"Esta mañana he ido al dentista, porque el viernes me colocó una prótesis inferior y he pasado un fin de semana horrible, ya que la prótesis no estaba bien ajustada de un extremo, no estaba pegada a la encía y me producía una sensación muy dolorosa en la lengua, que se ha prolongado durante mas de cuarenta y ocho horas. Una tortura.
Afortunadamente, el doctor me ha dedicado, sin reserva previa, una hora de su tiempo y al concluir su hábil trabajo las molestias dolorosas han desaparecido por completo. Magia.
Me ha hecho algo de daño en su intervención, hasta el punto de que en un momento determinado he exclamado, Dios mío de mi alma, aunque soy agnóstico. Por suerte, luego de ese episodio, me he relajado, he imaginado que estaba en medio de un bosque, cerca de un arroyo, viendo a los pájaros volar entre las jaras, y todo ha ido mejor, ha terminado bien.
El doctor me ha contado, en un paréntesis de su intervención que, de niño, se le rompió una muela, lo llevaron al dentista y aquel sufrimiento le condujo, de mayor, a doctorarse en odontología, aunque era hijo de un tabernero del barrio. Yo ya soy mayor para que mi sufrimiento me conduzca a algo parecido, me doy por satusfecho con haber podido comer hoy bien.
Patatas revolconas, Encarna ha hecho unas patatas revolconas, con una salsa espesa y sabrosa que estaban buenísimas, oiga, mejor que las que nos dieron una vez en un restaurante de Burgos, en uno de los numerosos viajes que hemos realizado por todas partes, menos por una, la Unión Soviética. He acompañado las patatas con una copa de Blancauvas, y ahora, mientras escribo tonterías, me gratifico con un café cortado descafeínado, en taza, con el asa a la derecha, como le gustaba pedirlos a Milara.
Espero no volver al odontólogo hasta Enero, aunque el doctor me ha dicho que le llame el miércoles para contarle como estoy. Pues, estoy de puta madre, como decían los muchachos de mi barrio, tan mal hablados como yo, Muedra, Sabater, ya están muertos, Angel Esteve, músico como su padre y sus hermanos sigue vivo. Rafael, tendero que nació en Catadau, pero puso su tienda en Russafa, junto a su hermano, culto, y algo presuntuoso, universitario. y algunos más que no cito, como los vecinos de Las Balsas, con los que combatíamos a pedradas, esas cosas propias de los años cincuenta.
En fín, lo dejo, voy a ver Saber y Ganar, con Encarna, lo vemos todas las tardes, sin faltar una. Encarna ha puesto hoy un wasap a Lola con una sugerencia. Mientras siga el frío, en lugar de quedar para cenar a la intemperie en alguna terraza los viernes, podemos vernos para comer, de bar, o comprando algún pollo asado o cosa parecida para comer en casa, hasta que se vayan las borrascas. No ha contestado, todavía.Veremos que hacemos el próximo viernes, aún faltan días para saberlo.
¿Y ustedes?, que piensan hacer el próximo viernes, hagan lo que hagan, sean tirios o troyanos, lleven o no prótesis dentales, reciban un saludo afectuoso de Enrique, alias Lohengrin."
Chao, pibes.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 7 12 20.
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