miércoles, 8 de julio de 2015

CAMBIO CLIMÁTICO

Es escandaloso el grado de desinformación de que hace gala todo el aparato informativo, público o privado, en particular las emisoras de televisión, al tratar el aumento de las temperaturas aquí, en el resto de Europa y en el subcoontinente indio, por citar tres lugares distintos y distantes, que despachan con el manido tópico de la ola de calor, sin profundizar más en los hechos.

Hay ola de calor, efectivamente, pero cuando a una ola de calor le sucede otra y otra, y las previsiones auguran su excepcional duración, ya no estamos frente a una ola, sino frente a un vendaval que, cuando remita, habrá dejado miles de muertos en lugares muy alejados geográficamente, es decir, que estamos ante uno de esos episodios extremos, de carácter global, que cada vez aparecen con mayor frecuencia, y que han sido pronosticados por ecologistas y científicos cuando se sentaron a negociar, hace años, el Protocolo de Kioto, para dar soluciones urgentes, aunque fueran mínimas, a las alteraciones en el clima causadas por las actividades humanas, efectos en los que no creen los negacionistas, integrados por comunicadores tan pintorescos como Montón, el meteorólogo que al parecer recibe favores de las eléctricas, o el primo de Rajoy, menudos personajes.

Cuando comenzó a discutirse el protocolo de Kioto, aún no había aparecido la crisis económica. Las consecuencias de ese cambio  de cíclo de la economía, que no se conocía desde la crisis de 1.929, han sido, entre otras, una atención exclusiva de la política hacia la economía a la vez que se desinflaban los acuerdos y las medidas relacionadas con la prevención de un entorno climático que se preveía desfavorable, lo que ha coincidido con la presencia de gobiernos conservadores en Europa, poco sensibles a esta problemática. 

Si escuchamos los discursos de Rajoy en esta legislatura, desde el principio, hasta la actualidad, veremos que han sido una colección monotemática, econoomía, economía, economía, lo mismo para quejarse de la herencia recibida, que para presumir del bienestar que deja, pero, que hay de la herencia climática que nos dejan, no solo Rajoy, sino los gobiernos conservadores europeos. ¿Donde están sus medidas que tiendan a paliar el calentamiento global --ahora sabemos que existe-- la contaminación ambiental, que también existe, que se lo digan a mi mujer, que nota mas molestias en los ojos, cada vez que salimos a la calle y nos exponemos a una atmósfera llena de partículas que no vemos.

¿No son conscientes estos señores de que tan pronto salgamos de la crisis económica, de verdad, no de mentirijillas, el aumento de la actividad económica podría generar una crisis medio ambiental sin precedentes?.

La alternativa no es, evidentemente, quedarse en unos niveles de producción que generan pobreza, pero si mejorar los entornos medioambientales, si los valores y acciones ecológicas van de la mano con los meramente económicos, políticas energéticas mas limpias, liberación de patentes e innovaciones tecnológicas que ahora secuestra la industria del motor, política de costas adecuada, evitando la urbanización de zonas que pronto pueden acabar inundadas, en fin, políticas medioambientales activas y decididas, que no solo no frenarían la producción, sino que crearían empleo, en la dirección de corregir, antes de que sea tarde, la amenazante frecuencia de episodios extremos, a los que nuestros estúpidos comunicadores llaman, frívolamente, ola de calor, sin explicar sus causas. 

En fin . Cambio Climático. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 8 07 15.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios