EL PALACIO

No puedo creer que Cañizares, cardenal arzobispo de Valencia viva en un palacio. Un tipo que, cuando abre la boca, hace subir el pan, se ha permitido escribir a las autoridades democráticamente elegidas, para recriminar ciertas actividades legislativas, que no le gustan a él, dice que le recuerdan los tiempos de Franco.

Con la misma perspectiva, podríamos decir que su discurso es el de un antisistema radical, en el sentido de que no se siente cómodo en ningún sistema posterior a la Inquisición. Y este tipo vive en un palacio, con su melón avinagrado de cura reaccionario debería irse a vivir debajo de un puente, o en un gueto habitado por gentes como el, de esos que no son trigo limpio, pero, ay, el Papa Francisco, que dicen que ha hecho tantas obras piadosas, nos lo ha mandado aquí, qué hemos hecho para merecerlo, para librarse de semejante peso en el Vaticano, que vamos a hacer.

Pues podemos pedirle que se calle, a Cañizares, si solo va a decir sandeces, o que hable, después de haber meditado lo que va a decir, luego de haber pensado en que siglo vive, con quien vive, y cuales son las tendencias de su cultura vaticana respecto a los asuntos de género y todo eso, que él ataca con las diatribas que salen de su boca, sin venir a cuento.

El Editorial de 'Levante' de hoy se extiende sobre este tema, bajo el titular, 'El cardenal que llama a no acatar las leyes'.

Desde los tiempos del Cardenal Tarancón, un hombre de la iglesia que fué un defensor activo de la democracia, no hemos tenido mucha suerte con los jefes de todo eso, pensamos, cuando Rouco se retiró a un pisazo, echando de allí a quien le correspondía ser su usuario, que lo que viniera después no podía ser peor, y ya ven, tenemos a Cañizares viviendo en un palacio, y tratando de comportarse como un Dux veneciano.

Escribo desde la ignorancia, sobre un tema que ignoro. Nunca fuí a un colegio de curas, así que nadie me palpó los muslos, y cuando de niño transitaba por la acera de mi calle, si me encontraba con un cura que ofrecía su mano para ser besada, me cruzaba a la otra acera por si acaso, así que no puedo hablar por propia experiencia, pero me sorprende, me sonroja, que Cañizares hable de asuntos de género y se le olvide la pederastia.

Naturalmente, hay curas y curas, he mantenido durante años una amistad intermitente con un cura sindicalista y ácrata, y he podido comprobar que no todos los curas son iguales, como los demás hombres, tampoco, pero si yo formara parte de la iglesia o de sus extensiones, Cáritas o alguna Universidad Católica, estaría avergonzado de tener entre los míos, encima viviendo en un palacio, a un tipo como Cañizares.

Para aquellos que consultan el blog desde Turquía, Estados Unidos, o así, citaré el detalle del editorial, para que no piensen que esta diatriba contra Cañizares se origina en que vive en un palacio.

 'oración en las iglesias en favor de la unidad de España en visperas de las elecciones catalanas'

Respecto a la inmigración por el conflicto de oriente medio, 'constituye una amenaza para la civilización occidental y una cosecha humana en la que no todo es 'trigo limpio'.

ofensiva dialéctica contra 'el imperio gay'

protesta contra el 'feminismo radical destructor'

la 'ideología de género' como una amenaza.

A la vista de este catálogo de despropósitos, propio de otros siglos atrás, pero que muy atrás, uno puede opinar lo que quiera, pero yo, sospecho que estamos ante un caso clínico, psicoanalítico, un síndrome derivado de la frustración del señor Cañizares, quien tal vez hubiera preferido nacer mujer, o varón, pero con un compañero que le diera la satisfacción anal que, secretamente, desea.

En fin. El Palacio.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 2 06 16.