He bajado al Maravillas después de dormir ocho horas y despertarme con la luz del día, confortado porque mi mujer ha regresado al lecho conyugal, después de desertar de el temporalmente, debido a las molestias que le causaba mi insomnio, al parecer, ya en trance de remisión.
'Levante' lleva dos páginas dedicadas a la actividad sísmica en la isla de El Hierro. Que el diario de mayor tirada, aunque sea local, dedique dos páginas a este acontecimiento parece un signo del mayor interés de la prensa y el público por el medio ambiente. Que lo relegue a las páginas 26,27, parece un signo del desinterés de la prensa y el público por el medio ambiente.
Con la que está cayendo, puedo entender ese desinterés. Es lógico que lo que las empresas públicas y privadas llaman procesos de reestructuración y sus víctimas procesos de empobrecimiento, generen mayor interés entre los afectados por esos procesos por conocer el destino final de la mitad de su sueldo, en trance de desaparición, que por la mitad del ambiente.
(...)
La extensa y documentada información de 'Levante' indica que los 600 habitantes de La Restinga, el lugar poblado mas al sur de la isla, han sido evacuados porque se ha declarado la Alerta Roja volcánica en El Hierro. Se trata, nada menos, del posible nacimiento de un volcán. Una nueva erupción submarina mas cerca de la costa, y mas explosiva, es una hipótesis probable. Espero que hayan indemnizado a los evacuados, porque hace unos días se les veía contentos, por la tele, por el aumento del número de visitantes que el probable acontecimiento sísmico estaba llevando a la isla. Ahora, el único bar de La Restinga habrá quedado desierto y ese lucro cesante, creo yo, merece indemnización.
Que el término 'Erupción' sirva lo mismo para anunciar un probable acontecimiento sísmico, que para describir las ronchas surgidas en la piel de un par de muslos deseados, debido a una intoxicación alimentaria inducida por la ingesta excesiva de caviar, es una prueba inapelable de la ambigüedad de casi todo lo humano.
Esa ambigüedad se manifiesta en el hecho de que para unos, desde la distancia, un probable acontecimiento sísmico se percibe como una catástrofe anunciada, mientras que para otros, mas cercanos al epicentro del suceso, es además una oportunidad de negocio.
Lo mismo pasa con el medio ambiente, en general. Para unos es una oportunidad de negocio, en particular para los grandes grupos energéticos que hacen cuantiosas inversiones en plantas eólicas, para otros, los que tienen una concepción geológica del tiempo, una amenaza para las generaciones futuras, si no se presta la debida atención política y ciudadana a su cuidado.
Cada uno expresa su sensibilidad por el medio ambiente como puede, pero hoy, un brillante y cultivado periodista de 'Levante', cuyo nombre no citaré porque igual lo veo en la tertulia del viernes, lo hace en un artículo destartalado y chapucero, impropio de su nivel. Se ve que la sequía de octubre nos ha afectado a todos. A mi me dio por el insomnio,
a R.V.M. le ha secado un poco su creatividad.
Nadie sabe con certeza, --los científicos varios y sismólogos, digo-- cuando, donde y como se producirá la eyección del magma subterráneo que ahora anda algo errático buscando una salida. Puestos a elaborar una hipótesis no científica, yo apuesto porque la erupción ocurra el 20-N.
Sería hermoso ver a los candidatos dispuestos a salvar el país de la catástrofe, enfrentados a la fuerza incontrolada de la naturaleza, con sus bocas abiertas mientras contemplan en los monitores instalados en sus cuarteles generales la furia del magma incandescente y reciben el mensaje de su propia insignificancia, que tal vez les ayude a entender que basta con que no estropeen mas las cosas, que no se dediquen a salvarnos, por favor.
En particular, me gustaría que Obama estuviera presente, en directo, en ese acontecimiento geológico, a ver si se cura de su arrogancia, y deja de dirigirse a los europeos como menores de edad, aunque lo seamos un poco, si.
En fin. Erupción.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM)12-10-11.
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