Piera y Rafael Ventura, --con quien tuve la satisfacción de compartir tertulia una temporada-- este último concluye que, efectivamente, la división de poderes que se atribuye a Montesquieu, aquí y ahora, no existe.

En el mismo periódico,  Linde y Guardiola, Guardiola y Linde, justo cuando los tribunales se ocupan del papel de los responsables del Banco de España en nuestra particular crisis financiera en los últimos años,  se descuelgan con un artículo de una página en el que no rozan, ni siquiera tangencialmente, esas responsabilidades en la destrucción parcial de nuestro sistema financiero, sino que hacen un bonito alarde de ciencia ficción política, totalmente alejado de nuestra realidad, en el que aconsejan acabar con los cuatripartitos, en favor de un bipartidismo de una sola dirección.

Hace falta cara dura para, en este clima actual, con la que está cayendo en los tribunales, cuando la mayoría de los opinadores se ocupa ahora de la debilidad de nuestro Estado de Derecho, dedicarse a silenciar las responsabilidades propias en la mayor depredación financiera del siglo --nada de crisis, una crisis es el momento en que se manifiesta un cambio de tendencia, la dirección de una línea, no algo que dura ya más de diez años-- y mucho menos se puede calificar de crisis económica, algo en lo que la economía productiva nada tuvo que ver, sino que fué el mayor episodio de robo coordinado a nivel global, hace falta cara dura para proponer una solución política, el cuasi partido único, a una situación compleja, cuando fueron Linde y antecesores los responsables del correcto funcionamiento del sistema financiero y, visto lo visto, parece claro que no solo no estuvieron a la altura, sino que obstaculizaron, o hicieron oidos sordos, para los efectos de esa actitud da igual una cosa u otra, a la labor de los inspectores encargados de ese control.

Esta manipulación de la información por parte de Linde y Guardiola, Guardiola y Linde, este echar balones fuera, silenciar las propias responsabilidades parece no tener nada que ver con el asunto más presente en la prensa de estos días, la separación de poderes, para averiguarlo hay que picotear un poco en aquello que inspiró a Montesquieu para construir una sociedad mas equilibrada y, por tanto, mas justa.

Pensaba yo que unos cánones establecidos en el siglo XVIII no reflejarían la sociedad actual, pero vean: '...hay tres clases de poderes, Legislativo, el príncipe o magistrado hace las leyes, Ejecutivo, hace la paz o la guerra, nombra o recibe embajadores, establece la seguridad..' pero, sobre todo, atiendan a esto:

Judicial, castiga los crímenes y decide las contiendas entre particulares.'

O sea, de estas funciones del poder judicial parece que se sigue que no debían perseguir a los políticos, sino a los robagallinas, como ha dicho alguna alta instancia judicial, ergo, no se puede argumentar que el Partido Popular no respeta en nuestros días la separación de poderes, sino que lo hace atendiendo a su definición original, las contiendas entre particulares si, el control judicial de la mala política, no.

Hay otro asunto de mayor enjundia, me parece a mí, cualquiera que sea la división de poderes que uno prefiera,  asumiendo que la división de Montesquieu sea éitca e intelectualmente, deseablo, lo cierto es que tiene, como todas las demás, una carencia esencial, entre los poderes descritos no se cita el poder del dinero que está claramente por encima de los otros tres y junto con las actitudes de Linde, Fernández Ordóñez y otros que, en lugar de controlar ese poder extra constitucional, se hacen los ciegos y sordos cuando es el caso, explica mejor que cualquier analísis de Krugman, o cualquier otro Nobel de Economía, el origen del mayor latrocinio colectivo a que han sido sometidas en diversos países, en particular el nuestro, las clases mas vulnerables que disfrutaban, teóricamente, de un sistema de división de poderes satisfactorio, salvo que nunca se consideró el poder del dinero."

Linde y Guardiola, Guardiola y Linde, defienden ahora, para no tocar otros temas mas comprometidos, una organización política bipartidista, con una sola dirección, supongo que se refieren, claro, al poder del dinero.

En fin. Montesquieu.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 2 03 17.

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