CAFÉ DEL TIEMPO

"Acabo de tener una experiencia muy gratificante que me induce a escribir esta página, cosa que no pensaba hacer en absoluto.

He tomado un café del tiempo, algo que no sucedía desde hace, más o menos, un año. Ya saben, se trata de un café solo, servido caliente en una taza, con azúcar, que se trasvasa a un vaso con hielo y limón y se consume fresquito cuando la temperatura ambiente está por encima de los treinta grados.

Solo ha habido un pequeño problema. Al trasvasar el café, el insistente tembleque de mi mano derecha amenazaba con mandarlo al carajo, hasta que el chino de La Fuente ha acudido en mi auxilio y ha resuelto el problema.

Mi tembleque no obedece a un episodio de Parkinson, aunque no descarto que eso ocurra, sino al efecto secundario de una medicación que tomo.

Ustedes me dirán, tío, si tienes tembleque, ¿porqué tomas café?. Por la misma razón, absurda, de que, durante más de diez años he escrito páginas en el blog que son absurdamente contradictorias, aunque, ustedes me permitirán que objete que habría sido mucho más contradictorio dejar de escribirlas.

Aunque, lo reconozco, la verdadera razón de que esté yo hoy aquí, escribiendo a estas horas, no es otra que mi mujer me ha abandonado. Bueno, me ha abandonado un par de horas, para cuidar de nuestra hija que está en un trance de cirugía menor que, aunque sea menor, necesita de esa asistencia.

Ayer estuvimos juntos, mi mujer y yo, en el Aula de Malvarrosa y, en su opinión, todos los participantes, actorales o lectores de El Malentendido, estuvimos muy bien, como expresó el público, en su mayor parte de la misma Aula, con sus aplauos. "

Pues nada, feliz café del tiempo, a partir de ahora.

Un saludo cibernauta.

En fin. Café del Tiempo.

 LOHENGRIN (CIBELOHENGRIN 8 05 19.