domingo, 19 de julio de 2015

TENER O NO TENER

Ayer por la tarde, como todos los sábados que estamos en Valencia, acudimos a la Asociación Lo+Baix, donde nos ofrecieron una película, proyectada en Home Cinema, de la que no teníamos memoria cinematográfica, Tener o no Tener, nada menos, basada en el libro de Hemingway del mismo título, con Faulkner como coguionista, dirigida por Howard Hawks, interpretada por una pareja mítica, Bacall y Bogart, que dice el mito que se conocieron en ese rodaje.

Las primeras imágenes que vi me recordaron a Casablanca, sí, como no recuerdo si esta película fue anterior, posterior o coetánea de Casablanca he consultado en Wikipedia, donde precisan que es de 1944, mientras que Casablanca es del 42.

Un crítico anónimo dejó en Wikipedia su opinión de que Tener o no Tener podría considerarse una segunda parte de Casablanca. No estoy de acuerdo, la potente presencia en pantalla de Bacall, por si sola, eclipsa la de Bergman en Casablanca, dejándola reducida a un ejercicio formal de interpretación, mientras que la sensualidad animal de Bacall excede de cualquier registro interpretativo convencional.

Las comparaciones son odiosas, sí, pero las preferencias son legítimas, no?. Solo por eso, aunque hay mas cosas, en mi opinión, Tener o no Tener, con sus similitudes de tiempo y ambiente, supera con mucho al otro film que, sin embargo, suele estar en las listas de las mejores películas de todos los tiempos.

Ambas películas están rodadas en plena guerra mundial, por eso, ambas están impregnadas por el clima hostil entre potencias, la una en el Marruecos que se disputan las partes en conflicto, Tener o no Tener, en La Martinica, con el conflicto latente, a veces trágico, entre las autoridades del gobierno de Vichy, pro alemán, y los activistas de la Francia libre.
..........
En ese contexto, Bogart se interpreta a sí mismo, como siempre, en este caso hace de capitán de un pequeño barquito de cabotaje, lo mismo dedicado a la pesca para los turistas, que al transporte de activistas perseguidos por la policía. 

Hay un secundario muy notable, un marinero alcohólico cuya presencia casi permanente se debe, digo yo, a su importancia como personaje en el libro de Hemingway. Se nota que la puesta en escena es muy semejante a la de Casablanca, la mayor parte transcurre en los salones de baile del Hotel, con piano, pianista, Bacall inclinada sobre el piano pidiendo la interpretación de una pieza, toneladas de whiskey y humo de cigarrillos, pero en esta película hay algo que deja pequeña a Casablanca, el guión de Faulkner, su base literaria, el libro de Hemingway, o tal vez, la presencia, los diálogos de Bacall, una estadounidense que se fue de su casa y lleva seis meses dando tumbos por el Caribe, que no puede regresar porque no tiene dinero, y cuando Bogart saca un billete de avión para que pueda regresar, renuncia a marcharse. 

Cuando Bogart se queda sin dinero, porque la autoridad de Vichy se lo requisa, Bacall no tiene ningún reparo en decirle a Bogart, que ella puede hacer de puta para el,  para conseguir una botella de licor. No me imagino a la estirada Bergman diciendo algo así.

Cuando se cumplía una hora y cuarto de proyección, el móvil de mi mujer sonó, --nos dejan tener el móvil encendido-- era mi hija que esperaba fuera con nuestros nietos, para compartir todos juntos la Gran Nit de Juliol. 

Ahí se acabó Tener o no Tener, de la que nada puedo añadir sobre su desenlace. Tomamos el bus, nos dirigimos a la plaza del Pilar y allí disfrutaron los niños de una hora de circo, Circo Los, luego de un descanso, aprovechado para tomar un bocata, vino el espectáculo de Los Parodistas, que también cautivó la atención de los chavales. 

Cuando terminó, nos fuimos a la plaza del Patriarca, donde asistimos al principio de un concierto de percusión, porque enseguida, hubo que trasladarse a la calle de la Paz para contemplar el desfile de mónstruos. 

Terminado ese desfile, mi nieto pequeño dijo, quiero más, se refería al desfile, claro, así que nos trasladamos a la plaza del ayuntamiento para que viera, de nuevo, el desfile. Cuando terminó, mi nieto menor dijo, con una flema que me dejó sorprendido, es que se me habían pasado dos o tres cosas, y las enumeró. 

De regreso a casa, nos despedimos de mi hija y los nietos y yo me di una ducha fría antes de acostarme, mientras pensaba en las ropas que se ven obligados a llevar los Parodistas, para guardar en ellas los elementos de sus trucos, o las cabezas cubiertas de los participantes del desfile disfrazados de ave, y me parece que esos elementos están muy próximos a la tortura, en una velada tan cálida como la de anoche.

Será profesionalidad, o que no tienen mas remedio, no sé.

En fin. Tener o no Tener. 

 LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 19 07 15.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios