martes, 7 de junio de 2016

DEJAD DE SEGUIRME....

El paseíto del domingo por el centro histórico de Heliópolis estuvo muy bien, oiga, las cervecitas Alhambra reserva, estupendas, el paisaje urbano muy concurrido, en contra de lo que yo esperaba, 'estarán todos en la playa', con eso de los cruceros hay genta para todo, la playa, la calle, la montaña,

En fin que, mientras paseamos por el centro, observo que la gente me mira con una expresión, no sé si de burla, o de ironía, hasta que caigo en la cuenta de que llevo puesta la camiseta que me regaló Quique, decorada con la leyenda 'Dejad de seguirme..' y media docena de figuras pre humanas, no se si paleolíticas o anteriores, que van detrás de una figura con aire más contemporáneo.

No se porqué, al regresar hoy del Maravillas, esta idea me martilleaba en la zona neuronal dedicada a escribir en el blog, y en eso estoy.

Acostumbramos a pensar que el paso del tiempo es progreso, puede que sea progreso científico, no hay mas que ver la rápida evolución de los dispositivos electrónicos de comunicación, pero la curiosa camiseta que llevaba puesta el domingo nos recuerda, creo yo, que el progreso social, sea eso lo que fuere, por ejemplo una evolución equilibrada y progresiva de los distintos grupos sociales, está permanentemente amenazado de regresión, de retraso, de la vuelta a tiempos peores, como parece reflejar, de forma metafórica, esa pandilla de seres anclados en otras épocas, que nos siguen los pasos.

Un grupo social, formado por esos homínidos, decidió, en la época que siguió a la caída del muro de Berlín en 1989, que las relaciones sociales marcadas por la competencia entre sistemas 'socialistas' y capitalistas, ya no tenían sentido, desaparecido el bloque que obligaba a los sistemas capitalistas a competir con sus adversarios, ofreciendo mayores libertades y ventajas sociales a las clases mas dependientes de las actividades laborales.

En solo una década. esa estrategia, básicamente económica, construyó un soporte ideológico, llamado, por otros, neo conservadurismo, por ellos mismos, neoliberalismo, para revestir de libertad las nuevas formas de explotación.

Una de las consecuencias más graves de ese giro ideológico, político y económico es que, cuando estalló la crisis económica y financiera de este siglo, la absurda receta, con connotaciones luteranas, que se nos impuso a todos en Europa, fué la austeridad, algo tremendamente incoherente desde el punto de vista económico, como han confirmado una y otra vez, diversos premios Nóbel de Economía, Paul Krugman entre otros, pues reducir la demanda, privando de ingresos a buena parte de las clases dependientes de la actividad laboral, no parece una adecuada política anti crisis.

Cualquiera, sin ser premio de nada, se da cuenta de que eso es una metida de pata, propia de alguna especie atrasada, no del hombre contemporáneo. Es por eso que el lema de mi camiseta, dejad de seguirme, ilustrado con una pandilla de tipos de otras épocas, expresa muy bien el hecho de que el paso del tiempo, en sí mismo, puede representar un progreso, sobre todo científico, y un regreso a épocas pretéritas en lo social.

Ese regreso, se ha demostrado por procedimientos estadísticos, ha servido para incrementar sustancialmente los ingresos de los mas altos en la pirámide social, a costa de empobrecer a los de abajo.

¿Como se puede llamar a eso austeridad?, Ni siquiera 'austericidio' como dicen otros, es, pura y simplemente, un atraco, una actividad gangsteril, revestida de neoliberalismo, una nueva forma de libertad para el robo.

Por eso, cuando veo a Aguirre en la tele defender el liberalismo salvaje, entorno los ojos, y reconozco la figura de mi camiseta, la mas arcaica, la que todavía casi no anda erecta, un hominido de otro tiempo, de un tiempo muy, muy remoto. Por favor, dejad de seguirme.

En fin. Dejad de seguirme.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 7 06 16.

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