"He bajado a la cafetería La Fuente, solo a por tabaco, luego he ido al Maravillas y mientras tomaba un café cortado, Toni ha comentado que para ser día veintiséis, le extrañaba la poca afluencia de público.
El bar estaba, efectivamente, casi vacío. No he dicho nada, pero he pensado, ahora, claro, con las tarjetas de crédito, uno se gasta el dinero antes de cobrarlo, o bien, más de un veinte por ciento de la población ingresa menos de 9.000 euros al año, es decir, está en el umbral de la pobreza, y si los que manejan mucho dinero, robado, como Jordi Pujol Ferrusola, el amigo Ignacio y demás, están ya en la trena, pues quien coño va a ir a tomar café al Maravillas el día veintiséis. Solo los que hacemos un uso ordenado de nuestros recursos escasos, claro.
De vuelta a casa he comprado 'Levante', pero, antes de abrirlo, al escuchar a los contertulios de la Ser interrogarse sobre las soluciones posibles a la actual situación política que vive el país, me ha chocado no escuchar la expresión Moción de Censura, así que he decidido ocuparme hoy del tema en el blog.
Censura, para quienes tenemos memoria, es una palabra que expresa algo horrible y ridículo a la vez. Imaginen, hace años,
aunque no tantos, a una locutora de televisión con un pañuelito en el escote, para no mostrar a los televidentes el nacimiento de sus tetas, o a un autor literario emigrando a otro país porque toda su obra está proscrita para ser editada
y distribuida a sus lectores naturales, un programa de radio cancelado, por su visión crítica de la política, o todo un aparato de comunicación, prensa, radio, televisión, cuando la hubo, al servicio de la perpetuación de un régimen político
totalitario.
Ahora, no imaginen nada, constaten, simplemente, un hecho cierto, documentado, la condición de Censor del régimen franquista que ostentó Camilo José Cela, que fué senador brevemente, después de la apertura política del franquismo, y
consideren el contenido de su obra 'El Diccionario Secreto', un compendio de palabras malsonantes ..'El cura de Morata
de Tajuña, se rasca los cojones con la uña...', todo cosas así, un libro entero lleno de tacos, --lo tengo en un estante de la librería, sé algunas cosas de memoria--.'Los cojones del cura de Valdemoro, que los cuida su dueño como un tesoro..Los cojones del cura de Tarancón, le pesan cada uno como un melón.., Los cojones del cura de Argamasilla, que al andar le sonaban a calderilla...en fin, todo el libro así, publicado por un señor que fué censor en el franquismo.
El lenguaje soez, grosero, procaz, es parte del lenguaje, lo que parece un poco raro es que aquel que se mostró campeón
de ese estilo de lenguaje fuera, a la vez, censor del régimen franquista. Una contradicción, no?.
La contradicción, en contra de lo que pueda parecer, es una condición ordinaria en el ser humano. Basta escuchar los discursos públicos de todos los imputados que están ahora en la cuerda floja de la política y la justicia en este país,
que las televisiones vuelven a ofrecer en diferido una y otra vez, para constatar el caracter contradictorio de su vida y sus discursos.
Pero no es de censura, en términos literarios o periodísticos, de lo que quiero hablar, sino ofrecer, una vez más, una sugerencia modesta a los contertulios de la Ser de esta mañana, para hacer frente a la extraordinaria situación política creada por los últimos acontecimientos derivados de la acción de los fiscales contra la corrupción en el ámbito político.
Me parece inapropiado que algo tan viejo, tan experimentado ya, como es la Moción de Censura, una expresión que, como se indica consiste en mover, remover de sus asientos, a los gobiernos que lo merecen tras ser censurada su aplicación desviada de la política, no aparezca todavía en las tertulias periodísticas, como la solución lógica a la situación creada en el seno del PP por las conductas desviadas de buena parte de sus responsables en los gobiernos de distinto ámbito geográfico.
Y si existe ese instrumento, esa posibilidad de desautorizar a un gobierno por su ejercicio corrupto, ¿a que estamos
esperando?. Solo han de ponerse de acuerdo los partidos opositores, sumar sus votos y, a la calle el PP.
Esta fácil sugerencia, tiene, creo yo, una debilidad, la naturaleza humana es tan frágil, tan cambiante, tan interesada a veces en cosas que nada tienen que ver con el bien común que no sería de extrañar:
Uno: que alguno de los partidos en situación de censurar al PP, decida apoyarlo.
Dos: Supuesto el éxito de la Moción de Censura, y ya con el PP fuera del poder ejecutivo, que comprobemos, con desencanto,
que los impulsos perversos de los hombres no entienden de ideología ni de siglas."
Bien, a pesar de estos razonamientos pesimistas, sigo defendiendo la Moción de Censura como la solución mas lógica, más adecuada, a la situación creada por Aguirre y sus secuaces, por Jordi Pujol Ferrusola, y todos los demás tipos que han creído que el dinero público, era solo suyo.
En fin. Moción de Censura.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 26 04 17.
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