lunes, 12 de abril de 2010

SURREALISMO

He bajado al Maravillas y Toni estaba delante de la puerta como un centinela, pero en el interior del bar no había un solo cliente. Le he preguntado la razón de esa desolación y me ha contestado que no lo sabía. Tal vez, el puente festivo se ha llevado al personal fuera de la ciudad, o al ser ayer domingo y hoy festivo, la clientela está todavía bajo los efectos de la resaca.

Al confiarle que el blog anda por el cuarto año y las quince mil visitas, desde que apareció por primera vez en Internet, me ha pedido que promocione el bar desde estas páginas, a pesar de que le he advertido que una sencilla división indica que la media de visitas diarias no supera la decena, y que el hecho de que una parte de esas visitas proceda de lugares tan distantes como Puerto Vallarta, Medellin, Maracay, Mar del Plata o Marsella, parece sugerir lo remoto de la posibilidad de que tal promoción se traduzca en un aumento de su clientela, por lo que nunca, en estos cuatro años, he facilitado la información de donde está localizado físicamente el Bar Maravillas.

Sin embargo, como el Maravillas es para mi, además de un espacio físico, un lugar literario que me ha ayudado mucho en la tarea de la escritura cotidiana, a solicitud de Toni rompo mi silencio y confirmo que ese bar existe, que está en la calle Sollana, en el distrito de Cuatre Carreres de la ciudad que me empeño en llamar Heliópolis, aunque es conocida por otro nombre que ya he desvelado en otras páginas.

La lectura de la prensa diaria, en periódico ajeno, es una de mis ocupaciones cuando visito el Maravillas. El periódico ha llegado después de que acudiera un primer grupo de clientes rompiendo la soledad del lugar, y he tenido que esperar pacientemente a que otros consultaran en sus páginas los resultados de la quiniela deportiva, la lotería primitiva, el número premiado en el sorteo de la lotería nacional, el cupón de la Once, toda la variedad de juegos de azar que caracteriza nuestra peculiar manera de afrontar la crisis, –pido disculpas por mencionar tan manido término--antes de acceder a las noticias y a las páginas de opinión de este lunes atípico.

Surrealismo. Algunas de las cosas que he leído, junto con las que leí ayer, han evocado en mi memoria ese movimiento que yo creía cadáver, sepultado por la modernidad, la pos modernidad, los novísimos y todo eso, pero algunos de los titulares y los comentarios de ayer y hoy, parecen indicar que vuelve el surrealismo.

Es surrealista que los mas prestigiosos periódicos mundiales, digan no entender lo que pasa en este país en el ámbito de la justicia, que un premio Nóbel y varios magistrados argentinos se ocupen del extravagante proceso judicial que imputa al juez que osó abrir una instrucción contra el genocidio franquista, poniendo en cuestión que la Ley de Amnistía promulgada en este país estuviera por encima del derecho internacional que permitió la captura de Pinochet, que también se protegía con una ley de punto final.

Surrealista, la imagen que da Caballero Bonald en una entrevista publicada ayer en 'El País', al afirmar que el franquismo sobrevuela este país, y que, a la vista de los hechos que estamos viendo, parece algo mas que una metáfora. No se trata solo del juez del sombrero, hay que leer el contenido de la intervención eclesial en la misa que se ha celebrado en Los Jerónimos para conmemorar la victoria franquista, que dio lugar a un genocidio sistemático que se prolongó mucho mas allá del final del conflicto, con una sorprendente ausencia de misericordia cristiana en la actuación del régimen nacional católico, para constatar la vigencia de la presencia del franquismo, que no solo nos sobrevuela, sino que está bien presente, entre la jerarquía católica y en el aparato judicial.

El Urinario de Duchamp. Marcel Duchamp, en los comienzos del movimiento surrealista hizo de la exhibición de un urinario presentado como un objeto artístico, una provocación que trataba de romper la visión anquilosada del arte de la época. Casi un siglo después, alguien debería colocar en el Muvim un sanitario, como expresión de la mierda que acumula en esta comunidad la derecha confesional heredera, transición mediante, de lo peor de nuestra tradición autoritaria nacional católica, combinada con la tendencia irresistible a meter la mano en la caja de los recursos públicos, que no tiene precedentes en la historia democrática en esta comunidad.

Dalí. Nuestra contribución al surrealismo estuvo representada, sobre todo, por la pintura onírica de Dalí, el catalán pasado por la tramontana que formó parte de esa tendencia artística, antes de apuntarse a un movimiento mas mundano 'la pela es la pela', que fue en realidad el que dominó su evolución artística. Lo mas surrealista de Dalí, a mi juicio, es la presencia de un cuadro suyo, 'El sueño del alquimista' en la casa de los March, en Mallorca.

March no fue ajeno al surrealismo, pues salir del brazo del director de la prisión, después de sobornarlo, por la puerta grande, cuando el gobierno de la República le metió allí, fue un acto, en esencia, surrealista. Como lo fue el hecho de que, a la vez que financiaba la rebelión franquista y ponía los medios aéreos a disposición del militar de voz atiplada, presencia ridícula, y sin embargo de una crueldad extrema , tratara de comprar, mas tarde, cuando el desenlace del conflicto aún no estaba claro, con cheques en blanco, a militantes anarco sindicalistas con puestos de responsabilidad en el gobierno por su condición de miembros del Frente Popular, para asegurar sus intereses cualquiera que fuera el resultado de la contienda.

El Super realismo, mas conocido como surrealismo, pasa por ser un movimiento artístico, creativo,intelectual, surgido en la segunda década del siglo XX, que marcó toda una época, pero que hace mas de medio siglo que no está vigente. Si atendemos a la metáfora expresada por Caballero Bonald 'El franquismo sobrevuela (nuestra realidad)' referida a lo que está sucediendo actualmente en España, esta presencia de lo sobre-real parece indicar que el movimiento que se inventaron Apollinaire y Bretón aún sigue vivo aquí, pero si nos detenemos a considerar el proceso abierto al juez Garzón, la imagen de Kafka se impone a la de los surrealistas.

Que está pasando aquí entonces, que tanto sorprende a la prensa internacional, ¿es Surrealismo, o es Kafka?. Surrealismo kafkiano. Pues eso.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 12-04-10.

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