"Hoy he bajado al Maravillas, a las ocho de la mañana, hacía fresquito, he pasado al interior, me he acomodado junto a una mesa y le he pedido a Toni un café cortado descafeínado, en taza, con el asa a la derecha.Luego he salido al exterior, a fumar la mitad del cigarrillo que Encarna me permite para la mañana.
La entrada del bar estaba ocupada por mujeres, solo mujeres. ¿Se permite fumar aquí a los varones, he dicho?. Me lo han permitido. Luego, he vuelto al interior del bar, he tomado otro cortado y, después, al Cantonet, a por la prensa. La he leído en casa para hacer tiempo, antes de llamar al dentista.
¿El doctor Sancho? --Ahora está ocupado. Por favor, dígale que me llame, pero que sea antes de las doce porque vamos a salir a por naranjas. Ha sonado el teléfono. ¿Doctor, me dijo usted que le llamara el miércoles, no?. Pues verá, la prótesis está bien, pero mis encías siguen con el recuerdo doloroso del fín de semana y anoche, cuando cené habas con ajos tiernos, en cazuela de barro, lo pasé fatal. --Quítese hoy la prótesis y enjuáguese cuatro o cinco veces con agua oxigenada. Mañana me vuelve a llamar.
OK.
En condiciones normales, las habas con ajos tiernos me parecen un manjar delicioso, pero, ahora, con mis encías machacadas, son un horror. Estoy pensando pasarme a los calditos y el puré. Hoy, Encarna dice que tenemos carrilladas, pero promete picarlas y mezclarlas con una sémola, para que las pueda ingerir sin daño para mis encías. Gracias, Encarna, que sería de mí sin tus cuidados...
Ya hemos vuelto de comprar, en la farmacia, el agua oxigenada, me he dado el primer enjuage y me ha escocido un poco. De paso hemos ido a por naranjas, en la anciana de Luís Oliag. Encarna está pensando en dejar de ir, porque el tamaño de esas frutas no es el que se puede esperar de unos buenos lotes, bien calibrados y escogidos.
Hoy solo tengo, de momento, dos visitas. Normal, a quién le interesan las habas con ajos tiernos y mis problemas odontológicos. A mí, por eso lo escribo, para convencerme que, de momento, he de evitar los alimentos sólidos hasta que todo esto se arregle de verdad.
Un saludo cordial a todos los cibernautas, en particular, a aquellos que van a la plaza de Yemma elf Na, en Marrakés, o Marrakéx, a comprar dientes usados, porque han perdido los propios a causa de la barbaridad de azúcar que le ponen al té marroquí."
Chao, pibes.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 9 12 20.
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