Esto no es un aviso, es una espantada porque, de nuevo, me he escapado cuatro días, con sus noches, a la casa de la sierra, sin dejar aviso explícito en el blog de que suspendía, por unos días, mis dudosamente valiosas aportaciones al mismo.
Al tercer día de estancia en la sierra, era tal la galvana que me dominaba, que para sobreponerme a ese estado de pasividad me puse a escribir
una especie de micro relato, con ribetes de historia libertaria, algo con poca ciencia y algo de ficción, que no soy capaz de definir, por lo que ni siquiera le pongo título, a continuación transcribo ese texto y ya, si quieren, le ponen título ustedes mismos.
.....
"El tren partió de la Estación Norte unos minutos antes de que los agentes de Stalin se personaran en el vestíbulo con la intención de encontrar a Vicente y el Noy, que habían conseguido tomarlo justo a tiempo.
Los agentes, que habían recibido órdenes precisas del Comité Central respecto a su misión, evaluaron la situación y decidieron subir al Citröen pato que habían dejado estacionado en el exterior del recinto ferroviario y seguir al tren por carretera, pensamdo abordarlo en otra estación, para alcanzar así a sus presas.
Vicente y el Noi, mientras tanto, se bajaron del tren en el apeadero de Silla y volvieron tranquilamente a Valencia, en un carro tirado por bueyes, pues su huída por ferrocarril había sido una treta para deshacerse de sus perseguidores y poder asistir a la asamblea clandestina que se iba a celebrar en una dependencia privada del Ateneo Marítimo y encontrarse allí con los responsables del Secretariado local de CNT.
Vicente se había deshecho de la gabardina, la peluca y las gafas, y vestía de estibador, con pantalón de sarga, camisa azul oscuro, faja negra y alpargatas. El Noi llevaba su vestimenta habitual.
Tras su lento deambular, llegaron al cabanyal a las ocho de la tarde, a la hora en que habían sido convocados por la local.
El orden del día
era muy escueto. Planificación de la Producción en el sector vínico, plan de inserción de Cooperativas de Producción en la industria, pues la mayoría de los empresarios de las bodegas instaladas en el Grao de Valencia, se habían exiliado en Marsella, huyendo de la inestabilidad política que amenazaba la actividad económica del país, dejando a sus industrias en un estado muy precario.
El secretariado local expuso a los presentes la situación. El exilio de los empresarios del vino, añadido al grave estado de infra inversión
en que se hallaban muchas industrias, dejaba a sus plantillas en un estado de mínima supervivencia, por lo que era necesario intervenir en todo el sector para restablecer, por medio de los instrumentos formales de cooperativas de producción, los niveles de producción, eficiencia
y demás intervenciones técnicas que consolidaran la situación económica del sector, y la de sus plantillas, ahora en situación prácticamente
de total fragilidad.
El asesor económico de la local precisó que, una acción de tal naturaleza, aumentar la producción, la productividad, y mejorar la gestión, exigía un volúmen de recursos financieros importante, que la local no podía afrontar en su totalidad, por lo que, teniendo
en cuenta que los diversos órganos del Sindicato habían expresado su acuerdo previo al plan, debía ser la coordinadora nacional la que aportara, al menos, la mitad de los recursos necesarios para llevarlo a cabo.
Vicente y el Noy, pidieron a la local detalles por escrito del plan trazado, y confirmaron que la solución propuesta de financiación compartida entraba dentro del mandato del que habían sido investidos para la toma de decisiones.
Tanto el Secretariado local, como Vicente y el Noi, entendieron que este plan de reflotamiento se podía considerar un experimento, que tal vez debiera generalizarse, si por desgracia, el conflicto civil que anunciaba la inestabilidad del páis, estallaba finalmente, por lo que intuyeron que era de la mayor importancia que este plan piloto funcionara.
El plan se llevó a cabo. Aumentó la capacidad de producción, de almacenamiento, mediante la instalación de nuevos depósitos, la maquinaria de trasiego, bombas y tuberías, fue sustituida por la última tecnología disponible, reduciéndose los tiempos de proceso, y la implantación
de planes de calidad e higiene, erradicó a los roedores de las zonas de almacenamiento y crianza.
Desafortunadamente, el conflicto civil, finalmente, se produjo. Cuando volvieron los empresarios de su exilio en Marsella, comprobaron que no solo sus empresas funcionaban, sino que lo hacían mejor que antes. Se habían realizado inversiones!. Entonces, se hicieron cargo de la dirección de sus empresas y despidieron a los capataces anarquistas."
Fin. Relato sin título.
Avisos y Espantadas.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 27 07 15.
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