martes, 1 de diciembre de 2020

LA LIBERACIÓN

"Hoy me he liberado del vicio de fumar, después de más de cincuenta años enganchado al tabaco, miles y miles de euros regalados a las Tabaqueras, pa' qué. Ha sido algo sorprendente, no meditado, estaba junto a un banco del parque iluminado por el sol, he sacado el paquete de Winston largo empezado, del bolsillo, he leído el aviso, 'fumar provoca infarto de miocardio' y, sin reflexionar, le he dado el paquete a Encarna.

Ya de vuelta a casa, cuando me disponía a tirar a la basura las existencias de Winston largo, 42, 50 euros el cartón, y las cajetillas de contrabando que últimamente compraba a 1,50, Encarna ha dicho, no lo tires, yo lo esconderé hasta que se te pase este raro impulso.

De eso nada, es una decisión irrevocable, aunque debo reconocer una motivación que la ha desatado...

Esa motivación es un asunto del corazón. Jamás he sido consciente de albergar ese músculo en mi pecho, porque siempre se ha comportado con una discreción extraordinaria. Cada vez que me tomo la tensión en casa, sale lo mismo, 80 pulsaciones, siempre invariable y, cuando venía Milara a Estenas y subíamos a pié  a la Ermita del Remedio, al llegar al último tramo, yo aceleraba, dejaba atrás a Milara que se mostraba sorprendido de mi sprint, sin que mi corazón diera muestras de alteración alguna.

Creo recordar haber escrito una página en el blog, Smoke?, una breve historia de un fumador fallecido que deja una sensación apestosa en su casa, hasta el punto de que su familia, después de intentar vender la casa, sin conseguirlo, perpetra un suicidio colectivo para escapar del pestazo.

El final de esa breve historia es que se instala un estanco en el mismo edificio de los fallecidos.

Yo no he sufrido un amago de infarto, ni nada de eso, pero hace un par de días, noté que tengo un corazón, como todo el mundo, me pareció escuchar que decía, !He, estoy aquí! Hipocondríaco como soy, ese aviso ha sido el motivo de abandonar el tabaco, per si de cas.

No quisiera dar la impresión de que censuro a quienes fuman, ahora que he decidido dejarlo. Hablando de tabacos y de corazones, recuerdo con alegría aquel momento en el que yo, con un cigarrillo en la boca para hacerme el interesante y Encarna, fumando un Piper, salimos al exterior en la reunión dominguera, fué la primera vez que nos vimos, y congeniamos, gracias al tabaco."

Un saludo afectuoso a los usuarios del blog, fumadores o no, drogadictos o no, aficionados, o no, al cocido, sea madrileño, asturiano, o puchero de por aquí.

Chao, pibes.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 1 12 20.

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