domingo, 16 de octubre de 2011

IVAM

No se de donde sacamos tiempo ayer, pero aún nos quedaron dos horas largas para visitar el IVAM.En el mostrador de recepción había dispuesta una gran cantidad de folletos en inglés, castellano, chino mandarín y en la lengua de aquí, que daban cuenta de, nada menos, seis exposiciones nuevas, de las que visitamos cinco. Se que no se van a preguntar como lo hicimos, pero es igual yo se lo cuento. Cogimos los folletos a boleo, y resultaron estar redactados en lenguas que entendimos.

(...)
Primero vimos la exposición del chino, mas que nada porque su nombre, Mou Huan, por su parecido con el de Mouriño, parecía indicar el interés de un arte polémico. La lectura del catálogo, antes de entrar a la sala de la muestra, nos recordó que ya habíamos visto su obra, pues fue parte de una colectiva de dieciséis artistas chinos en la sala de la muralla en 2007. Todavía recuerdo de aquella exposición la espectacular belleza de unas mujeres orientales representadas en unos paneles sabiamente iluminados, pero de la pintura de Mou, no tenía memoria.

Si te gusta lo evanescente, te gustará la pintura de Mou. Si tu gusto está limitado por lo concreto y acabado, no te gustará. Las formas evanescentes, difusas, pero figurativas, de este artista oriental, me recordaron un cuadro no figurativo de mi hija, que cuelga de una pared en la casa de la sierra, y tiene esa misma condición evanescente de las formas que aleja en un segundo plano la sustancia del asunto y la oculta bajo inquietantes veladuras.

Me gustó lo de Mou, porque, creo que desde siempre, me gusta lo evanescente y lo concreto, lo insinuado y lo acabado, lo dulce y lo salado, las yemas de las Clarisas y los capellanets del Cabanyal. Me gusta menos el negro por el negro, por eso no me gustaron los dibujos que vimos luego de Robert Morris.

Morris, nacido en Kansas City, me pareció un tipo retorcido. Hay que ser algo retorcido para dibujar con los ojos vendados, utilizar solo el negro y representar solo asuntos
algo destructivos, aunque algo de lo que vi luego en Surreal, lo supera. El folleto precisa que '...los dibujos de Morris (son) un conjunto autónomo de obras, un medio de expresión a la vez que un modo de estudiar problemas personales y filosóficos en una especie de auto investigación ...'. También indica que realizó obras con tierra.Sobre esto haré una precisión.

Tenía colgado en el pasillo de casa un cuadro hecho con tierra , que necesita una urgente restauración, pintado hace mas de treinta años por mi entonces amigo Vázquez, que luego se dedicó a la docencia y abandonó la pintura. También Morris abandonó la pintura, en 1.958. Quiere esto decir que el uso de tierra, en este caso sobre tabla, no es tan extraño, aunque al cuadro de Vázquez le da una singularidad entrañable saber que es tierra de la playa de la Malvarrosa.

Decía que lo de Morris no me mola. Me parece una forma de evasión de la realidad dibujar con los ojos cerrados. Para la evasión, el escapismo, prefiero el original, el Gran Houdini, que se dejaba vendar los ojos, cubrir de cadenas y ser lanzado al mar, para emerger luego en una apoteosis de celebración de la vida.

Para celebración de la vida, la colorista geometría figurativa de Javier Calvo, una colección de belleza femenina de todos los tiempos, que hace del glamour el tema central, hasta el punto de que hemos hecho algo que nunca hacemos, fotografiar un cuadro con el móvil. Otra pareja, con pinta de tener un negocio de 'listo para llevar', ha hecho fotos de todos los modelos expuestos en los cuadros. Igual piensan usarlas para su próxima colección de otoño invierno. Vaya usted a saber.

Esta muestra expresa, es una opinión personal, una singular madurez artística y una personal expresión en las formas, auténtica y original. En particular, nos hemos detenido
delante del cuadro de una mujer cuya ropa adivinada entre los trazos geométricos, junto a los colores usados, sugería la moda renacentista.

Hemos pasado mas de prisa por la muestra de José Manuel Ciria, con sus enormes cabezas de gran formato y colores puros. No se si es Ciria quien ha influido en el cómic, o es el cómic quien influyó en Ciria, pero tanto el modo en que usa las imágenes, como los colores que emplea, me han recordado, de modo automático, el cómic. A excepción de ese cuadro en el que he creído reconocer el 'urinario' de Duchamp, y que en el folleto se indica que, efectivamente lo es. 'Vanitas' se llama el cuadro, en homenaje a la muerte de la pintura contemporánea. Pues, para estar muerta, todavía llena las salas del Ivam, en especial la de 'Surreal', la mas visitada.

Lo Surreal, a nivel teórico, parece una negación del surrealismo, que se les queda antiguo a los de ahora. Según el catálogo --no hay que tomarlo como un catecismo, al pie de la letra-- el Surrealismo ... ha cedido el paso a lo Surreal. Así como el surrealismo ofrecía imágenes soñadas, lo Surreal propone imágenes reales que cuesta aceptar como verídicas...

A mi, eso me la trae floja, yo en lo que me fijo es en la práctica, y ver a un niño clavado a un pupitre con dos lapiceros que atraviesan sus manos, o la pierna de un tío calzado con zapatos y calcetines salir de una vagina, pues...que quieren que les diga. La muy numerosa presencia de artistas representados en esta muestra hace imposible pretender un resumen. Como suelo decir después de comentar una película proyectada en el Cine D'Or, es mejor que vayan al Ivam y juzguen ustedes mismos.

Me llamó la atención, en especial, de esta muestra, además de la susodicha pierna y una cosa de Matthew Barney, un señor bien vestido con algún rasgo de cabra, una escultura de mármol, de forma ovoide, sobre la que se proyecta un rostro humano que hace gestos de dolor y que la colocación de unos hierros sobre el mármol indica con claridad que está siendo objeto de una insoportable tortura.

No fuimos a la sala de la Muralla, que presenta una exposición de fotografía de Franco Fontana. La dejamos para otro día.

Francamente, ni el negro, ni la realidad dolorida del mundo, me apetecían nada ayer. Parecía que iba a llover, pero al final salió el sol. En el jardín del Turia se estaba de puta madre, en el Ivam, a pesar de Morris y los de lo Surreal, las maravillosas figuras geométricas de Javier Calvo, fueron una muestra de que el mundo también es un lugar habitable, y la vida un valor insustituible, del que hay que disfrutar, a pesar de sus miserias.

En fin. IVAM.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 17-10-11.

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