jueves, 9 de junio de 2016

NORMAS

Así, sin mirar nada, Wikipedia ni el Espasa, se me ocurre que la norma, con minúsculas, es la hija espúrea de la Ley, esa norma gorda a la que algunos atribuyen un orígen divino y un carácter mas universal, la norma, por el contrario, va dirigida a colectivos de población mas pequeños y específicos, por ejemplo, las normas de control de tráfico van dirigidas, exclusivamente, a los usuarios activos o pasivos de ese tráfico.

Porqué me intereso hoy por esta tontería, por varias razones. He bajado a la Caixa, mal llamada desde hace algún tiempo Banco de Valencia, y en la puerta giratoria he leído un cartel que prescribía claramente que la norma para pagar recibos limita ese servicio a dos días, miércoles y jueves, pero no limita el horario para ese trámite.

Eran mas de las diez y media cuando me ha tocado el turno en el mostrador para pagar la cuota de la comunidad, y la empleada que lo atendía, que me conoce de otras veces, me ha dicho, --hoy, se te ha hecho tarde.

Yo, recordando la lectura del cartel de la puerta, he pensado una respuesta contundente, pero por si el administrador de la comunidad ha convenido un horario específico con el banco para estas operaciones, me he limitado a contestar. --Cada día me levanto más tarde.

Al salir del banco, después de tomar un café del tiempo en la Fuente, seguía pensando con esto de la norma, y el modo en que se aplica a unos sí y a otros no.

Entonces me ha venido a la memoria la frase mas gorda de toda la legislatura pasada, pronunciada por una Abogada del Estado, 'Hacienda no somos todos' que desmiente y rebaja a puro eslógan la universalidad de las leyes fiscales.

No voy a cometer el cinismo de decir que aquella frase me hizo caerme del guindo, pero si que su franqueza desvergonzada me impresionó. Esa frase fué premonitoria de todos los papeles que han ido saliendo después, de Panamá, de Castellana, que confirman la singularidad del trato fiscal a los distintos grupos sociales.

Dejamos las normas tributarias y nos acercamos a las que rigen la política de empleo público, bolsas de trabajo, accesos a puestos, temporales o fijos, y el cinismo de la conversación grabada a una responsable del hospital clínico de Valencia, que desanima a la aspirante con un desprecio manifiesto, y que está dando lugar a la oportuna investigación, es otra prueba evidente de que las normas que se dictan, a la hora de su aplicación, no son iguales para todos.

Y ¿porqué habrían de serlo? si la vida humana es, básicamente, desigual. Vivimos en un bosque, por lo menos pre colombino, cada aldea intentando sobrevivir, aunque sea a costa del vecino, es un bosque vallado, por una colección de normas destinadas a defendernos de los invasores, pero que en la vida aldeana se ignoran totalmente, porque la norma que impera sobre todas las demás, es la supervivencia.

Yo no sé como ha ido cambiando socialmente el concepto de norma a lo largo del tiempo. Si recuerdo que algunas actrices norteamericanas se hacían llamar así, no se si porque eran del tiempo de Mc Carthy y estaba de moda ese alias, o porque sus padres les pusieron así, porque la presión moral después de la gran depresión, hizo que las gentes creyeran en la justicia y la equidad de la norma.

Después de dar todas estas vueltas al concepto de norma, caigo en la cuenta de que la empleada del banco no me estaba aplicando ninguna, simplemente se sorprendía de que yo hubiese variado mi horario habitual para visitar el banco.

Pues eso, no he dicho nada.

En fin. Normas.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 9 06 16.

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