martes, 14 de julio de 2015

PROSTITUCIÓN

He bajado a La Caixa para ingresar los cien pavos de la cuota comunitaria que nos hemos asignado para costear las obras de rehabilitación del edificio que comenzarán en breve, una vez los albañiles vuelvan de realizar unos encargos en Madrid.

Madrid, desde que está Carmena, si atendemos al discurso de la derecha, se está convirtiendo en una ciudad en ruínas, y los albañiles de allí no son bastante para su rehabilitación,

Al entrar en la Caixa me he fijado, como otras veces, en dos grandes letras que antes no aparecían en la marquesina, B V, y me han parecido una especie de señuelo para que aquellos que aún no se han enterado de que aquella entidad financiera falleció de muerte provocada por la conducta prostituída de sus gestores, crean que están entrando al Banco de Valencia.

En el mostrador, mientras la cajera tramitaba mi ingreso, he visto un cartel promocional de pequeño tamaño que decía, nada menos, que esto: -Formula un deseo y te será concedido...algo así.. le he dicho a la cajera --Un banquero hablando como un hada de cuento? No me digas.Decidle a Isidre Fainé que cambie su publicidad.

Al salir de la sucursal, me he fijado en los numerosos carteles que empapelaban la fachada, aludían a viajes, hipotecas, estudios, esas cosas, pero el lenguaje de cuento de hadas estaba ausente de los mensajes.

No me cabe duda de que, cuando se aprobó la campaña, lo del cuento de hadas era el núcleo del mensaje, pero luego no se han atrevido a aplicarlo, y lo han reducido a un pequeño cartel en el mostrador. Eso prueba, a mi juicio, que los agentes de la economía financiera, aún conservan una prevención ética hacia la prostitución del lenguaje, aunque parezca mentira, no como otros, que lo prostituyen a calzón quitado, como he comprobado en mi visita a la cafetería La Fuente, al escuchar los discursos de los políticos en el plasma.

.......
Mientras tomaba un café del tiempo en la barra de la cafetería La Fuente, he sentido la irresitible necesidad de ir corriendo al baño a vomitar. Puede ser una coincidencia. En ese momento aparecía en el plasma un portavoz del PP repitiendo los discursos habituales con el argumento central de que ellos salvarán al país de los radicalismos que intentan llevarlo a la ruína. Por un momento, he pensado que mis ganas de vomitar al escucharlo se deben a un síndrome sectario orgánico, pero cuando han aparecido en pantalla otros políticos que me son menos antipáticos y he vuelto a notar molestias en el estómago, he concluído que lo mío es un rechazo visceral al lenguaje prostituído, en general, cualquiera que sea quien abuse de ese recurso.

Hablar de lenguaje prostituído sin precisar antes que es eso de la prostitución, parece un fallo de órden sistémico, así que miro en Wikipedia, pero solo dice que es un acto por el que media una relación sexual a cambio de dinero. Esa mínima definición permite, sustituyendo el término relación sexual por relación lingüistica, aplicar la idea de prostitución, por ejemplo, a la redacción de un discurso político a cambio de dinero, que es una variante de la prostitución que, desde que el PP perdió poder en las elecciones municipales y autonómicas está presente, en todos los medios de comunicación, casi a todas horas.

Otra sustitución, la de relaciones sexuales por relaciones de poder, explica con toda claridad la naturaleza de las relaciones políticas, sobre todo en estos últimos tiempos. Es cierto que el poder es necesario para llevar a cabo cualquier acción política en beneficio de la sociedad, pero no es menos cierto que la versión perversa del poder, se centra en el poder sobre las cosas --el dinero-- pero, sobre todo, sobre las personas --coacción, subordinación, entrega sin condiciones-- lo que tiene un cierto parecido con la relación entre quienes prostituyen o son prostituídos.

La prostitución en sentido estricto, actos sexuales a cambio de dinero, siempre que se ejerza por cuenta propia, no para enriquecer a otros y degradarse uno mismo, me parece menos censurable socialmente, que la prostitución del lenguaje porque, esta última, puede tener las horribles consecuencias de arrastrar a todo un país, como ya ha sucedido históricamente, en la dirección éticamente reprobable, por sus efectos en las mayorías sociales, mientras que el libre uso del cuerpo, cuando no está sometido a explotación, no parece tener tan dramáticas consecuencias sociales.


Es un punto de vista, discutible, puede que equivocado. No sé.

En fin. Prostitución.
lOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN). 14 07 15.

2 comentarios:

  1. Me gustaría que me hicieras un comentario sobre el Brexit. Gracias

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    1. El Brfexit es, entre otras cosas, un ejemplo perfecto de prostitución del lenguaje que ha conducido en Gran Bretaña, precisamente, a un proceso, -todavía no un resultado- que puede arrastrar a todo un país, más aún a sus minorías, pensemos en los españoles que residen allí, o en los ingleses que lo hacen aquí, a una situación ninesperada, creada por el uso de la demagogia indiscrimanada al tratar los problemas sociales. No sé si estoy en lo cierto, pero es lo que se me ocurre para contestarte. Un saludo.

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