miércoles, 29 de junio de 2016

ENCUESTAS, PRONÓSTICOS...

Uno de los hechos significativos de las recientes elecciones en España ha sido el fracaso de las encuestas, en particular la que se hizo a pié de urna al principio del escrutinio, pero también de otras que calculaban un mayor castigo del electorado al PP, digamos por su mala conducta, pero, al parecer, muchos encuestados mentían, o se guardaban para sí su intención de voto.

Así no hay procedimiento de encuestas que funcione, claro. No voy a concluir que este es un país de embusteros, tanto los electores, como buena parte de los elegidos, porque estaría feo, pero si me voy a decantar por un mayor acierto de los pronósticos, algo más cerca de la magia, de la bola de cristal, que de las tecnologías sociométricas que nos han inundado con sus gráficos previsionales en los días previos a las elecciones, total, pa qué.

Me decanto por los pronósticos, mas que por las encuestas, porque en la página 'El Voto del Miedo' escrita el día de los comicios por la mañana, antes de que se hiciera público nungún sondeo a pié de urna, pronostiqué, en base a una sensación puramente personal, que Rajoy obtendría el mayor número de votos, aunque no el mío.

Vistos los resultados, ese pronóstico no tiene mayor mérito, pues la misma sensación debieron tener todos los que le votaron, para impedir la llegada de 'los malos', o sea, que han votado a 'los buenos'.

Esta mañana me he levantado con problemas intestinales, no se si derivados de los resultados electorales,luego de resolverlos, he tomado el bus hacia el mercado y he comprado medio kilo de clótxinas y medio de boquerones sin espina, ah.. y una lechuga, porque hoy tenemos comida familiar y mientras esperaba el bus de vuelta, que ha tardado lo suyo, la idea de pronóstico no ha dejado de martillearme, pero no referida a las pasadas elecciones, sino a la inminente legislatura.

Esta madrugada, debían ser las tres y media, me he despertado algo agitado, me he asomado al patio del cuartel y he visto la figura de Rajoy iluminada con una luz que no parecía de este mundo.

Anunciaba su acuerdo para formar gobierno y seis meses de legislatura en los que su amor por las clases populares le llevaba a grandes promesas y gestos de ternura, un idilio sin precedentes en la historia política de este país.

Después, el tono amoroso cambiaba, detrás de Rajoy aparecía una sombra oscura que le dictaba un cambio de rumbo, primero el país y sus clases adineradas, luego sus votantes, que deberían volver a someterse a nuevos sacrificios, solo en base a la vaga promesa de que, dentro de algunos años, los desempleados volverán a trabajar, aunque se ignora en que condiciones.

El cambio de expresión en el rostro de Rajoy, su vuelta a los discursos del miedo y a las falsas promesas, me sacó de mi lertargo, me desperté con la extravagante idea de que esta legislatura va a ser corta, por lo menos, no llegará a su final, interrumpida por alguna moción de censura, aunque, como esto es un pronóstico, no una encuesta, no soy capaz de ver quien ganará esa moción.

Todo esto son tonterías, sí, me lo dice mi mujer, porqué te ocupas de esas chorradas si la política, sobre todo aquí, es una puta mierda.

No sé, la verdad, solo se que esta madrugada me ha despertado la imágen de Rajoy, y he concluído que habrá moción de censura. Es lo que tienen los pronósticos, que son irracionales, no como las encuestas, aunque también se equivoquen.

En fin. Encuestas, Pronósticos...

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 29 06 16.

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