"El viernes pasado, Lola y Antoni vinieron a casa cargados con la compra de Mercadona para cenar juntos en casa, porque el viernes anterior, la cena a la intemperie en la terraza del chino no me sentó muy bien. Para todos fué evidente, por mis temblores, que yo ya no estoy para trasnochar en la calle.
Trajeron lo de siempre, tortilla de patata y cebolla, ensalada César, sobrasada de Mallorca, queso semicurado y piña para el postre, una botella de Blancauvas, además, trajeron un foi con trufa negra, madre mía, que sabor, que textura, que maravilla gastronómica. Pero, ese manjar me hizo pensar en lo que debieron hacer nuestros ancestros del pre neolítico, cuando aún no manejaban el fuego, comer vísceras crudas de animales.
Han transcurrido miles de años de aquello, pero no puedo evitar pensar en la crueldad que inflingen los productores de foi a sus ocas, para sacar de sus hígados el máximo provecho.
Antes de la cena tuvimos un breve debate sobre que hacer el viernes que viene. Yo sugerí consultar en el móvil las rutas de los ferrocarriles de cercanías y elegir algún lugar para ir a comer. Al final, prevaleció la propuesta de Lola, hacer en su coche un viaje de 57 minutos, ya que, por el cierre de la comunidad, no se puede visitar Cuenca, Aragón o Catalunya.
Quedamos en que vendrán a recogernos sobre las 10,30, el próximo viernes, para revisitar Anna, solazarnos en su lago y en el Palacio de Cervelló, luego, ir a comer a Enguera, o a otro pueblo de por allí.
No es mal plan, no?
Ahora tengo que dejar el blog, porque Encarna me llama. Al parecer ha encontrado algo en Netflix que no nos podemos perder, en lugar de dejar que yo siga escribiendo tonterías aquí. En fín, que le voy a hacer, si Encarna es la que manda en casa, ¿no lo habían notado?"
Un saludo cibernauta a todos, y todas, los y las que vienen por aquí.
Chao, pibes.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 14 12 20
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